Publicado en Estado Internacional, con fecha 21-01-2017
El día de ayer – por
fin – acabó el período de Barack Obama. Un presidente débil y nefasto en su
política exterior. Obama me recuerda mucho al ex Pdte. Carter, por su actitud
pusilánime en política exterior.
Jimmy Carter fue
presidente de los Estados Unidos en el período (1977-1981), conspicuo miembro
del partido Demócrata como Obama.
La política exterior de
Carter fue nefasta para los intereses geopolíticos norteamericanos: Primero, el
retiro de los misiles nucleares de Corea de Sur. Segundo, la firma de los
Acuerdos de Camp David que representó el reconocimiento de la “autonomía” de
los territorios denominados palestinos y la devolución del Sinaí (territorio
estratégico) a Egipto. Tercero, dejó de apoyar al gobierno de Somoza en
Nicaragua, para dar su “bendición” al gobierno marxista del Frente Sandinista,
y del hoy sátrapa Daniel Ortega. Cuarto y el más importante, el pésimo manejo
político de la crisis de los rehenes en Irán.
Todos estos desaciertos
en política exterior originaron la derrota de Carter en las elecciones de 1980
y el consiguiente triunfo arrollador de Ronald Reagan como Presidente para dos
períodos (1981-198).
Obama también ha tenido
mayúsculos desaciertos en política exterior que facilitaron el triunfo de
Donald Trump. Por ejemplo: El más preocupante es el surgimiento de los
terroristas del Daesh, que ahora son una amenaza a nivel mundial. Segundo, el
restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la dictadura de los Castro.
Tercero, el acuerdo sobre el programa nuclear con Irán, que significa
retroceder ante un estado teocrático islámico. Cuarto, su silencio cómplice
ante la constante violación de los derechos humanos y políticos por parte de
las satrapías de Venezuela (Maduro) y Nicaragua (Ortega).
Todos estos desaciertos
de Obama en política exterior originan que sea recordado como un Carter II, muy
a pesar, que los dos tienen el Nobel de la Paz. Dicho premio se ha convertido
en un galardón político.
Los desaciertos
mayúsculos de Carter originaron ocho años de gobierno de Ronald Reagan y los
también desaciertos mayúsculos de Obama originaron – por el momento – cuatro
años de gobierno de Donald Trump.