martes, 25 de enero de 2022

¡En defensa de la autonomía universitaria!

 Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 2501-2022

 

Como catedrático en una Universidad Pública he constatado que sutilmente se viola la autonomía universitaria que es un derecho consagrado en la Carta Magna de 1993 sumado a que su existencia se debe a la Reforma Universitaria del año 1919 que fue liderada por hombres preclaros como Víctor Raúl Haya de la Torre, Jorge Basadre, Luis Alberto Sánchez y Raúl Porras Barrenechea.

Un iceberg de la violación de la autonomía universitaria es el Informe N° 815-2021, del 28 de octubre del 2021, de la Asesoría Jurídica de la SUNEDU en el que ordena a la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV), que los estudiantes ingresantes de los años 2016, 2017 y 2018 tienen que llevar una currículo adecuado a la actual ley universitaria a pesar de que ellos comenzaron a estudiar con planes curriculares anteriores es decir la Oficina de Asesoría Jurídica de la SUNEDU violando la irretroactividad de la ley que también es un principio consagrado en la Carta Magna vigente de nuestro país. ¿Si esto les parece poco? Les diré que los ingresantes del año 2016, por lo menos algunos, ya tienen el grado académico de Bachiller aprobados por los Consejos de Facultad mientras que los ingresantes del 2017 están ad portas de acabar su último año académico. Indudablemente, el sentido común nos dice que ese informe de Asesoría Jurídica de la SUNEDU no entiende la realidad problemática que vivimos que por la tercera ola del COVID 19, las clases siguen siendo virtuales. Firmemente, considero que las autoridades universitarias como los estudiantes, de los anteriormente citados años, deben apelar y/o presentar recursos de reconsideración ante una muestra más de violación de la autonomía universitaria como movilizarse en las calles y llevar este justo reclamo a los medios de comunicación.

Hay que ser frontales en decir la verdad el problema medular es que la SUNEDU tiene un mal origen porque está adscrito al Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Educación y, en muchos casos, la burocracia de la SUNEDU no entiende la realidad problemática de las Universidades Públicas que es compleja por el exiguo presupuesto que el propio Estado peruano les otorga anualmente.  En ninguna democracia consolidada, las Universidades públicas tienen un ente que dependa administrativa y presupuestalmente del Poder Ejecutivo. Toda autentica reforma universitaria, como lo demuestra la historia del siglo XX en nuestro continente, surge por parte del estamento estudiantil, no de algunos congresistas que tal vez tengan buenas intenciones, pero que desconocen mucho del funcionamiento de las Universidades Públicas.

Otro problema que demuestra la violación de la autonomía de las Universidades Públicas es la existencia del discriminador artículo N° 84 de la Ley N° 30220, Ley Universitaria, que pone un límite de edad para ser catedrático (de 75 años) para las Universidades Públicas, pero no para las Universidades Privadas. Es decir, viola el principio constitucional de igualdad ante la ley. ¡Increíble!

La Comisión de Educación del Parlamento, presidido por el congresista Esdras Medina, debe modificar el artículo N° 84 de la Ley Universitaria, con el obvio objetivo de eliminar el límite de edad para ser catedrático porque esta función es intelectual, no administrativa por consiguiente lo que importa es que el catedrático se mantenga en lucidez además la experiencia académica y profesional es importante y ninguna Universidad debería darse “el lujo” de cesar a catedráticos por un tema de edad cuando su inteligencia sigue intacta.

