lunes, 27 de enero de 2025

Sin mea culpa

 Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, conf echa 27 de enero del 2025

 

En abril del 2026, los peruanos volveremos a las urnas para elegir un Presidente de la República, dos vicepresidentes de la República, 130 diputados, 60 senadores y 5 parlamentarios andinos además estas elecciones generales serán “diferentes”, por usar un término diplomático, debido a que postularán más de 40 partidos políticos. Me permito explicarle al amable lector que es un partido político. En el Perú, lamentablemente a mi entender por la pésima reforma política ejecutada por el vacado Vizcarra y su asesor tras la sombra el sociólogo Tuesta es fácil de constituir una organización electorera que es diferente a un partido político, un verdadero partido político tiene tres características: Una ideología bien constituida, una organización partidaria centralista en la toma de decisiones y una historia, para el suscrito en el Perú solo hay dos partidos políticos: El APRA fundada por Haya de la Torre en el lejano mayo de 1924 y el PPC fundado por Bedoya Reyes en diciembre de 1966, los demás son vientres de alquiler o club de independientes, que no los une la idelogía ni la historia, lo unico que los converge es la ambición de llegar al poder solo por el poder, no para hacer el bien para los peruanos, la mejor demostración es la actual administración de Perú Libre donde su plancha presidencial fue la peor, Castillo está preso por rebelión y sedición, Cerrón está prófugo de la justicia y Boluarte haciendo el intento de gobernar. Gracias a que cito a la plancha presidencial de Perú Libre para la lid electoral del 2021, me permito realizar la siguiente reflexión en voz alta: De todas las planchas presidenciales, la peor era la de Perú Libre. ¿Por qué?

Primero, fue una plancha presidencial incompleta porque el prófugo Cerrón no fue candidato debido a su sentencia firme por corrupción.

Segundo, solo la entrevista que le hizo Diego Acuña a Castillo demostró que el vacado por sedición y preso era un candidato sin ningún conocimiento básico de gobernar.

Tercero, el golpista Castillo decía ser rondero, pero jamás demostró prueba alguna de serlo, decia ser agricultor pero tampoco demostró alguna prueba, finalmente dijo ser docente de primaria, pero él estaba ejerciendo una licencia sindical por 9 años sumado a que jamás él demostró con nombres y apellidos quienes fueron sus alumnos. El suscrito, es catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV, si postulará algún cargo de elección popular si puedo demostrar con nombres y apellidos quienes fueorn mis alumnos. ¡Notan la diferencia! En sintesis, el preso Pedro Castillo fue un estafador en todo como un candidato con pocas luces académicas, políticas y profesionales, pero a pesar de estas inmensas verdades más de 2 millones 724 mil peruanos lo votaron en primera vuelta. ¡Increíble como de terror!, pero lo imperodanble para mi -y estoy seguro para muchos peruanos que aman la democracia como la libertad- es 8’836,380 peruanos hayan votado, en la segunda vuelta de junio del 2021, por un candidato tan mediocre y opaco como Pedro Castillo sabiendo que el jefe de Perú Libre era un sentenciado por corrupción sumado a que la entonces candidata a vicepresidente Boluarte solo era una administradora de un local de la RENIEC en Surco, tal vez algunos de estos 8 millones de peruanos me digan que la otra candidata era Fujimori hijo, pero ¿cual es el problema? Algunos de esos 8 millones de electores viven muy bien por el capitalismo, lo que llamamos “caviares”, mas bien ellos son ingratos con Fujimori padre que jamás los persiguió en su administración sumado a que él hizo reformas económicas liberales por lo cual los “caviares” pudieron tener más dinero. El problema de algunos electores peruanos es que sus tontos odios como resentimientos personales hacen que éstos primen sobre las razones como la que ellos deberían defender, como si fuera su madre o hijos, la irrestricta defensa del modelo economico liberal como del régimen político presidencialista peruano. Indudablemente la terquedad es una característica de muchos electores peruanos.

