sábado, 12 de septiembre de 2015

El fracaso de las alianzas electorales en el Perú.

El fracaso de las alianzas electorales en el Perú.

Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)

Publicado en Mundiario con fecha 12/09/15 

En el presente artículo, realizaré un repaso histórico de las alianzas electorales realizadas desde la elección presidencial de 1985 hasta la última elección presidencial del año 2011 en el Perú. Recordemos que en abril del 2016 serán las elecciones generales (presidenciales y parlamentarias) en el Perú.
En la elección presidencial de 1985 se presentaron dos candidaturas que representaban alianzas electorales. La primera alianza era la Izquierda Unida, que fue una alianza electoral de las izquierdas peruanas, cuyo candidato fue el entonces Alcalde de Lima Alfonso Barrantes. La segunda alianza electoral fue Convergencia Democrática, que fue la alianza del Partido Popular Cristiano (PPC), Movimiento de Bases Hayistas (escisión del Partido Aprista) y de algunos independientes, cuyo candidato presidencial fue el dos veces Alcalde de Lima Luis Bedoya Reyes.
La Izquierda Unida fue la alianza electoral de las izquierdas peruanas, mientras que la Convergencia Democrática fue la alianza electoral de un sector importante de la derecha o conservadurismo peruano.
Como todos sabemos el ganador en 1985 fue Alan García del Partido Aprista Peruano. La Izquierda Unida quedo en segundo lugar con el 24% mientras que la Convergencia Democrática quedo en tercer lugar obteniendo el 11% de los votos. 
Para la elección presidencial de 1990 se presentó una alianza electoral que fue el Frente Democrático (Fredemo), que era la alianza electoral de Acción Popular del ex. Pdte peruano Fernando Belaunde Terry, del PPC del ex Alcalde de Lima Luis Bedoya Reyes y del Movimiento Libertad fundado por el connotado escritor Mario Vargas Llosa. Este último fue el candidato presidencial de dicha alianza electoral que representaba a la derecha peruana. El ganador del proceso de 1990 fue Alberto Fujimori, mientras que el Fredemo de Vargas Llosa en la segunda vuelta obtuvo el 37% de los votos.
Vuelta la democracia en el 2001, se realizo la elección presidencial del 08 de abril del 2011. La alianza electoral que se presentó fue Unidad Nacional, que era la alianza electoral del PPC, de Solidaridad Nacional y de Renovación Nacional. Dicha alianza electoral representaba al espectro político de la derecha peruana. Su candidata presidencial fue Lourdes Flores Nano, ex congresista peruana.
La segunda vuelta fue entre Alejandro Toledo de Perú Posible y Alan García del Partido Aprista. Unidad Nacional quedo relegada al tercer lugar con el 24% de votos.
Para la elección presidencial del 2006, la alianza electoral Unidad Nacional se volvió a presentar llevando como candidata presidencia por segunda vez a Lourdes Flores. Los resultados fueron similares que en el 2001, Flores quedo relegada al tercer lugar con el 23% En este proceso electoral es elegido por segunda vez Presidente del Perú, Alan García del Partido Aprista.
Para la elección presidencial del 2011, se presentó una alianza electoral denominada Alianza por el Gran Cambio que llevó como candidato presidencial al ex Primer Ministro Pedro Pablo Kuczynski.  Dicha alianza electoral era la sumatoria del PPC, del Partido Humanista, Restauración Nacional y Alianza para el Progreso. Los resultados lo colocaron en el tercer lugar con el 18% de los votos.
A través de la historia de los últimos 30 años en el Perú quiero demostrar la constante histórica que ninguna alianza electoral pudo ganar las elecciones primero porque la política no se debe entender como una suma aritmética sino como una constante dinámica de cambio con tendencias claras, o hacia arriba o hacia abajo. Recordemos, que tanto en 1990 el Fredemo como en el 2006 Unidad Nacional encabezaron las encuestas, pero ningún pudo alcanzar la Presidencia del Perú. Segundo, toda alianza electoral tiene como objetivo la sobrevivencia de los partidos políticos que la conforman porque si estos partidos políticos hubieran competido de manera independiente de seguro sus resultados hubieran sido más magros o hasta hubieran perdido la inscripción legal (en el Perú la valla electoral es del 5% de los votos). En el Perú, formar una alianza electoral no es la solución ni la garantía de una victoria.

