miércoles, 27 de julio de 2016

¿Cuándo el Perú se jodió?

¿Cuándo el Perú se jodió?
Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).
Publicado en May Neim Presenta, con fecha 27-07-2016 


Reconozco que es una pregunta que me formulé desde los cinco años.
Nuestro país es rico en casi todo (desde nuestro capital humano hasta nuestros recursos naturales), pero a pesar de eso, el Perú no es el país que todos anhelamos.
En el colegio, te dicen que el Perú se jodió con la invasión española, otros te dicen con la Guerra de la Independencia que fue liderada por los criollos, subsiguientemente te dicen que nos jodimos con la Guerra con Chile, los más ultras te dicen que nos jodimos desde que un joven de 35 años postuló a la Presidencia en el año 1931 y  su “obsesión” de ser Presidente hasta el día de su deceso en el año 1979, y lo más reciente que nos dicen, es que el Perú se jodió desde el gobierno de Fujimori.
El Perú no se jodió por culpa de Pizarro y de sus huestes, ni de José de San Martín, ni de Simón Bolívar, ni del ejército invasor chileno, menos por Haya de la Torre, ni les echemos la culpa a nuestros Presidentes.
La respuesta de la pregunta que me formulé hace 25 años es (para mi) que el Perú se jodió desde el momento que permitimos que ese sindicato parasitario llamado Sutep (des) gobierna en la educación pública.
El Sutep desde su fundación (6 de julio de 1972) se ha opuesto a cualquier mejora en la calidad de la enseñanza. Nos tienen acostumbrados a sus huelgas donde tontamente exigen aumentos salariales y ascensos automáticos –únicamente- por antigüedad. Es en absurdo del tamaño del Huascarán. En ninguna democracia institucionalizada, los aumentos salariales en el Estado se basan exclusivamente en la antigüedad.
La calidad de la enseñanza (como de la gestión pública) será superior el día que los aumentos salariales no sean por antigüedad sino por meritocracia; es decir, sí tienes grados académicos de maestro y de doctor, libros y artículos publicados. De esa manera, esta perfecto que te paguen más, al que no se perfecciona académicamente sólo merece el ostracismo.
Volviendo con el Sutep, este sindicato recontra marxista le lava el cerebro a los miles de estudiantes de primaria y secundarias de nuestros colegios públicos; en base, a la mentira.
El curso de historia del Perú es fundamental para el Sutep porque desde ahí cuentan su versión adulterada de la historia.
Recordemos por ejemplo: De arranque nos hablan que José Carlos Mariátegui fue el único político que interpretó “adecuadamente” la realidad peruana, luego que el dictador militar Velasco fue el “único” presidente valeroso que se “enfrentó” a la “oligarquía” y al “imperio”, y finalmente, justifican las matanzas perpetradas por esa horada de fanáticos llamados Sendero Luminoso. Nos afirman que en Sendero Luminoso existieron “valerosos” muchachos que “ofrendaron” sus vidas contra el Estado “burgués” que era gobernado por la “partidocracia”, primero por Acción Popular-PPC, luego por el aprismo, y finalmente, por el fujimorismo (no cuentan que en la 2da vuelta del año 1990 votaron militantemente por Fujimori).
Ni que olvidar, que siempre en sus clases destilan su añejo y clásico antiaprismo y antifujimorismo. Inoculan el germen de la política del anti y visceral, en lugar, de transmitir una política propositiva.
Sus alumnos que soportan 11 años de lavado de cerebro (seis en primaria y 5 en secundaria), van a nuestras Universidades con gran carga ideológica porque creen que sus profesores les enseñaron la “verdad” sobre el Perú. Por dicha razón, en la Universidad pública les agrada jugar a la “revolución” y ven a los profesores como la “clase burguesa” y a ellos como la “clase obrera.” Qué clásico y aburrido es la dicotomía marxista.
Lo imperdonable para el Sutep (y lo hacen conscientemente) es que por culpa de su inefable acción muchos contemporáneos de mi generación no creen en la movilidad social ni que existe un Perú emergente y emprendedor (siendo muchos de ellos, ejemplos de esa movilidad social).
¿O no? ¿Me equivocó?
El Sutep sólo se ha dedicado a envenenar la mente de miles de niños y jóvenes escolares con su versión recontra antojadiza de la historia del Perú.
El día que el gobierno central tome la decisión política de arrinconar el Sutep, estoy totalmente, seguro que el Sutep no seguirá haciendo el gran daño que hace desde el año 1972.
Ambicionó que mis hijos, sobrinos, nietos y bisnietos se pregunten a los cinco años (como me lo formulé) una  nueva pregunta:
¿Cuándo el Perú dejó de estar jodido? Será el día que el Sutep no exista como germen parasitario en la educación pública.

