domingo, 28 de junio de 2015

La caída de Constantinopla.

La caída de Constantinopla.

*Publicado en May Neim Presenta el 30-05-15

Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)


El 29 de mayo de 1453, los turcos otomanos liderados por el sultán Mehmet II tomaron Constantinopla, la legendaria capital del Imperio Romano de Oriente o Bizantino.
¿Cuál es el largo proceso de Constantinopla hasta su caída? Haremos un breve resumen histórico.
Tras el fallecimiento del emperador Romano Teodosio I, en el 395. El Imperio fue dividido en dos, Arcadio (el mayor de los hijos) gobernó sobre Oriente; cuya capital fue Constantinopla, mientras que Honorio gobernó sobre Occidente; cuya capital fue Roma.
Por su posición geográfica el Imperio Romano de Occidente sucumbió con mayor rapidez ante el ataque de las naciones barbarás (definición de extranjeros para los romanos). En el 476, los hérulos (pueblo bárbaro) liderados por su rey Odoacro tomaron Roma y depusieron a su último Emperador Rómulo Augústulo.
Tras la caída de Roma, el Imperio Romano de Oriente se convirtió en el único heredero de la cultura, historia y tradición romana.  Recordemos que el momento fundacional de Roma data del 753 a.C. A través de sus tres períodos históricos: Monarquía, República e Imperio. Roma como unidad política, ejerció su hegemonía mundial hasta el 395. Sin duda, la influencia de la cultura, estrategia e historia romana sigue vigente en nuestros días.
Como todo país, el Imperio Bizantino sufrió varias crisis políticas que llevaron que su Imperio que abarcaba la Península Balcánica, el Asia Menor, la Tierra Santa y Egipto se viera reducida a las murallas de su capital, Constantinopla.
Las Cruzadas, las rivalidades dinásticas por el trono bizantino más las pérdidas territoriales de zonas productivas como Egipto acrecentaron la larga decadencia del Imperio Bizantino.
En los albores siglo XIV, surgió en la Península de Anatolia el incipiente estado turco otomano. Desde su inicio ejerció una rápida expansión territorial.  Mientras el Imperio Bizantino decaía como resultado de un largo proceso de varios siglos, los turcos otomanos consolidaron un estado pujante primero en la Península de Anatolia y luego en la Península Balcánica.
1453, es un año fatídico para la historia no sólo europea sino mundial. La batalla definitiva si o si iba a ocurrir en ese año. Los turcos otomanos liderados por el sultán Mehmed II iniciaron el sitio definitivo hacia la capital heredera de Roma.
El último emperador bizantino fue Constantino XI de la Dinastía de los Paleólogos. El emperador Constantino XI sabía que la confrontación seria eminente; por lo cual, aceptó la unión de la Iglesia Ortodoxa con la Iglesia Católica. De esta manera, pretendía que los países del Occidente lo ayudaran en la defensa de Constantinopla. Recordemos que por cientos de años, el Imperio Bizantino fue el baluarte del cristianismo y de la cultura helénica en el Oriente. La clase política bizantina se jugó su última carta, pero nunca recibieron la esperada ayuda de los países de Occidente.
Esto es una muestra más que en casos de emergencia, otros países deben intervenir porque cuando los intereses que se perciben no sólo son de un país, es válido que por valores universales y/o consensuales otros países puedan intervenir. La indiferencia es un desvalor que no viene del Siglo XXI sino de los años que vieron la decadencia y el final de los bizantinos.
El historiador sueco Carl Grimberg nos menciona:
“No obstante, en enero de 1453, Bizancio tuvo un asomo de esperanza: dos navíos genoveses, al mando del célebre condottiero Juan Giustianini, llegaron al puerto. El emperador confió a éste el mando de sus fuerzas y Giustianini comenzó a poner la ciudad en estado de defensa.”[1]
En abril de 1453, los turcos otomanos iniciaron el asedio definitivo hacia Constantinopla, los cañones turcos resonaban con fuerza en las murallas de la ciudad día tras día. El cansancio del menguado ejército bizantino cada día era más notario; a pesar, de la actitud firme y valiente del Emperador Constantino XI que no huyó y decidió defender su ciudad hasta el último de sus alientos.
Resaltó la actitud gallarda del último emperador de jamás abandonar Constantinopla y pelear como un soldado raso; no sólo por la defensa de la ciudad, sino por el significado histórico y político que ellos representaban. Constantino XI murió en espada a mano; lo cual, pinta de cuerpo entero su actitud.

Así como las dos guerras mundiales transformaron nuestra sociedad en el siglo XX, la caída de Constantinopla fue el mayor hecho político en el siglo XV.
El triunfo turco puso fin a varios siglos del legado romano; además, el consenso de los historiados mundiales determinan que dicho suceso es el final de la Edad Media; es bien cierto, que estos historiados pueden ser eurocentristas, pero la influencia de la cultura romana es válida en nuestra actual sociedad.
Además, debemos analizar esta situación. Tras la caída de Constantinopla en 1453; los turcos otomanos - dueños del Bósforo – cortaron el puente del comercio internacional (para ese momento) que era Constantinopla. El Occidente de Europa podía comerciar con China usando como bisagra el puerto de Constantinopla. 
Tras el cierre de esta importante ruta comercial, los comerciantes como los políticos europeos pretendían encontrar la ruta por Occidente para llegar hacia la India y la China. Recuerden que en esa época, América no existía para los ojos europeos; por lo cual, la famosa búsqueda de la ruta del Occidente los llevo al encuentro de la civilización europea con las civilizaciones oriundas de América el 12 de octubre de 1492.
Con esta breve explicación, explico la importancia histórica de la caída de Constantinopla y su relación con el encuentro con América del 12 de octubre de 1492.





[1] Grimberg, C. Historia Universal. Tomo 21:India-Islam,Felipe II p.62

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