domingo, 14 de junio de 2020

La estatua de Sir Winston Churchill


Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de Políticas Públicas y Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)
Publicado en Estado Internacional, con fecha 13/06/2020

Desde que tengo uso de razón he considerado a Sir Winston Churchill (1874-1965), dos veces Primer ministro británico, como el más grande estadista del siglo XX de todo el planeta. Fue un político británico fuera de serie, el primer y único que, desde antes de la Segunda Guerra Mundial, entendió el horror que representaba la dictadura totalitaria de Adolfo Hitler en Alemania. Por sus inmensos méritos, sobre todo en la Segunda Guerra Mundial, Churchill tiene una estatua en el Parlamento británico porque salvo a Reino Unido como a Europa del totalitarismo que representaba la dictadura nazi.
Lamentablemente, unos radicales de la izquierda inglesa, llamados antifascistas, osaron mancillar la estatua de Sir Winston Churchill. Uno de estos impresentables escribió: “He was a racist.” (Él fue racista, en castellano) ¡Qué tal afirmación! Vi esta horrible noticia y decidí dar mi punto de vista ante tremenda afrenta ante un coloso como Churchill.
En primer lugar es lamentablemente la violencia que degeneró el asesinato de un ciudadano afroamericano por parte de un agente policial. Fue desproporcionada la acción policial, pero condeno todos los actos de violencia como de terrorismo que hemos visto en estos días porque lícito es protestar, pero repudiable es cometer actos vandálicos como saquear y quemar tiendas en Nueva York o en otras ciudades estadounidenses. Considero que estos vándalos la deben pagar, en la cárcel, por violar la propiedad pública e infringir desorden, pero lo que vi en Londres, sobre la estatua de Churchill, me confirmó que éstos son unos tremendos ignorantes.
Estos impresentables se dicen “antifascistas”, pero –mucho antes que nacieran los padres de éstos- Winston Churchill fue un convicto antifascista, claro no de escritorio sino de acciones enérgicas. Mucho antes de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Churchill advirtió del inmenso peligro que era permitir la sobrevivencia de la dictadura nazi de Hitler porque, tarde o temprano, desataría la Segunda Guerra Mundial. Cuando se firma los Acuerdos de Múnich, 30 de septiembre de 1938, el entonces primer ministro británico Chamberlain creía que así Hitler no desataría la Segunda Guerra Mundial. ¡Craso error! Porque Hitler quería conquistar toda Europa, no se conformaría con la ilegal anexión de los Sudetes. ¿Saben quién fue el único político británico en denunciar tremendos horrores? Winston Churchill. Hasta, en sus Memorias, escribe que sus compañeros de Partido, los Conservadores, lo consideraban “loco” por pedir que se acabe militarmente con la dictadura de Hitler. Al corto plazo, tras la invasión nazi hacia Polonia, Chamberlain renuncia y todos los diputados británicos, sobre todos esos Conservadores que lo llamaron “loco”, lo aceptan como Primer Ministro. Uno de los pocos políticos que nos puede dar ejemplo de ser antifascista es Sir Winston Churchill que enfrentó con coraje y tenacidad al Eje Nazi - Fascista representada por la Alemania Nazi de Hitler, la Italia de Mussolini y el Japón del emperador Hirohito.
En algún periódico leí que Churchill era “racista” porque, como Primer Ministro, permitió la existencia del Imperio Colonial Británico. ¡Qué periodista más tonto! Deben leer Espacio Tiempo Histórico de Víctor Raúl Haya de la Torre. ¡No podemos mirar con los cristales del siglo XXI, a realidades pasadas! El Imperio Colonial Británico inicia, en el lejano año de 1607, cuando los ingleses fundan la colonia Virginia. Obviamente, siglos antes del nacimiento de Churchill. Además, para las potencias europeas, tener un imperio colonial o ultramarino era una necesidad económica, comercial y de prestigio. Churchill, como Premier, no podía declarar la Independencia de las colonias británicas en África, Asia y Oceanía  porque al día siguiente, los diputados lo hubieran quitado el voto de confianza.
En conclusión, Sir Winston Churchill en acciones militares y políticas fue un gran antifascista mientras los abuelos de estos vándalos, algunos de seguro, amaban fervorosamente a Hitler y Mussolini como es tonto juzgar sucesos de hace siglos, con los ojos de hoy. ¡Espacio Tiempo Histórico! Hoy es abominable hacer sacrificios humanos, hace 5 siglos, no lo era en las Américas.
P.D.: Lástima que ningún congresista peruano tenga la firmeza ética para pedir la censura del peor Ministro de Salud apellidado Zamora. Este impresentable tiene detrás la muerte de más de 6 mil peruanos y, lamentablemente, serán más por la ineptitud de este gobierno. Mi pésame y solidaridad con las familias peruanas que han perdido a sus familiares por el coronavirus.

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