miércoles, 29 de junio de 2022

¿Cuándo derogarán la Ley N° 31030?

 

Renatto Bautista Rojas 

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV 


Publicado en El Montonero, con fecha 28-06-2022

 

La Ley N° 31030, promulgada el 2 de julio del 2020, más conocida como la “ley que garantiza la paridad y la alternancia de género en la lista de candidatos” es un bodrio legal que representa un triunfo ideológico de la izquierda socialista que es la más sectaria en Sudamérica. Sé que decirlo públicamente es “incorrectamente político” porque los poderes fácticos han vendido la idea que esta imposición es buena so pretexto a la marginación política que padece la mujer, aunque una cruda verdad es que en la civilización occidental todas las mujeres tienen la oportunidad de estudiar la carrera profesional que deseen sumado a que pueden postular a todo cargo de elección popular. Esta realidad jamás ha sucedido ni sucede ni sucederá en los países de la civilización islámica donde no existen libertades políticas para sus ciudadanas que tienen que usar el absurdo y anacrónico burka.  

En el Perú, una política ha estado en tres segundas vueltas, pero algunos no lo resaltan porque la señora Fujimori no es socialista y es hija de uno de los mayores “cucús” de todas las vertientes del socialismo peruano desde el más light -la caviar- hasta el más duro que es la franquicia castrochavista de Perú Libre. 

Otra verdad que se quiere soslayar es que en todos los partidos políticos la participación de la mujer no es como quisiéramos, eso es una realidad que es diferente que se impida a la mujer a ser electa para cargos de elección popular. En la historia republicana hemos tenido candidatas presenciales mujeres como destacadas parlamentarias, alcaldesas y regidoras. Algunas de ellas, como la ex alcaldesa de Lima Susana Villarán, resultaron ser un fiasco en la gestión pública, pero eso no inhabilita a las mujeres decentes para trabajar por nuestro país. 

Considero que esta ley -que no se aplica en las principales democracias occidentales – es absurda porque viola la democracia interna de los partidos políticos porque se obliga a todo partido político y alianza electoral que en su plancha presidencial (mínimo) esté una mujer o que la lista parlamentaria como del Parlamento Andino esté conformada por el 50% de mujeres cuando la gestión pública no es un tema de sexo sino de decencia, inteligencia y visión profesional. Lamentablemente, los poderes fácticos han vendido la Ley N° 31030 como una panacea cuando es todo lo contrario porque no motiva la auténtica participación política de la mujer más bien es un parche de las mal llamadas “reformas políticas” de un bien vacado por corrupción de apellidos Vizcarra Cornejo. Lo que también es lamentable es que las bancadas del centro derecha peruana jamás han planteado la derogación de esta ley porque la hegemonía cultural es de la izquierda socialista y ellos tienen miedo a que se les diga “facha”. Ojalá que algún día, en el Parlamento, existan representantes que no tengan miedo a la izquierda socialista y elimine todos los bodrios promulgados por un político tan sombrío como Vizcarra.  

 

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