La política y la
juventud.
Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por
la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)
Sobre
la política y la juventud se han escritos miles de artículos en todos los
idiomas. Hasta el hastío, se nos quiere vender la idea que sólo por ser joven
se debe participar en la política. Novelesco, esta idea que de joven no tiene
nada.
Es
necesario y legítimo que la juventud tome los espacios políticos para generar
los recambios en los partidos políticos, sindicatos y en el Estado; pero no
todos los jóvenes lo piensan hacer, ni lo quieren hacer y no lo van hacer.
Nos
hacemos la siguiente pregunta ¿Todos los jóvenes deben hacer política? La respuesta es
contundente y polémica: No.
Porque
no, dirán ustedes. Les responderé:
Nuestra
actual sociedad es competitiva (quién no acepte esta realidad esta desubicado);
por lo tanto, quién no se capacita académica y profesionalmente pierde la
brújula ante la sociedad. Voy más allá, quién tiene los grados académicos tiene
la responsabilidad histórica de hacer algo por su país y su sociedad. Dirán que el planteamiento es exclusivista,
pero el Estado debe ser eficiente y dicha característica no nace de la espontaneidad.
Así
como el dirigente sindical es el peor trabajador; en comparación, con quién obtuvo su plaza a través de un concurso
público, no se puede comparar al enquistado dirigente autodenominado “juvenil” en comparación del joven quién
si tiene Título Profesional y se sigue perfeccionando académicamente. La
capacidad siempre prevalece.
Me
dirán: “Usted es exclusivista.” Diremos que no todas las personas tienen el
derecho de administrar el estado y/o dirigir una organización sólo por el hecho
de ser jóvenes. Ser joven no garantiza absolutamente nada, como ser viejo tampoco
garantiza eficiencia ni experiencia porque el político es
político, desde su juventud en la Universidad o Sindicato y lo sigue siendo hasta
su última respiración.
Nuestro
Estado debe ser regentado por quiénes tienen la capacidad académica y profesional
no por improvisados de la política (hoy en el gobierno) que por su notoria
incapacidad no pueden ni podrán hacer respetar el Estado de Derecho contra
cualquier amenaza interna.
Estoy
de acuerdo, que la juventud tome los espacios políticos, pero primero capacítate,
estudia en la Universidad, obtén el Título Profesional y sigue en la senda del
perfeccionamiento académico porque ser joven no te da el derecho ni la
capacidad de pretender administrar el Estado.
La
polémica ya está abierta, bienvenidos. Recuerden el que se pica, siempre
pierde.