A modo de conclusión manifiesto que estos 8’836,380 peruanos son los responsables de la actual crisis, nunca han hecho una meal culpa de su voto tan inmaduro como irracional, ni lo han hecho luego del golpe de Estado fracasado de Castillo del 7 de diciembre del 2022. Lo que también demuestra que estos electores no tienen vocación democrática alguna por lo cual me atrevo ha mencionar que el ganador de la lid electoral del año 2026 será un candidato de la ultra izquierda ya que es evidente que los 8’836,380 peruanos no han hecho mea culpa por lo que sus frustraciones, odios y resentimientos seguirán gozando de buena salud para abril del 2026, veo dificil que rectifiquen votando por un candidato liberal o socialcristiano socialdemocrata. Espero equivocarme por el bien del Perú porque un Castillo II sería nefasto para las libertades ecónomicas y políticas para el Perú.

 

lunes, 13 de enero de 2025

¿Qué es ser catedrático?

 Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero con fecha 13-01-2025

 

De acuerdo al Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, la primera definición de catedrático es la siguiente:

“Profesor que tiene la categoría más alta en enseñanza media o universitaria.”

La verdad que este concepto es genérico, si lo analizamos en la enseñanza universitaria, ya que a veces hay profesionales que por poco espacio de tiempo se dedican a la cátedra, mayormente no es bien pagada en el Perú, por lo cual vuelven a recular en trabajos, tanto en el sector privado o público, donde se puede ganar algo más.

Lo cierto es que me permito hacer una reflexión en voz alta sobre el significado de ser catedrático, hace 13 años terminé de estudiar mi carrera profesional de ciencia política en la UNFV, uno de los debates que nos formulabamos los entonces alumnos era: ¿Qué es ser catedrático? La opinión mayoritaria, en la cual ni en el pasado ni hoy me encuentro, es que un catedrático ideal era él que daba una buena clase teórica en el aula es decir el docente que tenía solo la capacidad de repetir teorías formuladas por él, pero sumado a su carisma, algo de ecuanimidad y canas se podría definir como un bue  catedrático, lo cual discrepaba -como repito desde que estudiaba ciencia política- y lo reafirmo ahora que soy catedrático en la Escuela de Ciencia Política de la UNFV (mi Casa Superior de Estudios), por las siguientes razones:

En primer lugar, creo que un catedrático no solo es dar una buena lección teórica por dos o tres horas dentro del aula, sino tener en su formación académica a través de grandes maestros que le han legado, no solo teoría, sino vivencias en la vida que son inigualables. Permitanmente, con todo respeto a la comunidad universitaria peruana decir lo siguiente: Todos los profesionales pudimos haber tenido grandes docentes en el aula, pero no todos pueden decir que han tenio grandes maestros. ¿Por qué? Un maestro es un profesional que ejerce por décadas la cátedra, tiene un prestigio académico y/o profesional intachable y sobretodo tiene enorme experiencias vivenciales que enseñar sumado a que -a lo largo del tiempo- tiene muchos alumnos, pero a pocos los elige, respecto a los demás alumnos, como díscipulos sumado a que existe una relación de aprecio y lealtad recíproca. Por ejemplo, para mi el mayor intelectual peruano vivo es Hugo Neira Samanez, se puede converger o no con sus ideas políticas, pero nadie puede negar que es un intelectual de polendas, su maestro fue Raúl Porras Barrenechea quien siendo senador y ministro de Relaciones Exteriores, en la segunda administración de Manuel Prado, eligió a tres jóvenes alumnos que lo ayuden para recolectar material bibliográfico, espero no equivocarme, Hugo Neira, Mario Vargas Llosa y Pablo Macera. ¡Qué lujo habrá sido tener como maestro a Raúl Porras!