Finalmente, considero vital que haya homologación de los sueldos de los catedráticos con los jueces: Un catedrático en la categoría de auxiliar debe ganar como un juez especializado en cualquier materia, un catedrático en la categoría de asociado debe ganar como un juez superior y un catedrático en la categoría de principal debe ganar como un juez supremo. ¿Por qué? Como esgrimía, el egregio intelectual y político Luis Alberto Sánchez (tres veces Rector de San Marcos) ser catedrático implica, no solo enseñar determinados cursos, sino escribir artículos y/o libros como investigar sumado a estudiar sendas maestrías y doctorados que implican no solo una inversión en tiempo sino en dinero. Por dicha razón, la homologación de los sueldos de los catedráticos universitarios con los sueldos de los jueces debe ser una realidad porque la función de catedrático es especial y, en muchos casos, una interesante carrera profesional de toda la vida. Perfecto que se pida calidad a los catedráticos, pero el Estado también debe dar todos los recursos económicos para que los catedráticos pueden perfeccionarse académica y continuamente para sus estudiantes.

A modo de conclusión. Sostengo que la comunidad universitaria -entiéndase los estamentos de estudiantes y catedráticos- son los llamados en defender la autonomía universitaria porque ellos conocen, mejor que nadie incluyendo a la SUNEDU, la realidad problemática de la Universidad pública en el Perú.

 

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV

 

Como catedrático en una Universidad Pública he constatado que sutilmente se viola la autonomía universitaria que es un derecho consagrado en la Carta Magna de 1993 sumado a que su existencia se debe a la Reforma Universitaria del año 1919 que fue liderada por hombres preclaros como Víctor Raúl Haya de la Torre, Jorge Basadre, Luis Alberto Sánchez y Raúl Porras Barrenechea.

Un iceberg de la violación de la autonomía universitaria es el Informe N° 815-2021, del 28 de octubre del 2021, de la Asesoría Jurídica de la SUNEDU en el que ordena a la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV), que los estudiantes ingresantes de los años 2016, 2017 y 2018 tienen que llevar una currículo adecuado a la actual ley universitaria a pesar de que ellos comenzaron a estudiar con planes curriculares anteriores es decir la Oficina de Asesoría Jurídica de la SUNEDU violando la irretroactividad de la ley que también es un principio consagrado en la Carta Magna vigente de nuestro país. ¿Si esto les parece poco? Les diré que los ingresantes del año 2016, por lo menos algunos, ya tienen el grado académico de Bachiller aprobados por los Consejos de Facultad mientras que los ingresantes del 2017 están ad portas de acabar su último año académico. Indudablemente, el sentido común nos dice que ese informe de Asesoría Jurídica de la SUNEDU no entiende la realidad problemática que vivimos que por la tercera ola del COVID 19, las clases siguen siendo virtuales. Firmemente, considero que las autoridades universitarias como los estudiantes, de los anteriormente citados años, deben apelar y/o presentar recursos de reconsideración ante una muestra más de violación de la autonomía universitaria como movilizarse en las calles y llevar este justo reclamo a los medios de comunicación.

Hay que ser frontales en decir la verdad el problema medular es que la SUNEDU tiene un mal origen porque está adscrito al Poder Ejecutivo a través del Ministerio de Educación y, en muchos casos, la burocracia de la SUNEDU no entiende la realidad problemática de las Universidades Públicas que es compleja por el exiguo presupuesto que el propio Estado peruano les otorga anualmente.  En ninguna democracia consolidada, las Universidades públicas tienen un ente que dependa administrativa y presupuestalmente del Poder Ejecutivo. Toda autentica reforma universitaria, como lo demuestra la historia del siglo XX en nuestro continente, surge por parte del estamento estudiantil, no de algunos congresistas que tal vez tengan buenas intenciones, pero que desconocen mucho del funcionamiento de las Universidades Públicas.

Otro problema que demuestra la violación de la autonomía de las Universidades Públicas es la existencia del discriminador artículo N° 84 de la Ley N° 30220, Ley Universitaria, que pone un límite de edad para ser catedrático (de 75 años) para las Universidades Públicas, pero no para las Universidades Privadas. Es decir, viola el principio constitucional de igualdad ante la ley. ¡Increíble!

