Crisis
de los Partidos Políticos en el Perú Contemporáneo[1].
Renatto Bautista Rojas
Licenciado
en Ciencia Política por la Universidad
Nacional Federico Villarreal (UNFV)
Los Partidos Políticos son indispensables para la
democracia como interlocutores de las demandas y necesidades de la ciudadanía
hacia el Estado. Una democracia efectiva y real se debe respaldar en Partidos
Políticos que representen los tres espectros históricos en el mundo (la
izquierda socialista, la socialdemocracia y la democracia cristiana). Los
principales actores políticos no deben ser los Medios de Comunicaciones; que en
su mayoría de casos representan los intereses empresariales, sino los Partidos
Políticos como base social de nuestra sociedad.
En el caso peruano, en cada elección presidencial
podemos ver la agudización de la crisis de representatividad e institucional
que padecen los Partidos Políticos. Muchos analistas políticos se atreven a
decir que nuestra democracia es sui géneris ya que nuestros Partidos Políticos
están en una debacle cerca de la extinción; por lo cual, nuestra democracia se
concreta sin Partidos Políticos. Esto es un atrevimiento. Si bien es cierto que
la agudización de la crisis de los Partidos Políticos es un hecho real, no se
puede negar la presencia de éstos a través de sus representantes en el Congreso
de la República ,
Gobiernos Regionales y Municipalidades.
En el presente artículo abordamos la crisis de los
Partidos Políticos llamados tradicionales en nuestro país, Acción Popular,
Partido Popular Cristiano (PPC) y Partido Aprisa Peruano (PAP). No veremos el
caso de la izquierda peruana porque ellos no han tenido un partido político
unificado más bien en la década de los 80’s giraron en torno a una Alianza
Electoral denominada Izquierda Unida. Luego de la Caída del Muro de Berlín
esta Alianza se fragmentó en varios grupos, cuya situación es vigente hasta
nuestros días. Para las Elecciones Generales del 2011 giraron en torno a otra
Alianza Electoral denominada Gana Perú, teniendo como eje al Partido
Nacionalista que no se define como de izquierda y/o socialista. Ahora, esta
Alianza Electoral Gana Perú ha sido reducida al Partido Nacionalista, ya que
las figuras de la vieja izquierda han renunciado ha apoyar al actual gobierno
de Ollanta Humala por una supuesta claudicación por parte de él de su Primer
Plan de Gobierno denominado “La Gran Transformación.”
Luego del final de la dictadura militar y de los
comicios de 1980 se pudo observar la vuelta de los Partidos Políticos
denominados tradicionales. Luego de su primer gobierno el arquitecto Fernando
Belaúnde, de Acción Popular con una aura democrática vuelve al poder en 1980
con el respaldo del 45% del electorado. Recordemos que su Primer Gobierno
(1963-1968) fue totalmente desastroso al grado que el Senado censuro a varios
gabinetes y se dio el terrible escándalo de la pérdida de la Página 11 que sirvió como
pretexto para el Golpe de Estado del 3 de octubre de 1968. A pesar de no haber
obtenido la victoria, el Partido Aprista Peruano; sin Víctor Raúl Haya de la Torre como candidato
presidencial, obtuvo 28% del electorado. Estos dos Partidos Políticos
representaban casi el 75% del electorado para su época. Lamentablemente, el
gobierno de Acción Popular debió afrontar graves problemas económicos y la creciente
amenaza terrorista de parte de Sendero Luminoso, dentro de su estructura
partidaria se hicieron cada vez más fuertes las tensiones entre Fernando
Belaúnde y Javier Alva Orlandini, lo que generó que Acción Popular perdiera
representatividad en desmedro del Partido Aprista Peruano y de la novísima
Izquierda Unida.
Tras el desgaste del segundo gobierno de Acción
Popular, su partido entró a una grave crisis de representatividad e
institucional por lo cual en la elección general de 1985 su candidato Javier Alva
Orlandini obtuvo el 7% del electorado peruano.