La historia peruana nos enseña mucho, tengámosla presente. 

domingo, 6 de septiembre de 2015

La anacrónica Ley Universitaria Nº 30220.

La anacrónica Ley Universitaria Nº 30220.

Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)

Frontis del Local Central de la UNFV.

El actual gobierno con sus aliados en el Congreso lograron la aprobación de la Ley Universitaria Nº 30220; sin generar, consensos con las autoridades, docentes, estudiantes de pre y post grado, y el personal administrativo de nuestras Universidades.
Es una ley impuesta bajo la entonces mayoría parlamentaria, sin contar con la opinión ni que decir consenso de la comunidad universitaria en su mayoría.
¿Cuáles son los puntos más negativos de esta anacrónica Ley Universitaria?
Primero, la creación de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) es violatoria de la autonomía universitaria porque está adscrito al Ministerio de Educación que a la vez responde al Presidente de la República; por lo tanto, la interferencia política gubernamental es una relación dable. Además, la misma ley en su artículo 12 señala que está adscrito al Ministerio de Educación. Los defensores de este organismo anacrónico comparado con su par en la dictadura militar (1968-1980) dirán que la SUNEDU vela la calidad académica. Este punto es una falacia del tamaño de las pirámides egipcias porque mientras los presupuestos de las Universidades Públicas siga siendo paupérrimos, jamás las autoridades ni docentes ni tercios estudiantiles podrán implementar aulas virtuales, construir auditorios modernos para conferencias magistrales ni que decir del proceso de la acreditación que el actual gobierno y sus aliados no dicen ni una palabra.
Recordemos que el Superintendente es designado por Resolución Suprema a propuesta del Ministro de Educación como lo señala el artículo Nº 20 de esta anacrónica ley. Ésta es otra prueba irrefutable del control político digitado desde Palacio de Gobierno.
Segundo, la creación de nuevas Universidades Públicas se regentara bajo una Comisión Organizadora  designada por el Ministro de Educación como lo señala el artículo Nº 29 de la presente ley; es decir, volvemos a demostrar la interferencia gubernamental en relación a las Universidades Públicas. El dedo político nacerá con la nueva Universidad Pública.
Tercero, en mi experiencia como Licenciado en Ciencia Política y Jefe de Práctica en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) he constatado que obtener el grado académico de Bachiller, el Título Profesional como estudios de Post Grado no sólo representa un esfuerzo académico sino una gran inversión económica. Lo que dice el papel puede parecer bonito, pero la realidad lo supera. Les pregunto: ¿Del 100% de egresados de nuestras Universidades Públicas cuantos obtienen un trabajo formal? De seguro es el mínimo de cada promoción; es decir, sin un trabajo formal y remunerado como podrán los egresados obtener su bachillerato y su posterior Título Profesional, ni que decir de estudios de Maestría. El artículo Nº 45 de esta ley anacrónica (sobre la obtención de grados y títulos) es irreal porque no se congruente con la realidad que afrontan la mayoría de egresados ni con la logística de las Universidades Públicas que no motivan; en su mayoría, a las investigaciones académicas. Otra vez, el Estado soslaya en el aspecto presupuestal a nuestras Universidades Públicas porque sin dinero como se investigará, es imposible investigar de la nada.
Cuarto, en nuestro entender el capítulo más anacrónico y polémico es el Nº VII Gobierno de la Universidad (artículo Nº 55 hasta el artículo Nº 78).
Revisemos algunos detalles: Para ser representante estudiantil ante cualquier órgano de gobierno (Asamblea Universitaria, Consejo Universitario y Consejo de Facultad) se debe pertenecer al tercio superior. Muestra total de una discriminación negativa como lo denominan los abogados.                    ¿Qué tal incongruencia con la realidad? Seamos honestos; mayormente, el estudiante que está en los primeros lugares no le interesa involucrarse en la dirigencia universitaria, prefiere dedicarse a estudiar y sólo estudiar. Claro, nos referimos a los estudiantes del tercio superior que en verdad estudian y que no obtienen buenas notas en base a coimas, sobonerías u otras prebendas que de una manera anti ética obtendrían buenas notas que lo coloquen dentro del Tercio Superior. Vayamos más al fondo y con toda sinceridad, en nuestras Universidades Públicas existe una relación directa de docentes con las agrupaciones estudiantiles. Quién niegue esta realidad sería como afirmar que el actual gobierno es eficiente y es el mejor del Perú Republicano. De seguro, por una preferencia política algunos docentes pondrían mayores notas a sus estudiantes a fines a su grupo; en contraposición, de los estudiantes venidos de otras canteras ¿O no? Pertenecer al Tercio Superior se ha convertido en una perfecta herramienta de manipulación política de los docentes. La SUNEDU; anacrónica en su origen, no puede ni podría supervisar esta realidad, ni las autoridades ni los tercios estudiantiles.
 ¿Quién podría controlar al controlador de notas? La respuesta es obvia.
Se debería volver, al mecanismo que señala la anterior Ley Universitaria Nº 23773 donde los estudiantes que postulen a los órganos de gobierno sean quiénes hayan aprobado el ciclo o el año anterior de estudios. Toda herramienta de manipulación debe ser eliminada de esta anacrónica Ley Universitaria.
El Consejo Universitario con la anterior Ley Universitaria todos los decanos la conformaban, ahora lo conforman ¼ del total de decanos elegidos entre ellos; es decir, esta anacrónica ley ha eliminado representantes en el Consejo Universitario.
La elección de autoridades como Rector, Vicerrectores y Decanos se ha hiper politizado. Antes, con la Ley Universitaria Nº 23773 los estudiantes y docentes elegían a sus representantes para el Consejo de Facultad como la Asambleísta y los representantes (tanto de docentes y estudiantes) elegían a las autoridades. Ahora, con la anacrónica Ley Universitaria Nº 30220 por “elección universal y ponderada” se eligen a las autoridades y si ninguno de los candidatos obtiene el 50% más 1 voto, los dos más votados pasan a una segunda vuelta; es decir, la batalla política como la incertidumbre reinarán en nuestras Universidades Públicas. Los candidatos a Rector, Vicerrectores y Decanos tendrán que ir de aula en aula y realizar promesas como si fuesen los redentores de todos los tiempos; es decir, la Universidad Pública caería bajo un populismo característica de los países de nuestra región Latinoamericana.
El artículo Nº 72 al establecer que las listas ganadoras (se entiende con la mayor votación) obtengan el total de representación es un asesinato político al principio del pluralismo democrático. Dicho principio, permite la existencia de una mayoría como de una minoría, con la anterior ley universitaria existían la representación en mayoría como en minoría ahora ya no lo existe.
La democracia representativa siempre ha entendido en la existencia de mayorías y de minorías donde todos los sectores estén representados. Ahora este sistema electoral construirá la dictadura de una mayoría, que será relativa en la medida que no existan actores que con claridad y firmeza se atrevan a cuestionar dicha violación ya no sólo a la autonomía universitaria sino a los pilares básicos de la democracia liberal venida desde el siglo XIX.
Quinto, otro artículo anacrónico de esta ley es el Nº 84 donde se pone como edad máxima de la docencia universitaria a los 70 años. Nos preguntamos ¿Cuál fue el criterio de la comisión de Educación para poner un tope a los 70 años? Este artículo es un atropello y una barbaridad porque cercena a nuestras Universidades Públicas de docentes con gran experiencia no sólo en la docencia universitaria sino en la gestión pública. He tenido docentes en Pre Grado que fueron Presidentes de Directorios de empresas estatales como Congresistas; es decir, hoy se priva a la juventud de tener esa relación directa con docentes con amplia experiencia profesional.
De seguro, habrán más razones que esgrimen que la actual Ley Universitaria es anacrónica; por lo cual, su derogación es una urgencia que reclama nuestras Universidades Públicas.
Nuestra propuesta es la derogación de la actual Ley universitaria y la restitución de la anterior Ley Universitaria Nº 23773 hasta que con el consenso de la comunidad universitaria se elabore y aprueba una Ley Universitaria acorde a las exigencias académicas y profesionales de nuestra actual sociedad.



martes, 1 de septiembre de 2015

La Revolución venezolana de 1945.