La Comisión de Educación del Parlamento, presidido por el congresista Esdras Medina, debe modificar el artículo N° 84 de la Ley Universitaria, con el obvio objetivo de eliminar el límite de edad para ser catedrático porque esta función es intelectual, no administrativa por consiguiente lo que importa es que el catedrático se mantenga en lucidez además la experiencia académica y profesional es importante y ninguna Universidad debería darse “el lujo” de cesar a catedráticos por un tema de edad cuando su inteligencia sigue intacta.

Finalmente, considero vital que haya homologación de los sueldos de los catedráticos con los jueces: Un catedrático en la categoría de auxiliar debe ganar como un juez especializado en cualquier materia, un catedrático en la categoría de asociado debe ganar como un juez superior y un catedrático en la categoría de principal debe ganar como un juez supremo. ¿Por qué? Como esgrimía, el egregio intelectual y político Luis Alberto Sánchez (tres veces Rector de San Marcos) ser catedrático implica, no solo enseñar determinados cursos, sino escribir artículos y/o libros como investigar sumado a estudiar sendas maestrías y doctorados que implican no solo una inversión en tiempo sino en dinero. Por dicha razón, la homologación de los sueldos de los catedráticos universitarios con los sueldos de los jueces debe ser una realidad porque la función de catedrático es especial y, en muchos casos, una interesante carrera profesional de toda la vida. Perfecto que se pida calidad a los catedráticos, pero el Estado también debe dar todos los recursos económicos para que los catedráticos pueden perfeccionarse académica y continuamente para sus estudiantes.

A modo de conclusión. Sostengo que la comunidad universitaria -entiéndase los estamentos de estudiantes y catedráticos- son los llamados en defender la autonomía universitaria porque ellos conocen, mejor que nadie incluyendo a la SUNEDU, la realidad problemática de la Universidad pública en el Perú.

 

 

martes, 18 de enero de 2022

Renuncie o será vacado


Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 18-01-2022

 

Todos los días se demuestra las corruptelas como la inoperancia en la gestión pública en el desgobierno de Pedro Castillo. Lamentablemente, a todos los peruanos -quienes no votamos en ninguna vuelta presidencial por Castillo y quienes erróneamente lo hicieron- nos saldrá caro si el actual gobierno permanece por 5 años (aunque yo siempre he creído que el proyecto de ellos es quedarse tanto en el tiempo como los Castro o Maduro en el poder) porque son una absoluta nulidad en materia económica y afirmar esta verdad para nada es racista, quien escribe es un orgulloso mestizo como la inmensa mayoría silenciosa del Perú. ¡Decir la verdad jamás será racismo!

Además, el mandatario Castillo debe reconocer que él no es un experto en gestión pública sumado a que lamentablemente (para el Perú) sus colaboradores más cercanos tampoco lo son es decir estamos desgobernados por unos novatos en la administración pública. Indudablemente, el Perú no debe darse el “lujo” de soportar un desgobierno ni por un año ni que decir cinco años sumado a la presencia nociva de un marxista de vieja escuela como Vladimir Cerrón quien es totalmente perjudicial para Castillo. Preguntó en voz alta: ¿Castillo no se cansa de tanta “coordinación” con Cerrón que ni cargo público tiene?

El régimen democrático no debe degenerar en que los incapaces estén al mando. Por dicha razón es válido preguntar: ¿Tenía razón Bartolomé Herrera cuando esgrimía la propuesta de la soberanía de la inteligencia? Indudablemente, la democracia representativa debe implicar que los mejores profesionales estén en el gobierno porque administran los escasos recursos de un país que siempre tiene altas demandas sociales como el Perú. Creo, que, a la larga, el sentido común nos dice que el conservadurismo de Bartolomé Herrera tenía más razón que la demagogia.

El Perú no puede ni debe aguantar un Poder Ejecutivo repleto de incapaces en la gestión pública ni de corruptos que destruyen el espíritu republicano de la Nación. Además, Castillo ya debe sentirse agotado porque él no es un estadista como de soportar la nociva influencia del castrochavista Cerrón. Por eso, señor Castillo -por el bien de la Nación peruana, de usted mismo y de su propia familia- renuncie al lado de su vicepresidenta a la Presidencia de la República porque el Perú no da más con este desgobierno que hace agua como el Titanic ¡Qué asuma la Presidencia de manera interina la Presidenta del Parlamento y que llame a elecciones generales en el plazo señalado por la Carta Magna!

