martes, 31 de mayo de 2022

Los enemigos internos de la civilización occidental

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 31-05-2022

 

La civilización occidental, que se encuentra respalda en los valores y tradiciones de tres ciudades históricas como Atenas, Roma y Jerusalén, ha permitido que casi la mitad del planeta viva en libertad económica y política, pero desde mayo de 1968 ha mantenido, lamentablemente por mucha pasividad de las elites, enemigos internos que diariamente socavan la grandeza de los fundamentos de nuestra civilización.

Por ejemplo: Mientras el nazismo es justamente repudiado, lo mismo no pasa con su primo hermano que es el comunismo que es tolerado por esa falacia que la democracia debe soportar todo a pesar de que haya un espectro político que claramente pide la voladura de la democracia representativa para la instauración de una dictadura totalitaria al estilo de Cuba, China y Corea de Norte que son regentadas por el Partido Comunista desde más de seis décadas. Como reitero, desde mayo de 1968 se permite una hegemonía cultural (academia, arte, cine y un largo etcétera) de todas las caretas del comunismo desde el más ortodoxo hasta su cara “más suave” que es el llamado woke que supuestamente se preocupa por minorías, pero lo que más hace es destruir dos principios fundamentales en Occidente como la igualdad ante la ley y la presunción de la inocencia que nos asiste a todo ciudadano.

Indudablemente, lo llamado “ideología” woke ha degenerado en la mayor ridiculez como ahora vemos Disney ha lanzado un Mickey y Minie gay con el obvio objetivo que los niños se identifiquen con los colores de la bandera LGTB es decir estas elites woke están obsesionados en impedir que los niños tengan una infancia regular, de esa vil manera pretenden evitar que crezcan con la referencia de dos sexos (algo que se demuestra biológica y genéticamente), de la familia que es el última baluarte de nuestra civilización, y la lógica intención de formar una linda familia. Terriblemente, el marxismo cultural, hoy llamado woke, tiene dos grandes fantasías: Destruir al Estado – Nación como a la familia para lograr “formar” esclavos en la reingeniería social que pretenden ejecutar en este siglo. Por eso, a modo de conclusión, hay que darles combate para asegurar que los aspectos positivos de la civilización occidental se mantengan para las venideras generaciones.

 

 

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