Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).
Publicado en Estado Internacional con fecha 08-11-2017.
Un día como hoy, en el
lejano año 1917, inició la Revolución Bolchevique o Comunista dirigida por
Vladimir Lenin, en Rusia.
Han pasado 100 años de
este terrible suceso que nos ha dejado más de 100 millones de víctimas en
nombre del “proletariado” o del “obrero” o del “campesino” o del nombre que ellos desean designar a su
justificación de la barbarie y homicidio en masa.
El comunismo, desde el
ascenso de Lenin, ha perpetrado la mayor orgía de sangre del siglo XX y aún hay
muchos (en el mundo) que pretenden superar los 100 millones de inocentes
asesinados por la mayor horda de odio y venganza que jamás hemos visto que fue
y es el comunismo.
Las más famosas
víctimas del dictador Lenin fueron los Románov. Hoy sabemos que la orden del
fusilamiento sin juicio fue dada por el mismo Lenin.
Un comunista me puede
decir: “Los Románov se merecían morir por
400 años de despotismo.”
No niego las
brutalidades y horrores emprendidas por los distintos zares (incluido el Zar
Nicolás II), pero nadie se merece morir sin un juicio. Además la Zarina, como
las cinco Grandes Duquesas (hijas del Zar Nicolás II) y el Zarévich Alexis no
merecían morir tan brutalmente ni pagar por los errores emprendidos por Nicolás
II como gobernante ruso.
Pregunto a cualquier
comunista: ¿A usted, le parece bien que fusilen a una pareja de esposos con sus
hijos, sabiendo que ellos estaban desarmados y eran presos políticos?
Si su respuesta es SÍ,
me confirma que es un demente por seguir ciegamente a una ideología creadora de
la mayor orgía de sangre del siglo XX. ¡Merece mi total repudio no como
político sino como ser humano!
Tras el triunfo de la
Revolución Bolchevique, Lenin instauró una dictadura totalitaria en Rusia. Él
creó las tristemente famosas checas que eran la policía secreta de la Unión
Soviética y que tenían la misión de matar a todos los opositores políticos de
la dictadura bolchevique. El sucesor de Lenin, Stalin creó los gulags que eran
los equivalentes a los campos de concentración de la Alemania Nazi. En estos
gulags, se torturaban hasta la muerte a todos los opositores políticos del
comunismo, gitanos, prostitutas y homosexuales fueron asesinados con total
brutalidad para la instauración de la “utopía
socialista.”
La gran incoherencia
del comunismo fue seguir utilizando el Palacio de los tanto odiados Zares en
Moscú, el famoso Kremlin, como instalaciones burocráticas de la dictadura
totalitaria comunista. Sin olvidar, que los comunistas construyeron el Mausoleo
de Lenin (para que lo adoren como si fuera un Dios) al lado del otrora palacio
de los Románov.
¡Tremenda incoherencia
de los comunistas!
El sucesor del dictador
Lenin, fue otro dictador que le ganó en la orgía de sangre, me refiero al
sanguinario Stalin. Creador de los gulags (campos de concentración del
comunismo) y de la Gran Purga que fue la terrible matanza a todo opositor de
Stalin y que inició desde el año 1930
hasta el inicio de la 2da Guerra Mundial (1939).
Tras la muerte del
dictador Stalin, en 1953, se creó en 1954 las terriblemente famosas KGB que era
el servicio secreto de la dictadura soviética cuya finalidad no solo era de
espionaje sino de matar a todos los opositores del comunismo (dentro y fuera
del Imperio Soviético).
Más de 20 millones de
inocentes fueron las víctimas en el Imperio Soviético desde su fundación en
1917 hasta su disolución en 1991.
Superando, y muy de
lejos, a los dictadores Lenin y Stalin, en China el dictador comunista Mao
Zedong estableció una dictadura asesina y totalitaria. La “Revolución Cultural” (1966-1976) fue un terrible período donde se
encarceló y mató a todos los opositores políticos de la dictadura totalitaria
comunista en China.
La dictadura comunista
china ha matado a más de 65 millones de inocentes desde su instauración en el
lejano año 1949. Millones de chinos fueron encarcelados, torturados y asesinados
bajo el gobierno totalitario de Mao (1949-1976).
Otro terrible dictador
comunista fue el camboyano Pol Pot que comandando a la horda denominada los
Jemeres Rojos asesinaron al 25% población camboyana que era equivalente a más
de 2 millones de inocentes.
No debemos olvidar estas
siguientes víctimas de la horda comunista:
- · 1 millón de inocentes asesinados por la dictadura comunista en Vietnam comandada por el dictador Ho Chi Minh.
- · 2 millones de asesinados por la longeva dictadura comunista norcoreana.
- · 85,000 españoles asesinados por la 2da República sovietizada durante la Guerra Civil (1936-1939), entre ellos a Joaquín Dorado y Rodríguez de Campomanes, marqués de San Fernando, y a su cuñado, Pedro Ceballos, asesinados por el camarada Manuel Iglesias, abuelo de Pablo Iglesias líder de Podemos, y sobre todo,
- · No debemos olvidar a los más de 150,000 latinoamericanos asesinados por la horda comunista, en esta latitud del mundo, por las manos del dictador Fidel Castro, su otrora amigo Ernesto Guevara (quien fue un terrible asesino de toda persona que no era comunista) y por la horda terrorista Sendero Luminoso que perpetró un terrible baño de sangre en mi país, el Perú, desde el año 1980 hasta finales del siglo XX.
Sin duda alguna, los
camaradas se llevan el doctorado en la mayor orgía de sangre del siglo XX, más
de 100 millones de inocentes víctimas son la prueba de la mayúscula amenaza que
son hasta el día de hoy, donde sus aprendices en la Venezuela del dictador
Nicolás Maduro han matado a más de 150 jóvenes venezolanos que lucharon por
vivir en libertad, en lo que va del año 2017,y por tener a más de 500 presos
políticos en sus gulags venezolanos, que son cárceles expertas en torturas y
diseñadas por el octogenario dictador cubano Raúl Castro quien es el verdadero
amo y señor en el Palacio de Miraflores de Caracas.
A los 100 años de la
mayor orgía de sangre del siglo XX, estamos advertidos de la gran amenaza que
fue, es y será el comunismo que asesina en nombre de los más pobres del mundo.
No hay nada positivo
que celebrar, hoy debemos recordar, con bastante tristeza, la mayor orgía de
sangre que va desde el siglo XX.