Es probable, que no renunciaría por las presiones de Cerrón entonces debe ser consciente que -más temprano que tarde- el Parlamento lo vacará porque la corrupción es la peste de su desgobierno: 20 mil dólares de Bruno Pacheco en el baño de Palacio de Gobierno, las visitas nocturnas en la mentada casa en Breña de una lobista de apellido López como otras perlas más son del pan diario ¿Dónde están los que pontifican sobre moral y señalaban con el dedo acusador? Callados en todos los idiomas.

¡Por el bien del Perú, señor Castillo renuncie o será vacado! Lo último será peor porque afrontará la justicia humana y estoy seguro (lamentablemente para Usted y su familia) que tendrá muchísimas visitas al Poder Judicial cuando no ostente la Jefatura de Gobierno del Perú.

P.D.: Una lástima que la Comisión Especial del Parlamento para designación de magistrados del Tribunal Constitucional no tenga en consideración los libros de sus postulantes, siendo el caso más significativo de la abogada y catedrática María del Pilar Tello Leyva que ha escrito una veintena de libros y la mayoría de los congresistas de dicha comisión no han valido el puntaje de los libros de la profesora Tello.  ¡Deben rectificar!

martes, 11 de enero de 2022

La importancia de enseñar filosofía en los colegios

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 11-01-2022

 

En la Escuela Profesional de Ciencia Política de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV), soy catedrático de los cursos de filosofía general y filosofía política por consiguiente he constado que la mayoría de los alumnos que provienen de colegios estatales tienen vacíos respecto a los temas relacionados a los grandes referentes de la filosofía occidental como Sócrates, Platón, Aristóteles, San Agustín de Hipona y Santo Tomás de Aquino.

En esta lógica, considero que es un inmenso daño que en el currículo de los colegios estatales hayan eliminado el curso de filosofía para juntarlo con los cursos de historia del Perú, historia mundial y geografía en el mal llamado Ciencias Históricas Sociales o Historia, Geografía y Economía como sé que hacen, por lo menos hasta el año 2017.

Siempre he considerado que las elites políticas desean que el pueblo peruano sea ignorante (sumado a que no tengan capacidad de análisis propio) para poderlos manipular a través de los medios de comunicación privados y así sutilmente tenerlos controlarlos y que respalden con su voto una determinada opción política. Si estos ciudadanos hubieran llevado por separado los cursos de filosofía y las historias del Perú como mundial tendrían una capacidad propia de análisis y serian más difíciles de manipular por los poderes facticos. Por eso, y con mucha razón, se afirma que un acto revolucionario es darle educción con calidad al pueblo para que ellos analicen y determinen lo mejor en el momento de sufragar. Indudablemente, leer los libros de los clásicos de la Filosofía en la Antigua Grecia como en la Edad Media te darán las herramientas académicas necesarias para ser libre, en una sociedad donde se pretende imponer un pensamiento único.

Sinceramente, no tengo esperanza alguna que el actual mandatario haga una verdadera reforma educativa porque viene de la dirigencia sindical del magisterio que más bien solo “reivindica” nombramientos de los docentes por antigüedad, sin ningún mérito académico ni profesional alguno, pero confió que en el futuro -ojala no muy lejano- haya un gobierno que le de importancia a la educación de primaria y secundaria en los colegios públicos para que vuelva la sensata medida que se enseñe los cursos de filosofía, historia del Perú, historia mundial, economía y geografía por separados. Lo que también no dudo es que habrá las personas que dirán el siguiente maniqueísmo: “Esos cursos no importan porque mi hijo será ingeniero o médico.” ¡Craso error! Porque la filosofía tiene una enorme importancia que radica en que representa la evolución de los valores y tradiciones de nuestra civilización, la occidental, que está representada en los conocimientos milenarios de tres enormes ciudades: Atenas, Roma y Jerusalén.

