Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad
de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 23-11-2021
Como ciudadano manifiesto mi
abierta preocupación y desacuerdo en el Decreto Supremo N° 168-2021-PCM porque
tiene un rasgo liberticida velado so pretexto proteger la salud de los
peruanos.
Antes de sufrir cualquier
absurdo juicio de valor, manifiesto que yo tengo las dos dosis de la vacuna
llamada Sinopharm porque en mi libertad considero que era lo adecuado -para mí,
mi familia y círculo cercano- a pesar de que considero que no es la mejor
vacuna (demostrado científicamente) sumado a que esta vacuna fue producida en
una dictadura totalitaria como la China continental. En esta lógica, respeto a
los ciudadanos que se han vacunado como los que no lo han realizado por motivos
religiosos (que son valederos) hasta sus dudas sobre la eficacia de las
vacunas, este último punto no es de mi reflexión por eso lo dejo ahí.
Legalmente, el artículo N° 2
del Decreto Supremo N° 168-2021-PCM tiene un vicio de ilegalidad porque el
actual Estado de Emergencia ha sido prorrogado hasta el 30 de noviembre del
2021 de acuerdo al Decreto Supremo N° 167-2021-PCM es decir no hay un marco
legal que ampare la medida restrictiva que los ciudadanos no vacunados no
entren a lugares cerrados
Ingratamente me sorprende que
la Nación peruana no manifieste su preocupación respecto a este Decreto Supremo
liberticida además si el Estado está tan preocupado, pregunto en voz alta: ¿Por
qué se permite que haya ciudadanos, de todas las edades, que en la calle
caminan con la mascarilla abajo o peor sin la mascarilla? ¿Por qué los miembros
de la Policía Nacional no exigen a los ciudadanos caminar con la mascarilla
bien puesta? Sencillo, de un punto vista fáctico, la respetables miembros de la
PNP desea evitar “problemas” con algunos ciudadanos que tal vez les puedan
faltar el respeto. Salvo dos veces, desde marzo del año pasado, he visto algún
policía exigiendo a algún ciudadanos que se coloque bien la mascarilla. Lamentablemente,
no es la constante.
Además, considero que el
Estado peruano se estaría sustrayendo de su innegable función que es
salvaguardar la plena defensa de los derechos fundamentales de los peruanos.
¿Qué debería hacer el Estado peruano? Dar bonos u otro estímulo económico para
que los peruanos que aún no se vacunen lo hagan en un breve tiempo.
Me imagino que este Decreto
Supremo liberticida pretende afectar a los jóvenes, pero hay que recordar que
este grupo etario tiene una menor mortandad respecto a la gripe china como bien
se demuestra científicamente sumado a que la vacuna no evita el contagio sino
reduce las probabilidades de fallecimiento.
Finalmente, para nada estoy en
contra del programa de vacunación que hace el MINSA. Creo que se debe estimular
a la población restante a vacunarse, no a obligarlos a vacunarse porque va
contra un valor fundamental, en Occidente, que es la libertad. ¡Viva la
libertad!
P.D.: Terrible que las elites
económicas, intelectuales y políticas no se sumen al pedido de vacancia
formulado por la congresista Chirinos contra el desgobierno castrochavista.
Estos Pétain peruanos son incorregibles en su eterna tibieza. ¡Son muy
culpables de la existencia del desgobierno castrochavista!
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