Renatto
Bautista Rojas
Maestro
en Gestión de Políticas Públicas y Licenciado en Ciencia Política por la
Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)
Publicado en Estado Internacional con fecha 03-03-2019
Primera
meta: Desnuclearización de Corea de Norte
El 12 de junio del 2018 se
realizó la primera cumbre entre el Presidente de los Estados Unidos, Donald
Trump, y el dictador comunista de Corea de Norte, Kim Jong-un, en Singapur que
es un país – isla muy próspero gracias al capitalismo.
El presidente estadounidense
logró, lo hasta ahora imposible, tener una cumbre con el dictador norcoreano.
Como todos recordamos, el dictador norcoreano amenazó con una guerra nuclear,
pero la decisión de Trump fue enérgica y dijo que si Corea de Norte atacaba, él
la desaparecería de la faz de la tierra.
Trump es un buen negociador
y logró que Kim retrocediera en su amenaza nuclear y que dialogue con él.
Si Trump hubiera sido del
Partido Demócrata y se apellidaba Obama, no me cabe duda, que le hubieran
concedido el Nobel de la Paz por tremenda hazaña que sus antecesores no
pudieron.
El 27 y 28 de febrero del
presente, se realizó la segunda cumbre en Hanói, capital de Vietnam otrora
enemigo de los Estados Unidos.
Esta cumbre no tuvo altos
resultados porque el Presidente Trump se retiró de la cumbre aduciendo que
Corea de Norte exigía primero que Estados Unidos levante todas las sanciones
económicas, para iniciar la desnuclearización total de la dictadura comunista.
Me parece una acertada decisión porque Estados Unidos no puede dar un cheque en
blanco a una dictadura comunista. No dudo que haya una tercera cumbre entre
ambos mandatarios y Kim entienda que él debe ser el primero en ceder, para que
Estados Unidos le garantice la estabilidad de su régimen como pasó con Vietnam.
Segunda
meta: Fin de la narco dictadura socialista de Nicolás Maduro
Los Estados Unidos fueron
los primeros en reconocer a Juan Guaidó como Presidente encargado de Venezuela
tras la usurpación del dictador Maduro. Tras este acto, 50 países del mundo
reconocen a Guaidó como el Presidente legítimo de Venezuela. Si Estados Unidos
no hubiera tomado esta gran decisión, Guaidó estaría preso en una de las
mazmorras de Ramo Verde.
Mientras Obama tuvo su
idilio con el dictador Raúl Castro, el verdadero amo en Venezuela, y nunca dijo
nada sobre la brutal represión emprendida por el narco dictador y usurpador
Maduro contra los venezolanos, el gobierno de Trump está del lado correcto de
la historia y de la libertad como principal valor en la Civilización Occidental.
Trump cerca económica y diplomáticamente al usurpador, hace lo que no hizo Bush
hijo ni Obama con la dictadura socialista venezolana.
Maduro sabe que puede tener
un final como sus camaradas el rumano Nicolás Ceausescu o el libio Muamar
Gadafi, o terminar en una fría celda en La Haya o exiliado en La Habana
mientras sea gobernada por el anciano dictador Raúl Castro. El usurpador sabe
que su final está cerca y que Trump le tiene en la mira.
No dudo que si cae Maduro,
los siguientes en caer son el abusador sexual y sátrapa Daniel Ortega, el otro
narcotraficante Evo Morales y el jefe de estos mafiosos que es Raúl Castro.
¡El día que caiga la
dictadura socialista en Cuba, se escuchará un tremendo grito de libertad en
todo el mundo!