Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario en
la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 14-06-2022
En el Perú, lamentablemente
por los odios y las tibiezas de las elites como de un sector de la clase media,
tenemos casi un año de desgobierno de Pedro Castillo y Perú Libre. No hay día
que salga audios o demostraciones del fiasco de este desgobierno, pero ellos
siguen en Palacio de Gobierno. ¿Por qué? Existe demasiada tibieza en muchos
congresistas como en muchos empresarios y en buena parte de la clase media que
lamentablemente ya relativiza los actos de corrupción como si fuera cosa menor.
Hace rato, la Nación peruana debió exigir la renuncia de Castillo y su
vicepresidenta Boluarte, pero ay tibios que siguen con sus enfermizos odios
contra el Apra, Fuerza Popular o todo lo que no represente al social comunismo
desde su variante más light que es la izquierda caviar hasta su faceta más
radical que es la castrochavista de Perú Libre.
Lo mismo acontece en Venezuela
donde el dictador socialista Nicolás Maduro sigue durmiendo en el Palacio de
Miraflores porque la tibieza lamentablemente es una constante en la oposición
donde al presidente legítimo Juan Guaidó le falto la determinación para pedir
al entonces presidente estadounidense Donal Trump una excepcional intervención
militar en Caracas para liberar a este bello país de un sarta de mafiosos que
los gobiernan desde aquel lúgubre 2 de febrero de 1999 donde el cantinflesco
teniente coronel Hugo Chávez asumió la Presidencia de Venezuela.
Otro ejemplo de tibieza lo
vemos dramáticamente en la insana guerra provocada por la Rusia de Putin contra
Ucrania donde la tibieza de los gobernantes en Berlín y Paris no es menor que
la enorme resistencia de la nación ucraniana ante el invasor ruso.
Es lastimoso que el presidente
francés Macron pida una salida del conflicto donde no se humille a Putin. ¿Qué
le pasó al Presidente francés? Con tremenda tibieza no puede ni debe inaugurar
su segundo período presidencial porque la defensa de las fronteras como del
concepto Estado Nación no es única tarea de los ucranianos sino de toda la
civilización occidental.
A modo de conclusión, digo que
las tibiezas políticas son la madres de mayores horrores que, tarde o temprano,
todos los afrontaremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario