lunes, 30 de enero de 2023

Estamos ante una guerra civil

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV

 

Nuestra Madre Patria, España afrontó una terrible Guerra Civil (1936-1939) donde dos sectores muy confrontacionales (Frente Popular de una mal llamada Segunda República vs el bando nacional dirigido por el general Franco) se enfrentaron militarmente. Esta guerra civil se originó por el fraude electoral perpetrado por el Frente Popular en las elecciones generales del 16 de febrero y 1 de marzo de 1936 donde por un margen -menor del 0.5- esta coalición de comunistas y socialistas se “impuso” por la coalición parlamentaria de derechas sumado a que las fuerzas de choque del PSOE asesinaron al diputado conservador José Calvo Sotelo -líder de la bancada parlamentaria de la derecha- el 13 de julio de 1936. El asesinato del diputado Calvo Sotelo fue la gota que derramo del vaso para que el general Franco se levantara en armas contra esa república sovietizada. No quiero profundizar mas en la Guerra Civil Española (1936-1939), pero lamentablemente esa terrible realidad, que solo fue superada por la Transición Española encabezada por el rey Juan Carlos I y Adolfo Suarez, calza con la actual realidad de nuestro país donde esta crisis política se originó cuando el vacado Pedro Castillo perpetro un golpe de Estado el 7 de diciembre del 2022 sumado a que esos “gabinetes descentralizados” más el dinero de la publicidad estatal que fueron a radios de la sierra sur fue el plan B del golpista Castillo y su radical izquierdista ex premier Aníbal Torres que era levantar violentamente como organizadamente a miles de peruanos de la sierra sur (Arequipa, Cusco y Puno) contra las viles mentiras que el desgobierno de Castillo Terrones creo como que el “centralismo limeño tiene la culpa de todos los males de la República” o que “la derecha gobernó 200 años” o que “la derecha no deja gobernar a un pobre profesor de los Andes.” Indudablemente para mis amables lectores, esas falacias no resisten ningún análisis, pero lamentablemente no todos los peruanos tienen la misma sinapsis sumado a que la ultraizquierda tiene la “especialidad” de mentir. Indudablemente, toda la violencia urbana que ya degeneró en terrorismo urbano (toma de aeropuertos como saqueo a la propiedad privada sumada a quemar vivo a un policía) demuestran que lo antes descrito es el plan B de Castillo y toda la ultraizquierda para tomar dictatorialmente el poder tras el golpe del 7 de diciembre del 2022. Es válido recordar, en esta lógica, que la ultraizquierda peruana tiene enorme respaldo y financiación de la ultraizquierda de nuestro continente que está reunida en el Foro de Sao Paulo que es la internacional de dictadores socialistas como Diaz Canel de Cuba y Maduro de Venezuela.

Ante todo, el vandalismo y/o terrorismo urbano que estamos padeciendo, como vil estrategia violentista de la ultraizquierda para chantajearnos con la Asamblea Constituyente, ahora trasladada a Lima donde hay ciudadanos que malvadamente han sido enviados de sus regiones (incluyendo que se les paga sus comidas más su hospedaje de dinero turbio de la minería y tala ilegales). Por dicha razón, ante la planificada arremetida violentista (contra tres sectores económicos claves como la agricultura, la minería y el turismo) el gobierno de la Presidente Boluarte hizo bien en decretar el Estado de Emergencia sumado a que el jueves 26 de enero, los Ministerios de Defensa e Interior manifestaron en un comunicado que la Policía Nacional con las Fuerzas Armadas harán el desbloqueo de tantas carreteras bloqueadas por la ultraizquierda, considero que si no cumplen con este comunicado en estos días, lamentablemente están demostrando cobardía a quienes creen que la violencia es la partera de la historia.

A modo de conclusión, manifiesto que el actual Ejecutivo como la mayoría democrática del Parlamento no deben ceder ningún ápice constitucional a la ultraizquierda que ya reveló su faceta violentista desde el golpe de Estado del ciudadano Castillo Terrones, preso por golpista que es el peor delito cometido contra el propio Estado. Lastima que haya ciudadanos que salgan a las calles para defender el golpe de Estado de Castillo como su “administración” que fue llena de corrupción e inoperancia en la gestión pública.

¡Viva el Perú!

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario