Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas y Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional
Federico Villarreal (UNFV)
Publicado en Mundiario, con fecha 8/8/2020
Lamentablemente, para el
momento que escribo este artículo, el Perú ocupa el puesto séptimo en
infectados por el coronavirus, superado por -países con mayor población-
Estados Unidos, Brasil, India, Rusia, Sudáfrica y México. Es decir, pueblos
continentes, como genialmente lo definió el filósofo peruano Antenor Orrego, nos
superan en contagios al Perú, un país pequeño en población, aproximadamente
somos 32 millones de peruanos. Lo cierto de esta dramática realidad es que la
Nación peruana -en lo personal creo que existe informalmente pero no hay el
nivel de conciencia que se tiene en los Estados Unidos o en Europa o en México,
este tema lo dejaré para otra oportunidad- no comprende el inmenso horror que
vivimos sumado a la destrucción de nuestra economía que era muy sólida por casi
25 años.
Un actor político,
imperdonable en su caso, que no comprendió la urgencia de contener el
coronavirus, hasta la llegada de la vacuna claro sí lo hay, fue el ex
presidente de Consejo de Ministros, Pedro Cateriano que, ante su pedido de voto
de confianza, vivía en su burbuja, cayó en soberbia y no planteó ninguna
política pública para contener la terrible enfermedad que padece el mundo
entero. Por sentido común, el Perú requiere más camas UCI, respiradores
artificiales y la construcción de nuevos hospitales, pero para el actual
gobierno es más prioritario una ley de alternancia y paridad que no resuelve
una realidad innegable que es la poca participación de mujeres en los partidos
políticos. Tremenda realidad, jamás será superada con una ley, como diría Haya
de la Torre: “La realidad siempre supera a la teoría.”
Todos estos crasos
errores, que le costaron la vida al Cónsul romano Craso en la Batalla de Parras
contra los partos en Mesopotamia, fueron los que llevaron a que el Congreso no
le diera el voto de confianza a Cateriano, no la mal llamada “reforma
universitaria” que ha producido la maldad fascista que más de cien mil
jóvenes puedan terminar sus estudios de pregrado sumado a ceses arbitrarios de
docentes de calidad por el pretexto del límite de edad cuando no se cumple con
el concurso extraordinario en diversas Universidades públicas siendo, ese
artículo de la ley Universitaria, ilegal porque viola el principio de igualdad de ley que solo
se aplica a los docentes en Universidades públicas, no privadas. El gobierno de
turno arremete con la mentada “reforma universitaria” cuando la única
franquicia política que tiene una Universidad no licenciada es Podemos Perú, no
Alianza para el Progreso ni Acción Popular.
El gobierno de turno tuvo
la oportunidad de convocar un gabinete que genere consensos democráticos, pero
perdió tremenda oportunidad. Por ejemplo, debieron convocar al ex presidente
del Congreso, Antero Flores Araoz como presidente del Consejo de Ministros, pero
el gobierno recurre al “partido político más antiguo” que son las
Fuerzas Armadas para designar como nuevo presidente del Consejo de Ministros a
un general en retiro que, cuando fue Ministro de Defensa pidió un toque de
queda todo el año y que la pandemia sería resuelta con tanques. ¡Cosa bien
descabellada! A este general, le recomendaría tomar valeriana y leer los
Comentarios de la Guerra de Galias del insuperable Julio César. Sinceramente, lo
que me desagrada de los militares que se inmiscuyen en la política, salvo el
actual congresista Guibovich, es que jamás hablan sobre la teoría de la
estrategia que se supone saben por las descripciones de las batallas dirigidas
por Alejandro Magno, Julio César y Napoleón. Para no irme tan lejos con 3
inmortales personajes de la historia mundial, me iré a la Segunda Guerra
Mundial donde el general estadounidense George Patton sabía todas las
estrategias de los cartaginenses y romanos. Ellos si eran generales, no como
los actuales en el Perú que no saben nada de su profesión, ni pelearon en la
guerra contra la horda terrorista de Sendero Luminoso. Volviendo al tema
central del artículo, el actual gobierno perdió la oportunidad de formar un
gabinete de consensos. Por ejemplo: En Economía, sigue una señorita sin gran
prestigio académico ni profesional, que está ese puesto por su padre que es
Rector de una Universidad y amigo – docente del actual mandatario, en lugar de
convocar a Hernando De Soto que es nuestro economista más prestigioso, a nivel
mundial. Otro caso clamoroso es del Ministerio de Justicia, en manos de una
señorita que no tiene ninguna luz académica. ¿Ha escrito algún libro sobre
Derecho Constitucional? Hay que recordar que tuvimos como Ministro de Justicia
al doctor Víctor García Toma, jurisconsulto de prestigio. ¡Aquellas épocas que
no volverán! Otro clamoroso caso es del actual Ministro de Educación que al ser
jefe de la SUNEDU desdeñó las clases virtuales, ahora las tiene que aplicar por
obvia razón. ¡La realidad supera a la teoría! Otro caso es de la señora
Barrios, con graves cuestionamientos judiciales que le podrían llevar a la
cárcel, pero su hermana es Vocal de la Corte Suprema- ¡Seguimos siendo un país
colonial! Pero la cereza del pastel es la veleta política, ha postulado por 7
organizaciones políticas en 20 años, que ocupa la cartera ministerial del MIDIS.
¡No tiene lealtades políticas esta señora! En la época de mis abuelos, se
abandonaba un partido político por discrepancias ideológicas, ahora lo que
importa es sí me das el cargo o no.
En conclusión, padecemos
la oportunidad fallida para nuestro Perú. ¡Es una lástima! No creo que este
nuevo gabinete de prioridad en vencer al coronavirus, el gobierno ha dado
muestras de su desprecio total a la vida de los peruanos. Es otra oportunidad
que la Nación peruana debe despertar para impedir un peor infierno.
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