La Revolución venezolana de 1945.
Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)

Publicado en Estado Internacional el 01 de setiembre del 2015. 

Antes de entrar al tema principal que es la Revolución de 1945 acontecida en Venezuela, me permito hacer un paréntesis al referirme a la categoría de revolución.
Para los teóricos marxistas el término revolución sólo puede ser usado y ejecutado por ellos (en su lógica absoluta) porque el partido comunista es el único en ejecutar grandes transformaciones sociales, políticas y económicas en sus países para justificar el aniquilamiento del “orden burgués y capitalista.” Lo que los teóricos marxistas se olvidan convenientemente es que existe procesos revolucionarios liderados por fuerzas democráticas que transformaron radicalmente sus sociedades sin la implementación de la dictadura de un único partido ni la construcción de un estado totalitario como ellos hicieron en Rusia, China y otros países.
Desde el siglo XIX, la socialdemocracia considera que la verdadera revolución es la implementación del voto universal, directo y secreto. Mientras, el marxismo considera que a través de la violencia y de la implementación de la dictadura del proletariado (justificación elegante de su dictadura partidaria y totalitaria) se puede construir una mujer sociedad, la socialdemocracia considera que a través del voto y de la participación electoral se pueden implementar los necesarios cambios que la sociedad requiere para ser más igualitaria, justa y democrática.
Si bien es cierto que todo revolución es un Golpe de Estado, más no podemos decir que todos los Golpes de Estados sean revolución porque primero un proceso revolucionario implica cambios sustanciales y significativos en la estructura social, política y económica de su país, segundo porque los procesos revolucionarios significan el fin de un período conservador, oligárquico y autocrático, y tercero porque todo proceso revolucionario tiene como objetivo la construcción de una sociedad diferente y mejor (por lo menos en teoría) de lo que era antes. Mientras que los Golpes de Estado pueden significar la restitución de un orden político conservador y autocrático como fueron los golpes militares de 1948 en Venezuela liderado por el general Pérez Jiménez y del mismo año en el Perú liderado por el general Manuel Odría.
En 1945, era Presidente de Venezuela el general Isaías Medina Angarita (heredero político de la dictadura de Juan Vicente Gómez). Este general se negaba a conceder a los venezolanos el derecho de elegir a su Presidente más representantes de la Asamblea Nacional a través del voto universal, directo y secreto. El general Medina representaba los intereses de la oligarquía venezolana que deseaba mantener su poder venido de sus años aurorales de la dictadura gomecista.
El 13 de setiembre de 1941 fue fundado el partido Acción Democrática (AD), el primer partido político moderno de Venezuela que propugnaba la implementación del voto universal, directo y secreto. La organización de AD permitió que su militancia estuviera presente en todos los distritos venezolanos; es decir, eran los auténticos representantes del sentimiento democrático de la mayoría de su sociedad.
La audacia de AD como de otros partidos de tendencia socialdemócrata en Latinoamérica (el Partido Aprista del Perú, el PRI de México, el Liberacionista Nacional de Costa Rica, etc.) fue ganarse el apoyo de la población a través de propuestas revolucionarias para su espacio tiempo-histórico. El mejor ejemplo lo tenemos con la propuesta del voto universal, directo y secreto; en contraposición, de los partidos comunistas que se degastaron y se dividieron por sus luchas “ideológicas” y/o en sus pugnas entre moscovitas y pekineses.
Volviendo con la Revolución de 1945, jóvenes oficiales del ejército más la dirigencia de AD encabezaron el Golpe de Estado contra el régimen de Medina el 18 de octubre de 1945. Al día siguiente, se constituyó la Junta Revolucionaria de Gobierno en el Palacio de Miraflores (Palacio del Ejecutivo venezolano). Dicha Junta de Gobierno fue presidida por Rómulo Betancourt; padre de la democracia venezolana y líder fundador de AD, quien tenía 37 años al tomar por primera vez el poder. En diciembre de 1958 fue elegido Presidente Constitucional para el período (1959-1964) con el 49% de los votos, constituyéndose como el primer constitucional de la etapa democrática más duradera y estable de Venezuela.
