Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado
en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia
Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 26-05-2025
La
Ciencia Política, como carrera autónoma en el Perú, surgió en 1988 en la
Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) es decir desde hace 37 años se
dicta la carrera de manera ininterrumpida en mi Alma Máter por lo que, con
justa razón, la Ley N° 32147, lo reconoce como decana de la Ciencia Política en
el Perú. En esta lógica, consideramos que la Ley N° 32147 hace enorme justicia
a la carrera de Ciencia Política ya que, por lustros, profesionales, que no son
licenciados en Ciencia Política, pero que tal vez cuenten con una maestría en Ciencia
Política se han autoproclamado como “politólogos”, lo cual no lo son porque,
como repito, no tienen la licenciatura en Ciencia Política. Además, la Ley N°
32147 delimita claramente que un politólogo, es quien ha estudiado 5 años la
carrera profesional de Ciencia Política en cualquier universidad del Perú
sumado a que obtiene el título profesional en Ciencia Política, de esa manera más
la colegiatura se posiciona institucionalmente al politólogo. Toda esta
situación se complementa con la misma creación del Colegio Profesional de
Politólogos que velará por la defensa de los fueros de esta bella y noble
carrera profesional sumado a que una de sus funciones es administrar la
colegiatura, de esa manera, se evitará que ciudadanos ajenos a la carrera
profesional, se autoproclamen como politólogos, cuando en verdad son
“opinólogos” de cualquier cosa que se les ocurre.
Los
ciudadanos que critican la creación del Colegio Profesional de Politólogos, en
algunos casos, vienen de una Universidad Privada, que se localiza en el
distrito de San Miguel, donde sus docentes no son, en su mayoría, Licenciados
en Ciencia Política. Por eso, tienen una abierta oposición a la existencia del
Colegio Profesional de Politólogos porque les han quitado la nomenclatura, pero
cuidado que ellos no se rendirán, presentarán batalla política ya que el
Colegio Profesional de Politólogos contará con una Directiva Nacional electa
por todos los ciudadanos que somos Licenciados en Ciencia Política por lo que
es posible que un grupo de colegas de dicha Universidad Privada desees ganar
dicha elección para dinamitar por dentro la existencia del Colegio Profesional
de Politólogos, que algunos hemos luchado con sendas columnas de opinión (en mi
caso en el portal El Montonero) y entrevistas a los medios de comunicación por
lo que consideramos que la lucha por la existencia del Colegio Profesional de
Politólogos debe ser coherente ya que no todos los colegas lo han apoyado, como
repito hay oposición en una Universidad privada sumado a que algunos jamás se
definieron públicamente a favor, me acuerdo que en algún debate organizado por
alumnos de Ciencia Política de diversas Universidades, una de ellas la UNFV,
delante del suscrito, un colega se excusó que por su ideología política, le
daba igual si existía o no un Colegio Profesional ya que él consideraba que el
Estado no debía ser coercitivo con las leyes. Indudablemente, las posiciones tibias
también le hacen daño a la Ciencia Política en el Perú, pero eso profundizaré
en mi próximo libro.
También
es válido apoyar y rescatar el trabajo realizado por la Comisión Organizadora,
presidida por mi doblemente colega, Ricardo Grundy López, actual director de la
Escuela Profesional de Ciencia Política de la Universidad Católica de Santa
María de la incontrastable ciudad de Arequipa, como de los colegas integrantes
de dicha comisión que de manera ad honoren hicieron un buen trabajo con un
Estatuto que nos parece bueno porque claramente menciona que las listas que
competirán por la Directiva Nacional estén conformadas por, mínimo, un colega
que venga de todos los departamentos donde haya Universidad que enseñé la
carrera profesional de Ciencia Política es decir la Directiva Nacional será
descentralizada y será de “Todas las sangres”, como la quinta novela de nuestro
célebre escritor José María Arguedas. De esa manera se garantiza la
descentralización, la pluralidad de ideas y la solidaridad gremial, pero ya que
vuelvo a escribir sobre la Directiva Nacional, próximamente a elegir, además
habrá filiales departamentales en Abancay, Arequipa, Chiclayo y Trujillo. Es
vital que quienes integren esos cargos sean colegas (tanto en la Directiva Nacional
como en las departamentales) tengan una intachable conducta ética porque no
solo basta ser un “buen” profesional, si no eres un buen esposo o un buen padre
u otros defectos que descalifican a cualquier ser humano por más que tengan N
diplomas académicos de todos los continentes, eres una mal ser humano, así de
sencillo porque siempre un modelo de profesional es quien es honesto en todos
los aspectos de su vida.
A
modo de conclusión, consideramos que quienes se oponen a rajatabla a un Colegio
Profesional de Politólogos a pesar que será descentralizado y de todas las
sangres solo defienden intereses personalistas que le hacen un enorme daño a la
Ciencia Política en el Perú. Por eso, el Perú merece una Ciencia Política del
siglo XXI que le ayude a resolver los problemas que como Estado afrontamos en
este siglo. Dignifiquemos la Ciencia Política para dignificar a la nación
peruana.