Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario en
la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Víctor Raúl Haya de la Torre
(1895-1979), el político más genial y preclaro del siglo XX en la historia
peruana, sostuvo que el modelo económico estatista sería la causa de la caída
del imperialismo soviético, así denominó al imperialismo económico (capitalismo
de Estado) y político ejercido por la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS) en la Europa del Este y en varios países tercermundista (tipo
Cuba de los hermanos Castro y algunos en el África). Lo cierto es que Haya de
la Torre no pudo ver con sus propios ojos la caída de un régimen abominable de
perversidad y terror político que fue la Unión Soviética. Algún alumno acucioso
me preguntaría: ¿Profesor, por qué fue un régimen de terror?
La respuesta es clara y
concreta: La Unión Soviética fue un conjunto de países gobernados por el
Partido Comunista que estableció una dictadura totalitaria desde 1917
(Revolución Bolchevique) hasta su disolución en la navidad de 1991 sumado a que
establecieron cárceles para todos los opositores políticos llamados Gulags
(equivalentes a los campos de concentración de la Alemania Nazi), por eso los
jóvenes deben leer los tres tomos de Archipiélago Gulag de Alejandro Solzhenitsin,
Premio Nobel de Literatura del año 1970 para entender la maldad reinante en la
Rusia soviética, y dominaron militarmente la Europa del Este desde 1945 hasta
finales de 1989. Sin olvidar que la cereza del pastel soviético fue el Muro de
Berlín (1961-1989) donde miles de personas murieron a balazos ya que pretendían
escaparse de la cárcel socialista que era la Alemania Oriental, esto es un
hecho, no una opinión. Como paréntesis manifiesto que cuesta creer que la
mayoría de los intelectuales en nuestro continente, que en la década de los 60s
fueron socialistas, hasta el día de hoy no hayan pedido perdón (seré más
diplomático hacer una mea culpa) por haber apoyado y creído fervientemente en
una dictadura totalitaria como la Unión Soviética. ¿Así nos sermonean sobre la
gobernabilidad y democracia cuando hacían babas por dictadores genocidas como
Lenin y Mao?
Volviendo con el punto central
del artículo, el modelo económico autárquico de la Unión Soviética no iba para
mas por dicha razón Mijael Gorbachov que asumió el poder en 1985 decidió
realizar las recordadas reformas llamadas glasnost y la perestroika con el
objetivo de modernizar la Unión Soviética, pero hubo enormes resistencias de la
ala más dura del Partido Comunista que no quería ninguna reforma porque creían
que el socialismo soviético sería eterno. ¡Craso error! Sumado a que existió
una ola democratizadora en la Europa del Este, es válido rescatar la enorme
fuerza moral del Papa polaco Juan Pablo II que siempre fue un ferviente
anticomunista, que originó la caída del Muro de Berlín en aquella noche
milagrosa del 9 de noviembre de 1989 que inició la caída del imperialismo
soviético para continuar con la caída de las dictaduras satélites en todos los
países del Europa del Este. Gorbachov fue un grande en la política en entender
que ya no era época de reprimir violentamente a los pueblos por consiguiente
permitió civilizadamente el retiro de las tropas soviéticas en la Europa del
Este. Toda esta situación llevó que los países integrantes de la Unión
Soviética se independizaran y él mismo dio un mensaje en la Navidad de 1991
donde anunció su renuncia como Presidente de la URSS y por consiguiente la
automática disolución del Estado soviético.
Gorbachov falleció el 30 de
agosto del 2022, hace una semana, por eso escribo el presente artículo en
homenaje a este político que entendió que el socialismo soviético no duraría
para más y se atrevió a desmantelar un imperialismo perverso como el soviético.
La historia pone a los políticos en su lugar y Gorbachov lo tiene.
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