El primer objetivo de la Junta Revolucionaria de Gobierno fue la convocatoria a una Asamblea Constituyente que permitiera construir un marco constitucional donde todos los venezolanos (varones y mujeres, alfabetos y analfabetos) pudieran en igualdad de condiciones elegir a su Presidente de la República más sus representantes de la Asamblea Nacional.
Dicha Asamblea Constituyente estaba conformada por 160 asambleístas. AD tenía 137 asambleístas; es decir, era de lejos la primera fuerza política venezolana. Esto se explica a la organización adeca que llegaba a todos los rincones venezolanos rompiendo el sistema caduco de la oligarquía y del gomecismo. El partido socialcristiano COPEI obtuvo 19 asambleístas, la URD obtuvo 2 asambleístas al igual que el Partido Comunista Venezolano (PCV). Los avances sociales de esta Constitución fueron la implementación del voto universal, secreto y directo para todas las elecciones, segundo se reconoció por primera vez el concepto del derecho del asilo. Recordemos que los líderes fundadores de AD sufrieron persecución de la dictadura gomecista. Tercero, se reconoció como derechos universales el derecho a la salud, educación y trabajo; es decir, la Constitución de 1947 fue la primera constitución social y moderna del estado venezolano.
El segundo objetivo de la Junta Revolucionaria de Gobierno fue la convocatoria a la primera elección donde el voto universal, secreto y directo sea una realidad. Dicho acontecimiento fue el hecho más revolucionario como democrático de la historia venezolana en el siglo XX. Sin duda, está página fue escrita con gran visión por parte de los líderes fundadores de AD.
Dichas elecciones se realizaron el 14 de diciembre de 1947, dando como ganador al gran escritor Rómulo Gallegos; quién como Rómulo Betancourt, era uno de los líderes fundadores de AD. Gallegos obtuvo 871 mil 752 votos que representaban el 74.47% de los votos. En la historia venezolana, nadie ni AD en sus mejores épocas con Rómulo Betancourt o Carlos Andrés Pérez ni el chavismo teniendo a Hugo Chávez vivo han podido superar este porcentaje de apoyo del pueblo venezolano.
El segundo candidato fue Rafael Caldera líder fundador del socialcristiano COPEI que obtuvo el 22.40% y el tercer candidato fue Gustavo Machado del Partido Comunista Venezolano que obtuvo el 3.11%
Miremos la enorme diferencia entre la votación de AD frente a la paupérrima votación del PCV. Este resultado es el primer hecho del eterno odio que el comunismo tiene sobre los adecos, además AD construyó una base social apoyada en trabajadores, universitarios y campesinos; es decir, le quito la base social que el comunismo no pudo tener ni en Venezuela ni en ningún país de Latinoamérica.
El 17 de febrero de 1948 Rómulo Betancourt le entrega en el Palacio Legislativo la banda presidencial a su correligionario de partido Rómulo Gallegos la banda presidencial. Dicho acontecimiento represento un hito en la historia venezolana porque fue la primera elección de voto universal, secreto y directo en Venezuela, y segundo por ser la primera vez que se le entregara la banda presidencial a un venezolano electo por el pueblo no impuesto por un golpe militar o por la “mayoría” del Congreso (como lo fue antes de 1948).

Lamentablemente, dicha experiencia democrática fue interrumpida por el golpe militar perpetrado el 24 de noviembre de 1948. Dicho golpe militar, originó la dictadura encabezada por Marco Pérez Jiménez; quién persiguió a sangre fría, a los líderes y militantes de AD. Los 10 años del terror militar terminaron con la caída de Pérez Jiménez y las elecciones de diciembre de 1958 que llevaron al poder a Rómulo Betancourt, máximo líder de AD. Los militares del 48 pensaron en aniquilar al partido del pueblo como a Rómulo Betancourt, pero AD volvió constitucionalmente al poder instaurando un periodo democrático; en base al Puntofijismo que escribí en mi pasado artículo, que feneció en 1999 con la llegada del chavismo al poder político. 

Titular del Diario El País luego de la Revolución de 1945.