Ahora como joven profesional y catedrático en la UNFV, cuando me preguntan que maestros he tenido en la vida profesional, digo a los tres siguientes catedráticos, por si acaso el orden no significa quien sea más importante para mi o querido, es una designación aleatoria:

Hugo Neira, quien nunca me ha enseñado en un aula, pero me dio el honor de escribir el prólogo de mi segundo libro titulado “A la luz de la sombra: De Bello Gallico”, trabé con el maestro Neira una buena amistad desde mediados del 2018 hasta adelante, lo admiro porque fue un hombre que evolucinó de ideas políticas a lo largo de su vida, creo que fue un lujo para el Perú tenerlo de Director de la Biblioteca Nacional, pero debió haber sido ministro de Educación porque hubiera realizados grandes aportes ya que su posgrado y cátedra lo realizo en Francia. El otro maestro que tengo es Walter Robles, ex diputado aprista, Licenciado en educación con mencióin de filosofía y abogado, le ha dedicado más de 45 años a la cátedra en la UNFV, de él aprendi siempre a ser combativo y paciente además Robles Rosales me honró en prologar mi tercer libro titulado “Alejandro Magno y Julio César: Dos inmortales.” Mi última maestra, por eso no es la menos importante, es María del Pilar Tello Leyva, a quien siempre he admiro por su lucidez, profesionalismo y la fuerza en defender la verdad, no pienso en todo igual que ella y ella mismo lo sabe, pero quienes me conocen saben bien que uno de los grandes referentes profesionales en mi vida es María del Pilar Tello, quien sí fue mi catedrática en los cursos de Ideologías Políticas Contemporáneas (2do año) y Poder Político y Medios de Comunicación (4to año) además Tello Leyva me honro en el prólogo de mi primer libro “Medios de comunicación y política en el siglo XXI El poder tras bambalinas.” Sean estas palabras un homenaje en vida a mis maestros Hugo Neira, Water Robles y María del Pilar Tello. Lo sí yo quiero reafirmarme es que un catedrático es quien tiene maestros en suy vida académica y/o profesional.

En segundo lugar, un catedrático no puede quedarse en los cuatros muros ni en la puerta del aula, debe ser un profesional que transciende de cualquier muro universitario, claramente un catedrático debe escribir libros, con prologos de profesionales de raigambre, sumado a ser constante autor de artículos de opinión, que lamentablemente -para mi punto de vista- se está perdiendo, cada vez somos menos los catedráticos que escribimos en medios informativos sean privados o estatales.

Finalmente, un catedrático -como insisto- no debe ni puede quedarse en los muros universitarios por lo que debe dar entrevistas a los medios de comunicación sean estatales o privados porque -guste o no nos guste- en el siglo XXI, se existe para la sociedad, sí se tiene presencia mediática. Si el filósofo frances Renato Descartés decía “cogito ergo sum” “pienso luego exisro”, yo sostengo lo siguiente: “Se existe, estando en los medios de comunicación.”

A modo de conclusión, sostengo en este artículo que un catedrático, no solo debe dar su clase con dedicación y esmero, sino transcender de los claustros universitarios: Tener un maestro académico y/o profesional como faro, ser autor de libros y artículos de oponión, y dar entrevistas a los medios de comunicación.

 

lunes, 6 de enero de 2025

La verdad sobre José Carlos Mariátegui

 Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero con fecha 6-01-2025

 

José Carlos Mariátegui (1894-1930), es el máximo exponente del marxismo peruano, quien fue a propósito “redescubierto” por el dictador Velasco Alvarado en su mentada “reforma” educativa por el cual desde la década de los 70s, hasta la actualidad, todos los peruanos -en la etapa del colegio y universitaria- tenemos que leer el libro titulado “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”, pero la pregunta madura es: ¿Cual realidad conoció Mariátegui? Él jamás conoció la sierra ni la selva y menos las haciendas costeras ni serranas en el Perú, pero la soberbia marxista es creer que ellos pueden edificar el “paraíso terrenal” a pesar de no conocer toda la realidad nacional, ustedes saben bien que en el papel todo puede aguantar, por eso todos los marxistas del planeta han escrito sobre su mentado “paraíso” terrenal que siempre termina en un infierno terrenal cuando son aplicados con totalitarismos caducos.