El Perú está cambiando, lo estamos demostrando. Es el reto y la oportunidad de los venideros años. 

viernes, 22 de julio de 2016

La corrupción humalista

La corrupción humalista.
Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).

Publicado en Estado Internacional con fecha 21-07-2016



Honestidad para hacer la diferencia, fue la frase que utilizó Humala en la campaña del año 2011.
Humala prometío y reprometió – como joven enamorado que promete amor eterno – que la honestidad sería la gran diferencia con los anteriores gobiernos.
Hoy está demostrado que la corrupción reino en los cinco años del (des)gobierno de Humala,  al grado, que los medios de comunicaciones afines – incluyendo una pléyade de periodistas – defendía con tenacidad al humalismo y afirmaban que las denuncias de corrupción eran los viles ataques de los adversarios político. Más risible, ni mandado en la China.
El mayor caso de corrupción humalista es el caso de las agendas de Nadine Heredia porque es la prueba irrefutable del financiamiento de la Venezuela chavista y de empresas brasileñas. Es paradójico que ese autodenominado partido “nacionalista” haya recibido dinero de dos países para las campañas presidenciales de los años 2006 y 2011.
El primer indicio que el gobierno humalista sería corrupto fue la reunión de Alexis Humala (hermano menor de Ollanta) y del congresista humalista Josué Gutiérrez con el canciller de Rusia. El lobby no sólo es de los gringos sino también de los Humala.
Otro caso de corrupción humalista fue el ilegal resguardo de la casa del ex operador montesinista Oscar López Meneses. Nunca el gobierno humalista nos entregó una explicación satisfactoria. Guardaron silencio cómplice.
Otro caso de corrupción fueron las contrataciones de Martín Belaunde Lossio – operador político del humalismo – con investigados ex gobernadores regionales (ejemplo: Álvarez de Ancash  y Viñas en Tumbes). Este caso demuestra que el lobby político impero, sin ningún descaro, en el des (gobierno) humalista.
No nos olvidemos del ilegal espionaje de la DINI hacia los políticos opositores humalista. Este caso también lo considero corrupción porque el presupuesto que debió ser destinado en políticas públicas de inteligencia para derrotar al narcoterrorismo, lo destinaron para espiar a todos los políticos de oposición.
El último caso de corrupción fue la tonta denuncia de “traición a la patria” del aún ministro de Defensa Jakke Valakivi hacia los periodistas del programa televiso Panorama que demostraron el robo del dinero asignado a la gasolina en la región del VRAEM, donde nuestro ejército combate al narcoterrorismo.
Estoy muy seguro, que a partir del 29 de julio saldrán más escándalos de corrupción humalista en este quinquenio perdido.
Los defensores del humalismo recuerdan los casos de corrupción de otros gobiernos, pero recuerdo el viejo adagio:
“Los pecados de otros no te hacen santo.”

Hoy es la hora de acabar con el doble rasero que es uno de los males de la sociedad peruana. La corrupción jamás puede ser justificada porque este fenómeno destruye los cimientos de la institucionalidad democrática.  

domingo, 3 de julio de 2016

El PSOE sí pudo superar a Unidos Podemos.

