lunes, 19 de mayo de 2025

Reflexionando sobre Liderazgo de Henry Kissinger

 Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 19-05-2025


“Liderazgo. Seis estudios sobre estrategia mundial” (2023) es el último libro del mundialmente famoso Henry Kissinger (1923-2023), ex secretario de Estado de los Estados Unidos de América (1973-1977). Indudablemente se debe leer a Kissinger porque fue un actor político importante en Occidente. Por eso, cuando los seres humanos sin cultura se atreven a decir: “¿De qué sirve ser frontal?”

Primero, hay que mirarlo con compasión para luego invitarles a leer el libro “Liderazgo. Seis estudios sobre estrategia mundial” que versa sobre la vida política de seis grandes del siglo XX: Adenauer, De Gaulle, Nixon, El Sadat, Lee Kuan Yew y Thatcher, quienes fueron frontales en sus tomas de decisiones política cuando ejercieron el mando político. Por eso, sirve ser frontal cuando el desgobierno y el mal imperan, como fue antes de las administraciones de estos distinguidos líderes políticos.

El primer personaje que analizó Kissinger fue el ex canciller alemán Konrad Adenauer, lo definió la estrategia de la humildad, quién ejerció este cargo en la Alemania Occidental o RFA (1949-1963). Como todos sabemos, Adenauer tuvo la tarea difícil de reconstruir Alemania sumado a que su objetivo fue convencer a las potencias occidentales que ellos serían -como lo hizo- un aliado leal como importante contra la Unión Soviética, sumado a su rol en la integración de lo que hoy conocemos como Unión Europea. Indudablemente, fue un político que tuvo mucha paciencia, los Socialdemócratas fueron sus opositores en el Bundestag, pero Adenauer en los hechos pudo neutralizarlos políticamente, al grado que -hasta el día de hoy- es un referente para la política alemana. 

El segundo personaje analizado fue el general De Gaulle, el gran líder francés tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), quién con solo su propia voluntad pudo ser tomado en cuenta políticamente por Winston Churchill para ser reconocido como el líder de la Francia Libre contra el Eje Nazi Fascista. Por dicha razón, Kissinger lo define a De Gaulle como la estrategia de la voluntad. Indudablemente, De Gaulle fue el líder que necesitó Francia en dos graves crisis, la mayor fue en la Segunda Guerra Mundial donde él se autoproclamó líder de la Francia Libre (1940-1944) luego fue presidente provisorio (1944-1946). Tras un interregno político que convergió con una enorme crisis del Estado francés, De Gaulle volvió al poder (1959-1969) legando la Constitución de la V República que rige hasta el día de hoy. Como alguna vez me dijo un colega, De Gaulle – a diferencia de mi siempre admirado Churchill- edificó la estructura que rige hasta la actualidad en Francia. Eso es una verdad, pero yo admiro mucho a De Gaulle por su enorme fuerza que tuvo para luchar por su patria en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) porque los advenedizos y comodines se pusieron de parte de la perversidad que fue la Alemania Nazi, como el general Pétain además me imagino que muchos ciudadanos franceses habrán pensando que Alemania Nazi ganaría la guerra, pero la voluntad De Gaulle demostró que los perversos eran ellos, quienes a pesar del horror que fue la Alemania Nazi se hicieron los ciegos, sordos y mudos para defender sus intereses personales.

Un fragmento del libro de Kissinger que demuestra la enorme personalidad política de Charles De Gaulle es el que encontramos en la página 107:

 “Las polémicas de De Gaulle con Estados Unidos empezaron por San Pedro y Miquelón, dos pequeñas islas frente a la costa de Terranova…, De Gaulle…ordenó al comandante de su pequeña armada, el almirante Émile Muselier, que ocupará las islas en nombre de la Francia Libre.

Lo que hizo que esta iniciativa fuera aún más atrevida es que el desembarco tuvo lugar el 23 de diciembre, justo cuando Churchill estaba llegando a Washington para reunirse por primera vez con Roosevelt como aliados de guerra.”

Así de frontal y temerario era De Gaulle, imposible que los seres humanos libres no admiremos tremenda personalidad, sobre todo en esta época donde hay seres humanos que se acomodan como van los aires temporales.

Tercer personaje analizado fue Richard Nixon, a quien lo definió como la estrategia del equilibrio. Indudablemente, Kissinger tuvo que dejar bien parado al presidente que le hizo secretario de Estado. Él nos vende la idea del enorme logro que fue el reconocimiento de la China comunista al nivel internacional dado por la administración Nixon, lo cual hoy se demuestra que fue un craso error ya que dicha dictadura totalitaria desea ser la primera potencia del mundo. Estados Unidos, bajo Nixon y Kissinger, debieron apoyar, con todo, incluyendo el reconocimiento legal, a la China constitucional refugiada en la isla Formosa. Hoy somos testigos de este error de Nixon, sin contar el caso Watergate que hizo que él renunciará a la presidencia estadounidense.

Los últimos tres personajes políticos analizados por Kissinger lo dejaron para un segundo artículo en la semana venidera

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