Otro punto que hay que dejar bien en claro sobre la vida de Mariátegui es que nunca se enfrentó a la dictadura de Augusto Leguía (1919-1930), mientras Víctor Raúl Haya de la Torre lideró la Reforma Universitaria y la jornada obrera estudiantil contra el intento de consagrar al Perú al Sagrado Corazón de Jesús, del 23 de mayo de 1923 que le valió cárcel y deportación, es decir Haya de la Torre fue frontal a la enésima contra el dictador Leguía, Mariátegui fue comprado por la dictadura con una “oportuna” beca de periodismo en Italia además, no quiero olvidarme, Haya de la Torre invitó a Mariátegui a sumarse a la jornada histórica del 23 de mayo de 1923. pero él lo rechazo so pretexto de ser una “jornada burguesa”, tal como lo escribió el doctor Peralta en su último libro titulado “Por la libertad de conciencia: Las jornadas de mayo de 1923.”

Finalmente, un dato que no debe ser olvidado es que Mariátegui que siempre escribió sobre el problema del indio, fue “nacionalista” de papel porque a la hora de la hora se casó con una ciudadana italiana Anna Chiappe (1898-1990), lo que demuestra su complejo de inferioridad al “superar” su estatus de ciudadano tercemundista. Estas verdades sobre Mariátegui hay que decirlas, sin temor alguno, a pesar que -como repito- desde la época de la dictadura militar de Juan Velasco se ha reverenciado a Mariátegui sumado a que se nos obliga a leer su libro “7 ensayos de interpretación sobre la realidad peruana”, lo que no pasa con el otro gran ideologo del siglo XX, para mi es el político más importante del siglo XX, me refiero a Haya de la Torre, ni en colegio ni en la Universidad se nos obliga a leer aunque sea uno de sus libros. Lo que demuestra que la batalla cultural lo ganaron los marxistas en el Perú. 

viernes, 3 de enero de 2025

El Colegio Profesional de Politólogos

 Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado el 3 de enero del 2025 en El Montonero

 

La Ley N° 32147, de fecha 31 de octubre del 2024, creó el Colegio Profesional de Politólogos, lo cual beneficia a quienes somos Licenciados en Ciencia Política porque nos permitirá aglutinarnos gremialmente a quienes hemos estudiado la bella carrera de ciencia política durante 5 años. En mi caso, siempre he apoyado la creación del Colegio Profesional de Politólogos desde diversos artículos publicados en El Montonero como en mi cátedra en la Escuela Profesional de Ciencia Política de la UNFV por dichas razones me siento alegre de la promulgación de esta ley que un grupo de colegas de la UNFV (la Decana de la Ciencia Política en el Perú) estuvimos bregando por mucho tiempo, ante la infame campaña mediática de una Universidad privada localizada en San Miguel donde sociólogos se auto perciben como politólogos (cosa que no lo son porque no tienen el título profesional en Ciencia Política, valga la redundancia), la incomprensión de algunos colegas que probablemente por su sesgo ideológico no entendieron la importancia de este gremio profesional y, al principio, la indiferencia de estudiantes de Ciencia Política de diversas universidades que se dividían algunos a favor del Colegio Profesional y otros en un irracional en contra de la creación del colegio profesional. En esta lógica, hay que señalar que a pesar que nos da alegría la existencia formal del Colegio Profesional también es válido señalar que existió algunas incomprensibles e irracionales resistencias, alguna vez vi comunicados de alumnos y/o egresados en contra de este gremio profesional, yo públicamente les digo: “Espero que tengan coherencia y jamás postulen a un cargo directivo del Colegio Profesional de Politólogos porque seré el primero en hacerles acordar que por sesgos personales se opusieron públicamente al gremio de profesionales de Ciencia Política."

Finalmente, es importante que esta Ley en su primera disposición complementaria reconoce a la Escuela de Ciencia Política de la UNFV (donde estudié 5 años maravillosos mi carrera profesional) como la Decana de la Ciencia Política de la UNFV además declara el 8 de diciembre como el Día del Politólogo, a pesar que paso este importante día, va mi abrazo caluroso y fraterno a todos mis colegas en el Perú.

 

¡Viva la Ciencia Política institucionalizada en el Perú!