Renatto
Bautista Rojas
Magíster
en Gestión de Políticas Públicas y Licenciado en Ciencia Política por la
Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)
Publicado en Mundiario, con fecha 04-05-2020
Algunos aún no creen que el
coronavirus sea un virus creado en algún laboratorio chino. Con mucha
intención, no mencionan que la China comunista es una dictadura totalitaria que
aplasta cualquier voz discrepante, desde el ámbito político hasta el religioso.
Es decir, es un régimen capaz de cualquier crimen contra la humanidad. ¡A ellos
no les importa la vida humana!
Por ejemplo: El dictador
comunista Mao mató, en 27 años de dictadura, a más de 75 millones de chinos.
Otro dato histórico es que en la Plaza de Tiananmén, junio de 1989, la
dictadura china reprimió brutalmente las protestas que exigían libertades
políticas. La Cruz Roja ha mencionado que miles de miles fueron asesinados
sumado que los heridos pueden ser entre 100, 000 a 1’00,000 de chinos. Algo más
reciente, es la brutal represión contra la minoría musulmana uigur –al grado-
que a los ciudadanos musulmanes los mandan a campos de concentración (sí y en
pleno siglo XXI, por más que suene increíble) para “reeducarlos culturalmente”. Es decir, para obligarlos a renunciar
a su credo confesional.
Pero la geopolítica mundial
es más complicada y desde el punto de vista china han existido, y aún existen,
matices muy anti occidentales que haré recordar con gran paciencia:
Desde noviembre de 1900
hasta septiembre de 1901, aconteció el levantamiento de los bóxers contra las
potencias occidentales. Por buena parte del siglo XIX, la entonces China
imperial –gobernada por la dinastía manchú Qing- otorgó concesiones comerciales
y territoriales a las potencias occidentales, incluyendo el Japón imperial.
Como breve paréntesis es válido mencionar que Occidente (podemos llamarlo a
Europa, las Américas, Australia, Nueva Zelanda y Japón) es una civilización,
respaldada en valores judeo cristianos, totalmente diferente a la civilización
sínica (como la definición Samuel Huntington en el libro El Choque de Civilizaciones) o china, basada en los valores
confucionistas. Es decir, históricamente, los chinos se sienten totalmente
diferente a nosotros “los occidentales.” Podrán vestir terno y comunicarse en inglés,
pero éso jamás los hace “occidental” sumado
a que los chinos, históricamente, siempre han rechazado los intentos de
cristianizarlos, como pretendieron los españoles y portugueses en el siglo XVI.
No quiero extenderme, en demasiados siglos, pero lo cierto es que a ellos no
les gusta nada la cosmovisión surgida de la cruz de Cristo. ¡Lo verán como
antinatural o anti patriótica!
Volviendo con el levantamiento
de los bóxers, la entonces emperatriz Ci Xi permitió, con mucha alevosía, que
los bóxers -una secta muy radical y anti occidental- atacarán militarmente las
embajadas de las potencias occidentales que se encontraban aledañas a la
llamada Ciudad Prohibida, la residencia oficial para los emperadores chinos y
sus cortes. Finalmente, el 14 de agosto de 1901 –tras 55 días de asedios- un
ejército de 54,000 soldados, de las potencias occidentales, sofocó el
levantamiento bóxer, entrando triunfalmente en Pekín. Muy a pesar de la
derrota, los chinos consideran al levantamiento de los bóxers como un acto
patriota contra el imperialismo occidental.
Es muy probable que el
fracaso del levantamiento de los bóxers sea una de las causas de la caída de la
Dinastía Qing, tras la llamada revolución de 1911, y el establecimiento de la
república liderada por Sut Yat-sen. La
importancia de Sut Yat-sen es que él fue el fundador del partido Kuomintang,
Partido Nacionalista Chino, que gobernó por muchas décadas en Taiwán o la China
democrática. Volviendo con Sut Yat-sen, él fallece, en el año 1925, sin poder
consolidar un proyecto modernizador y republicano para toda la China. En esa
circunstancia política, se desata la guerra civil china entre los nacionalistas,
liderados por Chiang Kai - shek, y los comunistas, liderados por Mao Zedong. La
guerra civil fue muy larga porque inició en 1927 y terminó un infausto 01 de
octubre de 1949 con el triunfo comunista del dictador Mao.
Siempre he considerado que
el presidente estadounidense Truman cometió un grave error en no apoyar con
todo (desde armas hasta dinero) a Chiang Kai – shek porque la instauración del
comunismo, en China, solo ha originado una criminal dictadura que actúa matonescamente,
por muchos lustros, mientras que el Taiwán o China democrática, instaurado por
Chiang Kai – shek –tras la derrota en la guerra civil- es una sólida democracia
donde existen las más absolutas libertades sumado a que su manejo sobre la
pandemia es mucho mejor que la China comunista. Taiwán o la China democrática,
de acuerdo a la data del diario estadounidense The Washington Post, solo tiene
432 infectados y solo 6 de sus ciudadanos han fallecido. Por lo menos quien
escribe, no creo en los datos otorgados por la dictadura china sobre sus
infectados y muertos. Sin duda alguna, deben ser mucho mayores, nada más que lo
ocultan porque es una criminal dictadura totalitaria, valga la redundancia. La
misma regla lo aplica sobre la data oficial dada por las dictaduras socialistas
en Cuba y Venezuela.
