lunes, 9 de junio de 2025

Munzenberg, la propaganda y su final


Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 0+-06-2025

 

Willi Munzenberg (1889-40) fue un dirigente comunista alemán, experto en propaganda política que terminó siendo aliado de los dictadores soviéticos Lenin y Stalin es decir creó al monstruo que al final mandó a eliminarlo porque en un determinado momento se alejó políticamente del sanguinario dictador Stalin. Indudablemente, el alemán Munzenberg fue víctima de lo que él con tanta alegría ejecutó en la propaganda a favor del comunismo soviético.

El propagandista inició siendo militante del SPD, para terminar, radicalizándose y apoyando a Lenin cuando él residía en Suiza, antes de la toma del poder por parte de los bolcheviques en Rusia. Con este apoyo hacia Lenin, el protagónico del artículo fue uno de los fundadores del Partido Comunista Alemán por lo cual fue diputado en el Reichstag (Parlamento alemán) desde 1924 hasta el establecimiento de la dictadura nazi de Hitler, en el año 1933, en esta lógica, el propagandista Munzenberg hizo mucho para recaudar dinero a favor de la Rusia soviética en el año 1921, obviamente fue tan bueno en la propaganda que logró convencer a generosos aportantes alemanes que Rusia soviética estaba mal por culpa del bloqueo de las fuerzas imperialistas occidentales. Al igual que el suscrito, los lectores de El Montonero, sabemos bien que los comunistas son expertos en una narrativa tendenciosa contra sus enemigos naturales como el imperialismo asociado a los Estados Unidos o Reino Unido.

Tras ser expulsado, como sus compañeros de bancada comunista del parlamento alemán, Munzenberg fue “requerido” en Rusia por el dictador Stalin, lo cual él no aceptó porque sospechaba que terminaría muerto por orden del dictador, lo cual no es claro son las razones de que Stalin le bajo el dedo político es decir le fue un leal propagandista que al final su jefe terminó repudiándolo. A comienzos de 1937, es expulsado del Partido Comunista Alemán, por lo cual, públicamente rompió con el dictador Stalin.

Tras el inicio de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), en Francia, fue detenido y llevado a prisión, para su fatalidad logró escapar con un comunista que le terminó matando en el bosque Caugnet. Recién el 21 de octubre de 1940 encuentran en dicho bosque sus restos mortales.

A modo de conclusión, Munzenberg se prestó para las perversidades de los dictadores soviéticos Lenin y Stalin, a través de una propaganda política que atacó y ridiculizó a todo contrincante del comunismo.  Lo cierto que el monstruo que él ayudo a creer también se fue contra su propia vida. Por eso, siempre elijan bien a sus aliados como enemigos ya que mal hacen algunos seres humanos en pensar que el enemigo de tu enemigo es tu aliado cuando en verdad ésos solo defiendes sus intereses propios, el final de Munzenberg demuestra que el dictador Stalin era vengativo hasta con viejos aliados y que lo uso como un instrumento más en sus planes totalitarios.

 

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