Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario en
la Facultad
Publicado en El Montonero, con fecha 25-10-2022
Como vengo reiterando en mi
cátedra en la Escuela Profesional de Ciencia Política de la UNFV, la guerra
entre Rusia y Ucrania es una guerra de civilizaciones tal como lo predijo el
destacado politólogo estadounidense Samuel Huntington porque las guerras en el
siglo XXI ya no serían ideológicas sino entre diferentes civilizaciones debido
a que cada una se considera superior a la otra. Indudablemente, la civilización
ortodoxa se siente superior a la occidental porque ellos siempre se han
considerado la “Tercera Roma” debido a que la sobrina del último Emperador
Romano de Oriente, Sofia de Paleólogo se casó con el ruso Iván III quien fue el
primer gobernante en usar el título de “Gran Soberano de toda Rusia.” Además,
la Rusia zarista no tuvo el proceso de industrialización que desarrolló la
Europa occidental sumado a que en Rusia lamentablemente triunfó el primer
experimento político del totalitarismo venido de la izquierda que fue la Unión
Soviética es decir los desarrollos culturales, económicos y políticos de Rusia
fueron y son totalmente diferente a Occidente. Por eso, esta terrible guerra
hay que verla como una guerra de civilizaciones. Además, en esta guerra se ve
una propaganda muy intensa del régimen autoritario de Putin que hay que
recordarles a algunos ciudadanos que la Rusia de Putin es aliada de siniestras
dictaduras como las socialistas de Diaz Canel en Cuba, Ortega en Nicaragua y
Maduro en Venezuela es decir Putin promueve a dictadores socialistas que
representan todo lo contrario a los valores y tradiciones democráticas como
capitalistas de Occidente. Por dicha razón, ningún ciudadano de auténtica
tendencia democrática y occidental debe apoyar moralmente a Putin, claro si en
verdad se dicen defensores de las libertades políticas.
El primer mito ruso es que
rápidamente iban a ganarle la guerra a Ucrania sumado a que los ucranianos
recibirían a los soldados rusos como liberadores del “gobierno nazi” de
Zelensky. Indudablemente en 8 meses de guerra, los ucranianos están peleando
estoicamente en defensa de patria, situación que debe desesperar al régimen
autoritario ruso, a la vez que la resistencia ucraniana debe ser admirada en
todo Occidente.
El segundo mito, venido por un
pseudo filosofo argentino que afirma ser conservador, es comparar esta guerra con
la invasión de la Bahía de Cochinos comandada pesimamente por la administración
de Kennedy contra la dictadura socialista de Fidel Castro. Por favor, Cuba es
una dictadura socialista desde el 1 de enero de 1959 que solo ha generado
hambre, miseria y muerte que jamás se podrá comparar con la novel democracia
ucraniana que en los dos últimos lustros estaba haciendo esfuerzos para
occidentalizar, lo que se debe apoyar porque es la decisión soberana del estado
independiente de Ucrania en unirse a la Unión Europea y
OTAN. Además, este pseudo filósofo, en su afán de ayudar a la
tiranía rusa, maniqueamente considera que Estados Unidos violo la soberanía de
Cuba con esta fallida invasión. En este espacio le manifiesto a él y a otros
áulicos del régimen ruso que jamás Estados Unidos ni Occidente debieron
permitir que en Cuba se instale una dictadura socialista porque esta ideología
política es enemiga de todos los valores y tradiciones de Occidente. Además,
Cuba y Venezuela no están perdidas porque no hay poder humano dictatorial que
dure para siempre sino recuerden la caída del Muro de Berlín y de la Unión
Soviética.
El tercer mito ruso es que no
tiene nada que ver que el régimen autoritario ruso tenga como aliados a
dictadores socialistas en Iberoamérica como su gran aliado sea la dictadura
comunista china. Lo peor de este maniqueísmo que vienen de ciudadanos que se
jactan en ser “conservadores” o se autoproclaman como “hispanistas” cuando en
verdad ellos olvidan que el conservadurismo no es incompatible con la libertad
ni la democracia (¿sabrán que el Partido Conservador británico defiende a la
democracia representativa y parlamentaria?) sumado a que el auténtico
conservador sabe bien que el marxismo es la principal ideología contraria a los
valores y tradiciones de Occidente que se respaldan en el judeo cristianismo.
Por eso, en voz alta hay que denunciar a los filipillos que en Occidente apoyan
al régimen autoritario ruso porque terminan siendo furgón de cola y aliados de
siniestros dictadores como Diaz Canel, Ortega y Maduro.
A modo de conclusión afirmó que
estamos viendo el renacer del imperialismo ruso que tiene una vena política
totalmente autoritaria a pesar de que viene disfrazado de un cristianismo
ortodoxo que vale un dólar ruso. ¡Estamos en una guerra de civilizaciones!