Quien desconoce la grandeza de su propia civilización está condenado a vivir siempre en la ignorancia sumado a que jamás tendrá los conocimientos para defender y asumir como verdad los valores y tradiciones de nuestra civilización que están respaldadas en el judeocristianismo, guste o no les guste, eso es la verdad.

A modo de conclusión afirmo que la filosofía es el curso -sea en colegio o pregrado o posgrado- que nos da las herramientas académicas para ser un hombre y no ser manipulado por nadie ni nada en este mundo. Como esta escrito en los Santos Evangelios: “Solo la verdad nos hará libres.”

martes, 4 de enero de 2022

La Biblia Poliglota Complutense y Cristo

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política en la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 4-01-2020


Aunque ya estamos en la primera semana de enero del 2022, deseo a todos los lectores de El Montonero que hayan pasado una feliz navidad al lado de sus familias y mis mejores deseos para este nuevo año que es el 2022. ¡Qué la prosperidad reine en los hogares peruanos!

Una de las mayores mentiras que se nos afirma -desde que tenemos uso de razón- es que Martín Lutero fue la primera persona en traducir, del latín, la Biblia a otros idiomas.

La gran verdad histórica es que el cardenal español y asesor político de los Reyes Católicos, Francisco Jiménez de Cisneros (1436-1517) fue la primera persona en traducir la Biblia a otros idiomas. Esta Biblia se denominó la Biblia Políglota Complutense. Los idiomas escritos en dicho texto son el arameo, el hebreo, el griego y el latín.

La Biblia Políglota Complutense fue terminada en el año 1517, pero el fallecimiento del Cardenal Cisneros retrasó la venta. Recién en el año 1521, el Papa León X aprobó la publicación de la Biblia Políglota Complutense y su venta se inició en el año 1521. Fue vendido a seis ducados y medio de oro.

También deseo hacer breves reflexiones sobre Cristo:

En primer lugar, no puede haber creyente en Cristo que apoye el aborto porque el hilo conductor del cristianismo empieza con la divina concepción y posterior nacimiento de Cristo sumada a la importancia que se le da a María, madre de Cristo que asumió con estoicismo la misión dado por Dios padre. Con esto demuestro que si hay creyentes en Cristo (sean católicos, evangelistas, adventistas, luteranos, etc.) que apoyan el aborto son unas personas con una enorme incoherencia y por consiguiente no entienden el significado de que Dios Padre mandó a su hijo a la tierra como un inofensivo bebé.

Y, en segundo lugar, como todos sabemos Jesucristo es el Hijo de Dios, profetizado en el Antiguo Testamento como el Mesías e Hijo de Dios.

Jesucristo, al iniciar su predicación religiosa, chocó con dos grandes poderes: El primero fue el romano que pensaba que Jesucristo era un líder político que lideraría una rebelión contra el Imperio Romano. El segundo poder era el establishment religioso judío, comandado por los sacerdotes Caifás y Anás.

Estoy convencido que dentro de sus corazones, Caifás y Anás sabían que Jesucristo era el Hijo de Dios, profetizado en el Antiguo Testamento, pero ellos sabían que sí lo reconocían como Hijo de Dios no lo podrían manipular porque Jesucristo es Dios y los mortales no podemos manipular a Dios. ¡Lógico! Además, sí Caifás y Anás lo reconocían a Jesucristo como Dios, ellos, como toda la casta sacerdotal judía, perderían todo su poder sobre la comunidad judía.

Está reflexión es muy personal y no deseo que sea tomado como un insulto a nadie por sus respectivos credos confesionales.  Soy respetuoso de todas las religiones como de las personas que, en base a su libertad, deciden no creer en Dios.