¿Qué
nos deja el 10 de abril?
Renatto Bautista Rojas.
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad
Nacional Federico Villarreal.
Publicado en Estado Internacional con fecha 04-05-16.
Mis amigos me
han consultado sobre las lecciones dejadas por los resultados de la primera
vuelta, por dicha razón, escribo el presente artículo.
La lectura que
hago sobre Keiko Fujimori es que el fujimorismo, luego de la derrota del año
2011, ha realizado un trabajo de campo interesante en todo el Perú. Si en el
siglo XX, Fernando Belaúnde iba de villorrio a villorrio, para esta elección el
fujimorismo utilizó dicha estrategia. Además, Keiko se ha dedicado a la
formación de un partido político. Recordemos que Alberto Fujimori en cada
campaña presidencial utilizó diferentes membretes desde Cambio 90 hasta Perú
2000. Hoy Keiko es Fuerza Popular y para las siguientes elecciones seguirán
siendo Fuerza Popular. Además, Keiko ha tratado de limpiarse la cara (que te lo
creas o no, es tu cuestión). Sin ser
fujimorista, creo que Keiko ha puesto lo mejor de sí, para tratar de ganar la presente
elección.
Si ella no ganará
en esta elección, veo difícil que gane en otra elección porque hoy tiene un 39%
del electorado. Tal vez en otra coyuntura no repita los mismos resultados. Cada
elección es un nuevo partido. La historia lo demuestra.
¿Cuáles son mis
consideraciones sobre Pedro Pablo? Jamás he negado que él como profesional
tiene un interesante background, podría decirse que tiene experiencia en la
gestión de políticas públicas e intelectualmente es mejor que algunos de sus
rivales de la primera ronda, pero su 21% obtenido se debe primero al retiro de
las candidaturas de Guzmán y Acuña, segundo a la gran campaña de miedo que la
derecha hizo días antes del 10 de abril, al afirmar que la candidata de la
izquierda pasaría a la segunda vuelta, y tercera razón que el clásico elector
de derecha dejó de votar por el PPC para votar por Pedro Pablo al no comprender
la alianza Apra-PPC. Increíble que el elector de la derecha (que se supone que
tiene mayor instrucción profesional) siga viviendo de odios y antis.
Lo que une a un pobre y a un rico es el odio y
los clásicos antis, por dicha razón, siempre he creído que nuestra sociedad no
avanzará mientras exista una cultura de la rivalidad y de quién odia más.
Sobre la
candidata del tercer lugar tengo que decir que es una derrota de la izquierda
por diversas razones: Primero, Humala en la pasada elección presidencial obtuvo
31%, hoy Verónika Mendoza obtuvo 18%, me
dirán. “Humala no es de izquierda.”
Por favor,
Humala tuvo su Plan de Gobierno que era la Gran
Transformación que representaba a un esquema en lo económico y en lo
político de izquierda. Además, todos sus aliados eran de la vieja izquierda,
recordemos a Javier Diez Canseco. Jamás olvidemos la financiación de la
Venezuela chavista en las campañas presidenciales de los años 2006 y 2011,
demostradas en las agendas de la señora de Humala.
Es válido
recordar que el humalismo en el año 2011 obtuvo 47 congresistas, hoy la
candidata de la izquierda obtuvo 20 congresistas. Miremos en cualquier ángulo, la
izquierda ha perdido espacios políticos, eso es bueno, porque el elector
peruano está dejando de ser ideologizado para ser un elector pragmático. Por le
menos, ya no son tantos como en la elección del año 2011, además en Lima,
Mendoza obtuvo el 11.59% de los votos. Similar resultado obtuvo la ex alcaldesa
en su frustrada reelección del año 2014.
Dejando de lado
a Verónika Mendoza, viene Alfredo Barnechea. El salvador de Acción Popular en
la presente contienda ha sido Alfredo porque desde la elección presidencial del
año 2000 que no van solos como Acción Popular. Ellos han participado en alianzas electorales y sin
su clásico símbolo que es la lampa. En la elección del año 2006 fueron en la
alianza denominada Frente de Centro, mientras que en la elección del año 2011
fueron aliados del ex. Presidente Alejandro Toledo.
