sábado, 16 de mayo de 2015

La política y la juventud.


La política y la juventud.

Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)

Sobre la política y la juventud se han escritos miles de artículos en todos los idiomas. Hasta el hastío, se nos quiere vender la idea que sólo por ser joven se debe participar en la política. Novelesco, esta idea que de joven no tiene nada.

Es necesario y legítimo que la juventud tome los espacios políticos para generar los recambios en los partidos políticos, sindicatos y en el Estado; pero no todos los jóvenes lo piensan hacer, ni lo quieren hacer y no lo van hacer.

Nos hacemos la siguiente pregunta ¿Todos los jóvenes  deben hacer política? La respuesta es contundente y polémica: No.

Porque no, dirán ustedes. Les responderé:

Nuestra actual sociedad es competitiva (quién no acepte esta realidad esta desubicado); por lo tanto, quién no se capacita académica y profesionalmente pierde la brújula ante la sociedad. Voy más allá, quién tiene los grados académicos tiene la responsabilidad histórica de hacer algo por su país y su sociedad.  Dirán que el planteamiento es exclusivista, pero el Estado debe ser eficiente y dicha característica no nace de la espontaneidad.

Así como el dirigente sindical es el peor trabajador; en comparación, con quién  obtuvo su plaza a través de un concurso público, no se puede comparar al enquistado dirigente autodenominado “juvenil” en comparación del joven quién si tiene Título Profesional y se sigue perfeccionando académicamente. La capacidad siempre prevalece.

Me dirán: “Usted es exclusivista.”  Diremos que no todas las personas tienen el derecho de administrar el estado y/o dirigir una organización sólo por el hecho de ser jóvenes. Ser joven no garantiza absolutamente nada, como ser viejo tampoco  garantiza  eficiencia ni experiencia porque el político es político, desde su juventud en la Universidad o Sindicato y lo sigue siendo hasta su última respiración.

Nuestro Estado debe ser regentado por quiénes tienen la capacidad académica y profesional no por improvisados de la política (hoy en el gobierno) que por su notoria incapacidad no pueden ni podrán hacer respetar el Estado de Derecho contra cualquier amenaza interna.

Estoy de acuerdo, que la juventud tome los espacios políticos, pero primero capacítate, estudia en la Universidad, obtén el Título Profesional y sigue en la senda del perfeccionamiento académico porque ser joven no te da el derecho ni la capacidad de pretender administrar el Estado.

La polémica ya está abierta, bienvenidos. Recuerden el que se pica, siempre pierde.