El siguiente error fue no
neutralizar el accionar militar de la China comunista en la Guerra de Corea
(1950-1953). Es de conocimiento público que la China comunista apoyó, con toda
la logística posible, a la Corea norcoreana o comunista en un artero y rápido
ataque hacia la Corea del Sur, la democrática Corea. Recuerdo que el general
estadounidense Douglas MacArthur pretendió utilizar armas nucleares para
neutralizar a la China comunista. El presidente Truman lo desautorizó y le
quitó el mando militar. Considero que la historia mundial hubiera sido diferente,
si se hubiera parado “en seco” a la dictadura china como se debió hacer con el
dictador Hitler en la Conferencia de Múnich, no permitirle que obtenga las
Sudetes y la posterior Checoslovaquia a cambio de no iniciar la Segunda Guerra Mundial
que, lamentablemente, inició el 01 de septiembre de 1939. Como diría el gran
historiador griego Polibio “la historia
es cíclica”.
Otro grave error, a largo
plazo, cometido por los Estados Unidos de América –bajo el gobierno de Richard
Nixon- fue promover que la China comunista ocupe el asiento en la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), en lugar de la China demócrata o Taiwán. Los
cortoplacistas dirán que era para romper el bloque comunista, liderado por la
Unión Soviética, o que era mejor atraer a la China comunista al bando “occidental”. Pero, los más astutos
fueron, sin duda alguna mirándolo a largo plazo, la China comunista porque supo
atraer la tecnología occidental y usarla para su despegue como potencia mundial
que rivaliza con los Estados Unidos. Ellos retrocedieron un paso, para avanzar
dos pasos. Además, a pesar del reconocimiento hacia la China comunista, ésta
seguía siendo una cruel dictadura totalitaria que reprime brutalmente cualquier
acto de oposición. Es cierto que la China comunista se abrió económicamente más
no políticamente, me refiero en libertades políticas. Hasta en la actualidad,
sigue gobernado por un sistema de partido único, el del partido comunista.
Lo más reciente data del año
pasado, el presidente estadounidense Donald Trump ganó la guerra comercial a la
China comunista, obligándolos –por primera vez en la historia- que China firme
un nuevo acuerdo arancelario con los Estados Unidos. Así, Estados Unidos dio un
certero grupo a la actitud matonesca de la dictadura china que buscaba,
siempre, ganar más dinero, invirtiendo lo menos posible. Era un negocio injusto
que solo gobiernos estadounidenses pusilánimes aceptaban para que China siga
siendo su “aliado” cuando, en la
realidad, no era su aliado más bien es su rival comercial.
En la lógica de la dictadura
china, tenían que vengarse de la firma del nuevo acuerdo comercial. ¡A
cualquier costo! Como ellos tienen otra cosmovisión que el Occidente,
decidieron –en el caso que el virus fuera creado en el laboratorio de Wuhan-
lanzar el virus para destruir las economías occidentales e impedir la
reelección de Trump porque un dirigente del Partido Demócrata siempre será
mejor recibido que el derechoso y/o duro Trump. Es muy probable, con un
político medias tintas como el demócrata Joe Biden sería el Presidente que más
le convenga a la dictadura china. Me imagino a un asesor político de la dictadura,
que les habría dicho que, cueste lo que cueste, hay que impedir la reelección
de Trump porque serían 4 años más de una política muy dura y rival sumado, a
que sí Trump hace unos buenos 8 años, dejaría a otro republicano en la Casa
Blanca. Es decir, por lo mínimo, los derechosos y duros Republicanos estarían
gobernando 12 años los Estados Unidos. ¡Tremenda posibilidad que tendría que
ser detenida bajo la lógica de la dictadura china! Si en 3 años, Trump logró la
victoria con un nuevo acuerdo comercial, más años sería la derrota para la
dictadura totalitaria. También ese asesor político les hubiera dicho: “es ahora o nunca”.
La actual pandemia es un
capítulo más de una geopolítica muy dura entre China comunista y los Estados
Unidos. Por éso, es válido recordar los aliados de la dictadura que son la
Rusia de Putin, otro dictador que lleva 20 años en el poder, la dictadura
teocrática iraní, la longeva dictadura comunista cubana y, para cerrar como la
rica cereza en la torta, la narco dictadura chavista de Maduro. Las más crueles
dictaduras son las aliadas de la dictadura totalitaria china. Por lo menos
quien escribe, en coherencia política, jamás tomaría ni un té con estos
dictadores ni con sus agentes que son muchos en las Américas.
Como reflexión final, los
verdaderos demócratas, de las Américas y Europa, debemos mirar como aliado a
Taiwán. Primero porque es una sólida democracia. Segundo porque combate
eficazmente el virus chino, es un país ejemplo que casi nadie pretende emular,
y tercero, porque el histórico asunto -desde el año de 1949- sobre el gobierno
legítimo chino se debe zanjar ya. Para quien escribe, el único y legítimo
interlocutor de una China constitucional y demócrata es la China nacionalista
que reside en Taiwán. Los otros son unos asesinos y totalitarios que son
capaces de cualquier maldad contra su pueblo y la humanidad. ¡Debemos apoyar con todo a la China demócrata
en Taiwán!
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