El Partido Popular Cristiano fue fundado por Luís
Bedoya Reyes en 1966 como una escisión de la Democracia Cristiana ,
representa al social cristianismo peruano. En las elecciones para la Asamblea Constituyente
de 1978 obtuvo un 25% del electorado ya que Acción Popular se abstuvo de
participar, quedando en segundo lugar tras el Partido Aprista Peruano que
obtuvo su tercio histórico.
Tras los comicios de 1980, el PPC obtuvo el 9% del
electorado. Históricamente tiene arraigo en Lima más no en provincias. Para
facilitar un buen gobierno ha Acción Popular forjo una alianza política en
torno al Ejecutivo con participación de 4 ministros pepecistas y del Parlamento
con lo cual Acción Popular logró mayoría en ambas Cámaras, Diputados y Senado.
Para evitar el escenario que afrontaron en el primer gobierno acción populista
donde primaba en ambas Cámaras la mayoría aprista y odriístas.
El grave problema para el PPC fue que en el
quinquenio de 1980-1985 debió asumir el activo y pasivo de la administración de
Acción Popular; lo cual le trajo una gran derrota política en Lima, donde por
primera vez ganó un alcalde socialista, Alfonso Barrantes de la Izquierda Unida.
Tras las elecciones generales de 1985 el PPC en alianza
con el Movimiento de Bases Hayistas (escisión del Partido Aprista Peruano
liderado por Andrés Townsend Ezcurra) obtuvieron el 10% del electorado peruano.
El PPC hasta hoy es un Partido Político con arraigo sólo en Lima con escasa
capacidad para organizarse en el interior del Perú. Un problema institucional
es que como partido gira en torno de la familia Bedoya lo cual impide el
surgimiento de liderazgos juveniles que probablemente pudieran darle una imagen
fresca y moderna al PPC.
El tercer caso es el del histórico Partido Aprista
Peruano de orientación socialdemócrata fundado en 1930 por Víctor Raúl Haya de la Torre. En vida de su
fundador siempre obtuvieron su tercio histórico pero no
pudieron llegar al poder de manos de su fundador ya que tenían la
animadversión de la derecha peruana y del militarismo. Las estructuras
oligárquicas desde la
Independencia son muy fuertes y no han permitido hasta el día
de hoy un gobierno de centro izquierda de amplia base democrática que permita
el desarrollo industrial del Perú.
Luego de la muerte de Haya de la Torre en 1979, el Partido
Aprista Peruano sufrió un grave conflicto interno entre Armando Villanueva y
Andrés Townsend por el cual el PAP en la elección presidencial obtuvo el 28%
del electorado. Después del retiro de Townsend y de la debacle aprista en las
elecciones municipales de noviembre de 1980 donde obtiene un 16%, surge el
liderazgo de Alan García Pérez discípulo de Haya de la Torre , que por primera vez
en su historia lleva al poder al PAP. Este triunfo se debió al nuevo rostro del
PAP que le otorgo García y debido a la insatisfacción de las clases medias
sobre el gobierno de la alianza Acción Popular – PPC.
García para la elección de 1985 habría logrado lo
imposible, el PAP fue más allá de su tercio histórico y casi
bordeando el 50% superó largamente a Barrantes candidato de la IU que quedo con un 22% del
electorado peruano. El gran perdedor de esta contienda electoral fue
Acción Popular que pasó de un 45.4% en 1980 a un 7.3% en 1985.
Para la elección de 1985 se pudo hablar de una
consolidación del sistema de Partidos Políticos, lo cual lamentablemente no se
dio para las elecciones generales de 1990.
Para las elecciones presidenciales de 1990, los
Partidos Políticos llamados tradicionales ya padecían de una crisis de
representatividad e institucional visible al punto que el PPC y Acción Popular
se coaligaron con el Movimiento Libertad para postular la candidatura de Mario
Vargas Llosa. Por primera vez en su historia estos Partidos Políticos no
mandaron a la candidatura presidencial a un miembro de sus filas políticas.
