Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la
Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 23-10-2023
Las democracias se suicidan es
un titulo provocador que he puesto en este artículo que me inspiro en la caída
de la Alemania de Weimar hacia la Alemania Nazi como en la caída de la
Venezuela democrática fundada por Rómulo Betancourt hacia la Venezuela chavista
del narco dictador Maduro. Indudablemente, las democracias se suicidan cuando
en libertad se decide tener vocación ovina y dispararse a los pies para seguir
apostando por una formula que solo ha generado destrucción como pobreza que son
las consecuencias de tanto “gobierno” peronista en Argentina también me parece
valido cumplir mi palabra con mis alumnos del sexto ciclo de ciencia política
de la UNFV respecto al título de este artículo que se me vino a la mente al ver
el primer debate presidencial argentino donde vimos a cuatro candidatos, que en
el fondo representaban lo mismo, atacar al candidato liberal Milei. Volviendo
con el título provocador del artículo, debemos recordar el caso de la Alemania
Nazi donde en la última elección democrática, valga la redundancia, realizada
el 6 de noviembre de 1932, el partido Nazi de Hitler obtuvo el 33% es decir fue
la primera minoría por lo que el presidente Hindenburg designó un nefasto 30 de
enero de 1933 a Hitler como canciller. En poco tiempo, Hitler tuvo el absoluto
poder en sus manos a pesar de que nunca ganó una elección democrática con el
51% de los votos. Lo terrible es que Hitler estableció una dictadura
totalitaria que demostró una de las mayores perversidades humanas que es ese
agujero negro llamado Holocausto. Indudablemente, la democracia alemana se
suicidó al permitir que un psicópata que en su libro “Mi Lucha” escribió todo
el macabro plan que ejecutó en su dictadura totalitaria (1933-1945). El otro
caso de una democracia que se suicida es el ejemplo de Venezuela cuando el 6 de
diciembre de 1998, el 56% de electores votaron por el cantinflesco teniente
coronel Hugo Chávez Frías, cuyo único “mérito” para ser presidente fue
organizar un golpe de Estado contra el presidente constitucional Carlos Andrés Pérez.
Como sabemos, tras 24 años de” gobierno” chavista, Venezuela se ha convertido
en un país paupérrimo donde el 90% de la población vive en pobreza sumado a los
más de 7 millones de venezolanos que han huido de las terribles consecuencias
económicas del régimen dictatorial de Chávez y Maduro.
A modo de conclusión, las
democracias se suicidan cuando creen que elegir a un demagogo como presidente
les resolverá todos sus problemas de la noche a la mañana, aprendamos de las
lecciones dejadas por los alemanes y venezolanos.