Renatto Bautista Rojas
Magister en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia
Política y catedrático ordinario en la Facultad de Derecho y Ciencia Política
de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 21-06-2022
El 6 de junio, en el país africano Nigeria, donde existe una minoría
significativa de católicos alrededor del 15%, sucedió un vil atentado
terrorista donde fueron asesinados 50 católicos. Este terrible atentado no es
noticia a nivel mundial porque los asesinados fueron católicos, no musulmanes,
ni inmigrantes ni homosexuales que son los tópicos preferentes del social
comunismo mundial.
Ante esta vil orgia de sangre, no vemos banderas a media asta ni cadena
de oraciones ni fotos del perfil del Facebook con la bandera de Nigeria y la
cruz cristiana. Indudablemente, nos encontramos ante un ejemplo más del doble
rasero del social comunismo.
Otro doble rasero es que los grupos feministas socialistas siempre hacen
su presión política cuando hay ataques políticos a una mujer -obviamente de
tendencia política socialista-, pero callan si la mujer no es socialista. Por
ejemplo, el régimen castrochavista del boliviano Arce ha sentenciado diez años
de prisión a la ex presidente interina Jeanine Añez por asumir el gobierno
constitucional tras la huida de Evo Morales luego del fraude de noviembre del
2019. Estas hipócritas feministas callan porque Añez fue una presidenta de
centro derecha y los vengativos son dos socialistas confesos como Arce y
Morales.
Otro doble rasero es lo aplicado por dos presidentes constitucionales
como el argentino Fernández y el mexicano López Obrador que, en la Cumbre de
las Américas, han sido caja de resonancia de criminales dictaduras socialistas
como la cubana de Diaz Canel, la nicaragüense de Ortega y la venezolana de
Maduro. Indudablemente, Fernández y López Obrador son socialistas y creen que
lo que hace Diaz Canel, Ortega y Maduro está bien porque el socialismo debe
imponerse. Estos dos presidentes se olvidan intencionalmente de que son
regímenes criminales que han generado hambre, miseria y pobreza. También creo
que los electores de Fernández y López Obrador saben bien del fiasco del
socialismo en Cuba, Nicaragua y Venezuela como de las torturas que aplican a
todo opositor político, pero ellos guardan silencio cómplice porque creen que
en sus países el socialismo no derivará en una dictadura criminal. ¡Craso
error!
A modo de conclusión, diré que el social comunismo siempre acaba en un
doble rasero: Ciegos, sordos y mudos cuando los afectados son sus enemigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario