lunes, 14 de abril de 2025

Reflexionando sobre Globalismo: La hora de los patriotas

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 14-04-2025

 

Siguiendo con el libro Globalismo del politólogo Agustín Laje, ahora toca hacer tres puntuales reflexiones del séptimo capítulo del libro “La hora de los patriotas.” Considero, que en este último capítulo el autor quiere hacer una reflexión a todos los ciudadanos que no vienen de la ultra izquierda, para aglutinar sus esfuerzos ya que el enemigo a combatir es poderoso porque tiene millonarios detrás, tal como se ha demostrado en el presente libro.  

El primer citado viene de la página 535, Laje escribe lo siguiente:

“, los patriotas deben levantar los estandartes del modelo republicano, el del ciudadano como participante activo y comprometido con la política.”

Entiendo que mi colega llama patriota a quienes no están en el espectro de la izquierda woke o globalista, entiéndase conservadores, liberales o republicanos es decir él sugiere que se enarbole el principio que el ciudadano tiene un rol activo en la política.  Lo cual es positivo porque da importancia al individuo como agente transformador de la política.

El segundo citado viene de la página 563, Laje escribe lo siguiente:

“Los hombres de fe son ciudadanos, y también tienen derechos políticos. Esto significa que también votan. Pero si no tienen preparación e información política, terminan votando a favor de sus verdugos.”

Esto cae perfecto para los peruanos, una sociedad donde una masa de tibios se mueve como sea. Les daré un ejemplo, cuando estudié mi maestría (2015-2017), al decir con un grupo de maestrandos que estaba leyendo el libro “El libro negro de la nueva izquierda2, uno de ellos (que abiertamente se identificaba como evangélicos, por no decir luterano), me increpó porque para él Laje es un “agente de la división y del odio”, yo le respondí lo siguiente: “Laje defiende lo que tu pastor luterano no hace, el sentido común y la verdad. Sí dices ser evangélico, debes venir de un grupo socialista.” Ese sujeto se dio media vuelta. Ese es el problema del Perú, mucha gente no sabe identificar a sus enemigos sumado a que sus pastores se quedan con la religión y no les hacen entender que se debe ser coherente entre profesar una religión y votar por políticos que respeten los valores y tradiciones de Occidente, pero parece que algunos sacerdotes y pastores se quedan en sus miedos y absurdos odios. Indudablemente, jamás entendieron el mensaje de Cristo.

El tercer citado viene de la página 574, Laje escribe lo siguiente:

“El verdadero temor del globalismo ha quedado expuesto con claridad: temen las batallas culturales y electorales de los patriotas; temen las posibilidades políticas del Internet; temen el despertar de las iglesias; temen la educación de los padres de familia; temen la voluntad de los pueblos y los resultados de las urnas.”

Sobre batallas culturales, los argentinos Javier Milei, Agustín Laje y Nicolás Márquez nos dan enormes lecciones porque tuvieron la capacidad de saltar de la batalla cultural hacia la batalla electoral donde Milei tuvo la firmeza por lo que ganó al aparato peronista en una segunda vuelta complicada, pero felizmente ganó. Lo cierto es que los globalistas tienen miedo que los buenos nos unamos y los derrotemos políticamente.

A modo de conclusión, invito a los jóvenes que leen este puntual artículo en leer, con objetividad, el libro Globalismo de Agustín Laje porque les dará valederos conocimientos, no propaganda política como les da sus “profesores” del colegio adscritos al SUTEP. Confío que les haya agradado estos siete artículos sobre los siete capítulos del libro El Globalismo de mi dilecto colega Agustín Laje.

P.D.: El 12 de abril de 1966 es el aniversario de fundación de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) por lo que rindo un sincero homenaje a toda la comunidad villarrealina en especial a mis colegas catedráticos, a los alumnos de la FDCP que son la razón de existir de nosotros, al personal administrativo y a mi dilecto amigo y maestro don Víctor Taquia Vila, docente fundador y discípulo del conspicuo civilista Jorge Eugenio Castañeda, primer decano de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV.

 

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