El PSOE sí pudo superar a Unidos Podemos.
Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal. 
Publicado en Mundiario con fecha 27-06-2016


Escribo el presente artículo conociendo los resultados al 100% de votos escrutados en España.
El espectro de la derecha española ha podido conseguir un mejor resultado que en las elecciones de diciembre. El Partido Popular hoy representa el 33% del electorado español y obtiene 137 escaños. La pasividad de Rajoy en la anterior legislatura ha sido la estrategia más útil para ellos porque han incrementado en votos y en escaños.
El reto de Rajoy es formar gobierno. Para ello necesita 176 votos; es decir, tiene que construir consensos. La legislatura pasada fue incapaz de lograrlo. Veremos si en esta ocasión, lo puede lograr.
El segundo lugar (y contra todas las encuestas) son para los socialdemócratas del histórico PSOE.
Creo que esta elección ha sido la más difícil desde el retorno a la democracia para el PSOE porque han enfrentado a la coalición izquierdista de Unidos Podemos –que es un conglomerado de 20 partidos, entre ellos el Comunista- que en las últimas semanas afirmaban ser ellos quienes representan la “nueva socialdemocracia.”
Que tal mentira porque la izquierda marxista jamás ha creído que en democracia se pueda realizar la verdadera revolución a través del sufragio universal. Desde la época de Marx, han creído que la democracia es un instrumento de dominio de la clase burguesa. Esta disyuntiva histórica fue la definitiva ruptura de los partidos socialdemócratas con los partidos comunistas en el siglo XX en los países europeos. El método para obtener el poder es la primera diferencia entre los comunistas y socialdemócratas, los primeros lo quieren conseguir a través de la revolución del proletariado, los segundos conquistan el poder en las urnas y respetando el Estado de Derecho. 
La estrategia de Unidos Podemos no les ha traído los resultados esperados. Primero, no pudieron quitarle el segundo lugar al PSOE; muy a pesar, que la sumatoria de votos de Podemos e Izquierda Unida en diciembre era superior al resultado del PSOE. Hoy, y con toda alianza, son menos que el PSOE. Segundo, y creo que el más importante, no pudieron convencer al elector español que ellos son la “nueva socialdemocracia.”
Parafraseando al ex presidente español y líder histórico del PSOE Felipe González sobre Podemos: “Son nuevos rostros, pero con las ideas de la vieja izquierda marxista que tanto daño hizo a Europa en el siglo XX.”
Es cierto, la coalición izquierdista Unidos Podemos es dirigida por liderazgos nuevos, pero en el fondo, representan a una izquierda marxista que no ha evolucionado. Por nada llevan como aliados a los comunistas españoles que añoran la refundación de España en una república. Es válido recordar que ningún dirigente de esta coalición se pronuncia en contra del régimen autoritario de Venezuela ni han pedido la libertad para los presos políticos como Leopoldo López y Antonio Ledezma. Ese es el doble rasero de la izquierda.
Los resultados de este proceso nos dejan claro que el 77% del electorado español no votó por Rajoy, este mensaje lo tienen bien claro en el PSOE. Si en verdad, Unidos Podemos quiere un cambio político tiene que votar por la investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez.
En la fallida investidura de marzo, Ciudadanos –que es la cuarta agrupación- voto a favor del PSOE. Creo que en esta situación pueden hacer lo mismo, para asegurar un gobierno del cambio.
El líder del PSOE Pedro Sánchez tiene probabilidades de terminar como Presidente del gobierno español porque la sumatoria de escaños del PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos da 188, pasa la mayoría absoluta que son 176 votos. Veremos si en Unidos Podemos reflexionan y cambia de actitud, votando por Sánchez. Obviamente, sin pactos.
Un dato curioso, la ex candidata presidencial del Perú, Verónika Mendoza estuvo en España con Pablo Iglesias, líder de Unidos Podemos; sin duda, los políticos de izquierda de diferentes nacionalidades cierran filas.

El lobby de la izquierda marxista es poderoso, jamás lo olviden. Va de lo político y termina en el mundo de las letras.