Renatto Bautista Rojas
Magister en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario de
la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero con fecha 27-09-2022
El discurso del mandatario
peruano Pedro Castillo ante la Asamblea de las Naciones Unidas (Nueva York,
Estados Unidos) dio una inmensa vergüenza por tocar espinosos temas respecto a
las relaciones internacionales.
Primero, directamente
choca con un histórico aliado como Marruecos respecto a volver a reconocer a la
inexistente República del Sahara como Estado cuando en verdad el Frente
Polisario es una organización terrorista con financiamiento del régimen
autoritario de Argelia sumado a que la cuestión del otrora Sahara español es un
tema que debe ser resuelto entre España y Marruecos en base a un referéndum a
los ciudadanos de este territorio africano. Aunque suene crudo escribirlo lo
cierto es que al 99% de peruanos le importa poco si el territorio, casi
despoblado, del Sahara Occidental se integra al Marruecos o es un estado
independiente con reconocimiento mundial por la ONU. Además, no creo que el
propio Castillo pueda contarnos la historia del Sahara Occidental, como el
suscrito lo hizo en un artículo en este prestigioso medio de comunicación: https://elmontonero.pe/columnas/el-caso-del-sahara-occidental
Segundo, el
reconocimiento a Palestina como un Estado de pleno derecho cuando perdemos así
a otro aliado histórico como Israel. Siendo crudos, en economía y comercio,
Palestina -otro territorio regido o sometido por organizaciones terroristas- no
nos sumará nada real porque ellos solo están enfrascados en su guerra. A mi
entender, lo inteligente seria contribuir a una solución diplomática a la
crisis territorial entre Israel y Palestina sumado a que el primer país antes
mencionado se reirá que un país sin mucha relevancia internacional como el Perú
reconozca como Estado a Palestina que no es un Estado porque no tiene soberanía
en el territorio que reclama como suyo.
Y tercero, el
reconocimiento que las islas Malvinas son de soberanía de Argentina cuando
todos sabemos que la soberanía efectiva es de una potencia mundial como Reino
Unido. Otro tema es que quienes creemos en el credo de la unidad política y
económica de Indoamérica deseemos que Las Malvinas sean de Argentina, pero que
esta realidad sea solucionada por canales diplomáticos, no con aprovechamiento
político del actual régimen de los Fernandez en la Casa Rosada.
Indudablemente, Castillo se pelea con tres aliados históricos del Perú como
Marruecos, Palestina y Reino Unido. Por dicha razón, el responsable político de
este horror es el Ministro de Relaciones Exteriores, César Landa quien debería
ser censurado por el Parlamento porque es inexplicable que el Perú se abra tres
frentes inútiles en política exterior cuando no hay razón para distanciarnos
con Marruecos, Israel y Reino Unido de Gran Bretaña. Ante esta encrucijada, el
Parlamento debe cumplir su rol fiscalizador que le señala la Carta Magna, no
hay medias tintas, señores parlamentarios.