martes, 20 de septiembre de 2022

Brasil: Una elección crucial

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 20 de septiembre del 2022

 

El domingo 2 de octubre del 2022 es una elección crucial en Sudamérica porque Brasil elegirá a su presidente donde los dos candidatos principales son el actual presidente brasileño, el político conservador Jair Bolsonaro y el ex presidente brasileño y ex reo Luis Ignacio Lula Da Silva que representa al espectro de la izquierda socialista sumado a que Lula tiene una importancia ya que él es uno de los fundadores del Foro de Sao Paulo, que es una internacional de partidos socialistas en nuestro continente, al lado del longevo dictador Fidel Castro, tan mimado y reverenciado a pesar que Cuba es una longeva dictadura socialista que data de enero de 1959. Además, la dictadura cubana en 63 años en el poder solo ha generado hambre, miseria, muerte y totalitarismo sumado a que lamentablemente tanta gente que apoyó el golpe de Estado perpetrado por los Castro, aún no ha pedido las disculpas por aupar a un dictador que volvió pobre una nación otramente rica como lo Cuba antes de la instalación de la dictadura de los Castro. En gestión pública, la dictadura cubana tiene un cero a la izquierda.

Volviendo con la elección del Brasil, lo que está en juego es un tema fundamental: Si Bolsonaro gana la reelección, yo espero que así sea, Brasil seguirá siendo un faro de las libertades en Sudamérica. En cambio, si volviera al poder Lula Da Silva, Brasil sería de nuevo un país más donde los socialistas gobernarán sumado a que su política internacional será de total genuflexión hacia las dictaduras socialistas de Diaz Canel en Cuba, Ortega en Nicaragua y Maduro en Venezuela. Seamos sinceros, a pesar que la prensa internacional pretenda presentar al ex presidente Lula Da Silva como un anciano afable, él tiene dos puntos demasiado en contra: Primero, que él representa activamente al castrochavismo o socialismo sudamericano porque jamás ha condenado enérgicamente a las dictaduras socialistas en Cuba, Nicaragua más bien, como el mismo lo dijo en una entrevista de hace meses en el diario español El País, él justifica como relativiza el accionar de estas crueles y corruptas dictaduras en nuestro continente. El segundo punto es que el ex presidente brasileño tiene una estrecha vinculación con la corrupción. Como todos recordamos estuvo preso, en el año 2018, por el escándalo Odebrecht porque a pesar que luego fue excarcelado, por extrañas maniobras de jueces supremos a fines, lo cierto es que la empresa de Marcelo Odebrecht siempre apoyó al Partido de los Trabajadores y a sus presidentes Lula Da Silva y Dilma Rousseff en las campañas presidenciales de los años 2002, 2006, 2010 y 2014, respectivamente sumado a un detalle interesante que es que durante los años posteriores que Lula Da Silva abandonó la presidencia, él se hospedaba en un departamento de playa en Copacabana, comprado con dinero de la mentada “caja B” de Odebrecht. Por eso, es válido recordar el viejo adagio: “La mujer del César no solo debe ser decente sino parecerlo.”

A modo de conclusión, manifiesto mi sincero deseo que el presidente Bolsonaro gane la reelección porque está haciendo un gobierno donde ha reducido a lo mínimo a la inflación sumado a que Brasil merece seguir siendo un faro de la libertad en una región donde los electores lamentablemente han elegido a agentes del Foro de Sao Paulo en las presidencias de sus países.

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