miércoles, 7 de septiembre de 2022

Gorbachov y la Unión Soviética

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV

 

Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979), el político más genial y preclaro del siglo XX en la historia peruana, sostuvo que el modelo económico estatista sería la causa de la caída del imperialismo soviético, así denominó al imperialismo económico (capitalismo de Estado) y político ejercido por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en la Europa del Este y en varios países tercermundista (tipo Cuba de los hermanos Castro y algunos en el África). Lo cierto es que Haya de la Torre no pudo ver con sus propios ojos la caída de un régimen abominable de perversidad y terror político que fue la Unión Soviética. Algún alumno acucioso me preguntaría: ¿Profesor, por qué fue un régimen de terror?

La respuesta es clara y concreta: La Unión Soviética fue un conjunto de países gobernados por el Partido Comunista que estableció una dictadura totalitaria desde 1917 (Revolución Bolchevique) hasta su disolución en la navidad de 1991 sumado a que establecieron cárceles para todos los opositores políticos llamados Gulags (equivalentes a los campos de concentración de la Alemania Nazi), por eso los jóvenes deben leer los tres tomos de Archipiélago Gulag de Alejandro Solzhenitsin, Premio Nobel de Literatura del año 1970 para entender la maldad reinante en la Rusia soviética, y dominaron militarmente la Europa del Este desde 1945 hasta finales de 1989. Sin olvidar que la cereza del pastel soviético fue el Muro de Berlín (1961-1989) donde miles de personas murieron a balazos ya que pretendían escaparse de la cárcel socialista que era la Alemania Oriental, esto es un hecho, no una opinión. Como paréntesis manifiesto que cuesta creer que la mayoría de los intelectuales en nuestro continente, que en la década de los 60s fueron socialistas, hasta el día de hoy no hayan pedido perdón (seré más diplomático hacer una mea culpa) por haber apoyado y creído fervientemente en una dictadura totalitaria como la Unión Soviética. ¿Así nos sermonean sobre la gobernabilidad y democracia cuando hacían babas por dictadores genocidas como Lenin y Mao?

Volviendo con el punto central del artículo, el modelo económico autárquico de la Unión Soviética no iba para mas por dicha razón Mijael Gorbachov que asumió el poder en 1985 decidió realizar las recordadas reformas llamadas glasnost y la perestroika con el objetivo de modernizar la Unión Soviética, pero hubo enormes resistencias de la ala más dura del Partido Comunista que no quería ninguna reforma porque creían que el socialismo soviético sería eterno. ¡Craso error! Sumado a que existió una ola democratizadora en la Europa del Este, es válido rescatar la enorme fuerza moral del Papa polaco Juan Pablo II que siempre fue un ferviente anticomunista, que originó la caída del Muro de Berlín en aquella noche milagrosa del 9 de noviembre de 1989 que inició la caída del imperialismo soviético para continuar con la caída de las dictaduras satélites en todos los países del Europa del Este. Gorbachov fue un grande en la política en entender que ya no era época de reprimir violentamente a los pueblos por consiguiente permitió civilizadamente el retiro de las tropas soviéticas en la Europa del Este. Toda esta situación llevó que los países integrantes de la Unión Soviética se independizaran y él mismo dio un mensaje en la Navidad de 1991 donde anunció su renuncia como Presidente de la URSS y por consiguiente la automática disolución del Estado soviético.

Gorbachov falleció el 30 de agosto del 2022, hace una semana, por eso escribo el presente artículo en homenaje a este político que entendió que el socialismo soviético no duraría para más y se atrevió a desmantelar un imperialismo perverso como el soviético. La historia pone a los políticos en su lugar y Gorbachov lo tiene.

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