Mientras en el PAP si fue una figura partidaria como
Alva Castro, candidatura que padeció el pasivo del gobierno de García Pérez al
punto de que el PAP no superó su tercio histórico.
Para fatalidad histórica, en esas elecciones se
impuso un outsider que fue Alberto Fujimori que se presentó como el
abanderado frente a la derecha, por lo cual en segunda vuelta los votos
apristas y de las candidaturas de izquierda sirvieron para que se
ciñera la banda presidencial.
Con el autogolpe del 5 de abril de 1992 y la
persecución contra los Partidos Políticos llamados tradicionales, Fujmori pudo
consolidarse en el poder hasta fines del 2000. En la década fujimorista se pudo
observar el casi colapso de los Partidos Políticos.
Para la caída de la dictadura fujimorista y la
elección presidencial del 2001 se produjo el reencuentro de los Partidos
Políticos con la ciudadanía.
El Partido Aprista Peruano, casi al borde de la
desaparición política, pudo pasar a la 2º vuelta de manos de Alana García Pérez
con un 25% del electorado, mientras que la Alianza Unidad
Nacional con el PPC como eje, con su candidata presidencial Lourdes
Flores obtuvo un 24% del electorado siendo su gran limitación y fortaleza a la
vez el electorado de Lima Metropolitana.
Para las presidenciales del 2006 se volvió a observar
el resurgimiento de los Partidos Políticos llamados tradicionales.
El Frente de Centro (cuyo eje era Acción Popular)
presentó a Valentín Paniagua, Unidad Nacional (cuyo eje central era el PPC)
volvió a presentar a Lourdes Flores (discípula del fundador del PPC) y el
Partido Aprista Peruano volvió a presentar por 3º vez a Alan García Pérez que
obtuvo finalmente la victoria en 2º vuelta gracias a la construcción de una
plataforma de amplia base democrática.
Para estas presidenciales del 2011 los Partidos
Políticos tradicionales, no presentaron propias candidaturas presidenciales.
Acción Popular, tras la muerte de Paniagua y la apertura de su dirigencia a
otras generaciones, decidieron salvar su representación parlamentaria
aliándose con Alejandro Toledo de Perú Posible. El PPC; tras la derrota
electoral de Lourdes Flores en Lima, en alianza con otros movimientos sin mayor
trayectoria histórica lanzaron la candidatura de Pedro Pablo Kuczynski, debido
a la ausencia de liderazgos alternos a Lourdes Flores dentro del PPC.
Finalmente, el Partido Aprista Peruano ante un grave
conflicto interno entre diferentes grupos y la ausente relación de sus
dirigentes partidarios con la ciudadanía presentaron la candidatura de la
liberal Mercedes Araóz que finalmente renunció dejando al Partido Aprista
Peruano por primera vez en su historia sin candidatura presidencial lo cual
llevó a que tenga la bancada más reducida para el quinquenio 2011-2016.
La tentación autoritaria no cesa en nuestro país. Así
lo demostró la polarizada contienda entre el fujimorismo representado por la
hija de Alberto Fujimori y Ollanta Humala en la que los grandes medios optaron
por un apoyo fuerte y coordinado por la primea sin tener en cuenta los
antecedentes dictatoriales del gobierno del padre.
Por ello es necesario forjar una democracia
institucionalizada, capaz de atender las necesidades de la sociedad, respetando
las reglas de la interdependencia económica vigente en el siglo XXI. Las
democracias más sólidas tienen Partidos Políticos sólidos que son los
defensores de la
Gobernabilidad Democrática , no permitamos que ninguna crisis
de representación e institucional acabe con los Partidos Políticos y que ello
permita un nuevo autoritarismo en el Perú.
[1] Publicado en la Revista Politeia Edición Nº 1 de la Escuela Profesional
de Ciencia Política de la Universidad Nacional Federico Villarreal ( abril
del 2013).