Si Acción
Popular hubiera mandado a otro candidato, estoy casi seguro que ni la valla
electoral hubiera pasado. Alfredo fue el esperado mesías para los viejos
seguidores de Fernando Belaúnde.
Por fin,
llegamos al ex. Pdte. Alan García; sin duda, Alan es un personaje que ha
generado odios desde su primera elección como Presidente del Perú en ese lejano
año de 1985. Tantos políticos mayores que fueron derrotados por un joven
diputado de 35 años.
¿Cuáles son las
razones de la derrota política de García?
Creo que hay
razones externas e internas del Partido Aprista. Las razones externas son la
gran campaña de desprestigio realizado por el humalismo y por la prensa adicta
a este gobierno (La República, Diario Uno y Diario 16), y añadido a los
periodistas amigos de los Humala Heredia (no vale la pena mencionarlos porque
son columnistas de los diarios antes mencionados). Jamás hay que olvidar que la
autodenominada Mega comisión se creó con el único objetivo de destruir la
campaña presidencial de García.
Lo que no pudo
el fujimorismo por 10 años, lo pudo el humalismo; es decir, la mínima reducción
política de García. El tema de los mal llamados Narcoindultos caló en todos los
niveles sociales. El elector asoció los Narcoindultos con la inseguridad
ciudadana. Por nada el ministro nazi Goebbels decía. “Miente, miente algo quedará.”
Segundo,
mientras la derecha siempre a pontificado a Fujimori por sus logros económicos,
jamás ellos han pontificado los logros económicos del segundo gobierno aprista,
sabiendo que el Perú en el año 2008 fue uno de tres países que creció en plena
crisis económica mundial. La derecha mira con mezquindad el segundo gobierno
aprista. ¿Acaso repitan alguna obra? Ni una la repitan, como si lo hacen con el
gobierno fujimorista.
Tercero, el
elector peruano jamás entendió la alianza del Apra con el PPC. Como politólogo
creo que fue una alianza interesante porque la política debe representar
consensos no enfrentamientos eternos ni viscerales.
La sociedad
peruana que siempre ha vivido en el odio, en la envidia y en la mezquindad (los
invito reflexionar sus aspectos familiares, laborales y/o profesionales) no
pudo entender que dos viejos adversarios superen sus viejas rivalidades para
ofrecer una propuesta seria y concreta al Perú.
Las razones
internas podrían ser el desgaste de la estructura partidaria con la sociedad.
Todo partido político debe mantener una clara relación con la sociedad. El
fujimorismo lo ha demostrado en la presente elección, mientras el aprismo ha
perdido esa antigua relación con el elector peruano. Otra razón sería que
algunos militantes apristas son vistos como ladinos y oportunistas. El elector
con justa razón dice: “¿Cómo votaría por
el Apra, si mi vecino es aprista y es un oportunista o sinvergüenza? La
dirigencia como la militancia aprista debe entender esta realidad, que sí es
superable.
Algunos dicen
que Alan García es un cadáver político, craso
error. La historia peruana me ha enseñado que declarados muertos políticos
volvieron a ser presidentes. Los casos abundan, además García es un animal
político (tirios y troyanos lo deben aceptar, aunque les duela).
Gregorio Santos
es un caso aparte, sólo diré: “Gracias Goyo, has impedido que la izquierda
pasará a 2da vuelta.”
Que añejos
políticos como Alejandro Toledo y Fernando Olivera no pasarán la valla
electoral significa que ellos son los dos grandes derrotados de la contienda
política.
Mis pronósticos
para la segunda vuelta son que los resultados serán ajustados de 1% al 2%, además
ganará el candidato que sepa conectar con elector del sur y de Lima que no
votaron ni por Keiko ni por Pedro Pablo. Alianzas y/o acuerdos con otros
partidos políticos no sirven de mucho, nadie en el Perú te endosa votos. El
único que lo pudo hacer fue Víctor Raúl Haya de la Torre en la frustrada
elección presidencial del año 1936 como en la elección del año de 1956 donde
ganó Manuel Prado.
Interesante la
perfomance política de Alianza para el Progreso, que sin candidato presidencial,
obtuvo 9 congresistas, de seguro, darán batalla política en las próximas
elecciones.