Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la
Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 17-07-2023
El viernes 14 de julio
del 2023 fue la presentación del libro “En búsqueda de la verdad. América
Latina y el Perú: entre las mentiras y falsos protagonismos”, de autoría de los
jóvenes historiadores Aleixis Payba Benites y Edgar Zurita Ambulay, donde
participé como uno de los comentaristas de este libro que creo que los jóvenes
peruanos deben leer para conocer la verdad histórica. Sinceramente, congratulo
a Payba y Zurita por el libro que nos ofrecen que es de mi agrado intelectual.
El séptimo y último
capítulo del libro se titula “La convivencia del APRA con Prado ¿pacto por la
libertad y democracia?” que aborda un sexenio importante en la historia republicana
que es la Convivencia (1956-1962), lamentablemente denostada por la
ultraizquierda.
Payba y Zurita escriben
lo siguiente en su libro sobre la Convivencia en la página 87:
“El
clima se fue haciendo propicio, para que Prialé iniciará conversaciones
políticas con la finalidad de lograr que los apristas vuelvan a la legalidad.
Un Pacto por la libertad, necesaria para el orden democrático, así llamaba el
dialogo con otras fuerzas el Secretario General del PAP.”
Considero que la
Convivencia fue una etapa de entendimiento político que aseguró la democracia,
la libertad y la paz en el Perú donde lamentablemente en el siglo XX más rigieron
dictaduras, tanto civiles como militares, que gobiernos ungidos de la voluntad
popular además el Partido Aprista Peruano, el primer partido de masas, sufrió
una terrible persecución desde 1932 hasta 1945 y volvió a padecerla de 1948
hasta 1956 es decir 21 años este partido sufrió asesinato, cárcel y exilio por
lo cual era necesario la vuelta a la legalidad de los dirigentes como
militantes del Partido Aprista porque ellos no tenían derechos políticos es
decir no podían ser elegidos ni elegir en las elecciones generales, lo cual
evidentemente era una barbaridad porque casi el 40% del Perú simpatizaba con el
APRA para el año 1956. Como sabemos, hubo 3 candidatos presidenciales en las
elecciones de 1956, Hernando Lavalle que solo prometió un Estatuto para los
partidos políticos en una fecha indefinida, Belaunde -que tan admirado es por
los medios de comunicación privados- que jamás le importó el restablecimiento
de los derechos políticos de los ciudadanos apristas, y Manuel Prado -otrora
enemigo del aprismo- que siendo muy hábil ofreció legalidad al aprismo a cambio
de que lo hagan por segunda vez Presidente de la República. Indudablemente,
Prado fue muy hábil y honró su palabra al dar amnistía política a todos los
presos políticos por ejercer el credo aprista, lo también cierto es que la
Convivencia no fue una entrega de altos cargos a dirigentes apristas porque no
hubo diputados ni senadores ni ministros apristas en la segunda administración
de Manuel Prado.
A modo de conclusión,
desde el ángulo de la ciencia política, que es mi profesión como la catedra
universitaria que doy en la UNFV, la Convivencia es una etapa de entendimiento
democrático entre el primer partido de masas peruanos y la principal fuerza
derechista que permitió democracia y libertad política para todos los peruanos.
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