Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado
en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política
de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 31-03-2025
Siguiendo
con el libro Globalismo del politólogo Agustín Laje, ahora toca hacer tres
puntuales reflexiones del quinto capítulo del libro “Foro de Davos o el
privilegio de ser un ciudadano global.” Considero, como ha escrito mi colega Agustín
Laje, que el Foro de Davos es el principal instrumento del globalismo para
intentar dominarnos como esclavos. El Foro de Davos fue inventado por un
magnate con complejo de Dios que quiere decir que es lo correcto y que es lo
incorrecto. ¿Por qué ese señor así no manda a sus hijos y nietos?
Indudablemente, los magnates que siempre acuden al Foro de Davos le hacen un
inmenso daño a Occidente porque quieren cortarnos las libertades.
El
primer citado viene de la página 354, Laje escribe lo siguiente:
“Lo
curioso del caso es que ciudadanos globales son únicamente aquellos que tienen
poder político, económico o social suficiente para ingresar en el radar de las
estructuras internacionales de poder, o bien una cuenta bancaria lo suficiente
abultada como para pagar las elevadísimas membresías de tan selecto grupo.”
Lo
que escribe Laje es cierto, los globalistas son una élite de millonarios que
solo por su poder económico pueden ser miembros del Foro de Davos e intentar
darnos órdenes a los demás ciudadanos, estos señores no tienen vocación
democrática, es todo lo contrario.
El
segundo citado viene de la página 366, Laje escribe lo siguiente:
“…es
el miedo que ahora se apela para transferir la soberanía a organismos de
naturaleza internacional y global.”
Quienes
somos profesionales de la ciencia política como catedráticos, sabemos bien que
el concepto de soberanía viene de la Paz de Westfalia por el que cada país
aplica sus leyes dentro del territorio que gobierna con total independencia de
otros Estados, pero al acabar la Segunda Guerra Mundial (1945), se inventó la
ONU que al ser un organismo internacional pretende guiarnos sutilmente a lo que
sí debemos hacer, pero para lograrlo apelan al miedo, como se demostró en la
exagerada cuarentena que el vacado Vizcarra dictaminó para todo el Perú desde
la quincena de marzo hasta finales de junio del año 2020.
El
tercer citado viene de la página 409, Laje escribe lo siguiente:
“La
absurda categoría de contagiados asintomáticos cumplió precisamente con esta función:
la de convertir a cada ser humano en un peligro para todos los demás, puesto
que siempre se podía estar frente a un contagiado sin que nadie lo supiera.”
Lamento
mucho los millones de personas, que en todo el planeta murieron por la gripe
china o COVID, pero lo también cierto es que la definición de asintomáticos,
por lo menos en el Perú, generó que algunos ciudadanos vivieran con miedo sobre
que tu familiar, amigo o vecino te pueda contagiar sin intención.
Indudablemente, con temor no se puede vivir bien.
A
modo de conclusión, invito a los jóvenes que leen este puntual artículo en
leer, con objetividad, el libro Globalismo de Agustín Laje porque les dará
valederos conocimientos, no propaganda política como les da sus “profesores”
del colegio adscritos al SUTEP.