martes, 15 de noviembre de 2022

A dos años de la vacancia de Vizcarra

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 15-11-2022

 

El maestro Don Manuel Gonzales Prada nos legó una frase certera: “Hay que acabar con el pacto infame de hablar a media voz.” Lamentablemente, esta cruda frase es cierta en nuestra sociedad donde muchos ciudadanos no tienen una posición clara y firme so pretexto de “evitarse problemas” cuando en verdad quedarse callado es el mal de todos los problemas sociales que tenemos en la actualidad.

El 9 de noviembre del 2019, el Parlamento por una amplia mayoría de 105 congresistas votaron a favor de la vacancia del entonces presidente, Martín Vizcarra que tiene series acusaciones de corrupción (OBRAINA, es el caso más contundente) o la ilegal contratación en el Ministerio de Cultura de un ciudadano que no es un cantante profesional o (para mi es el peor, pero que lamentablemente la mayoría de ciudadanos no quieren entender) el pésimo manejo de la pandemia COVID 19 que llevó al Perú al inefable cuarto lugar de país con más contagios de la gripe china, solo superado por tres países de mayor población como Estados Unidos, India y Brasil. Esto no es una opinión, es un hecho cuantitativo incuestionable. Por eso, sostengo que en el Perú ya no es necesario un examen de coeficiente intelectual (C.I.) solo basta hacer dos preguntas para determinar que un ciudadano tiene un CI menor de 90: ¿Crees que Martín fue un buen presidente? Y ¿apruebas el desempeño de Pedro Castillo como Presidente de la República? Sí, en ambos casos la respuesta afirmativa es que este ciudadano tiene un CI menor de 90.

Volviendo al tema central es que los dos años de la vacancia de Vizcarra son la conmemoración del triunfo de la verdad respecto al arribismo y mentira que representa un político tan inescrupuloso como Vizcarra que le ha hecho un daño irreparable a la política peruana porque “lega” que todo vale para obtener y mantener el poder: Vizcarra para llegar al poder, llamaba insistentemente a Alan García (quien residía en Madrid con su familia) y a Keiko Fujimori para que los congresistas apristas y fujimoristas apoyen al recién instalado Vizcarra, pero ya en el poder Vizcarra -al lado de los poderes fácticos- hicieron de todo para destruir a los dos políticos antes mencionados: El primero se suicidó antes que lo llevarán a prisión a pesar que no tenia sentencia y la segunda afronto un una arbitraria prisión preventiva cuando primero se te debe demostrar la culpabilidad para luego meter a la cárcel, no al revés. Lo cierto es que Vizcarra por el poder fue capaz de todo.

Tras la vacancia de Vizcarra, el Parlamento -primer poder del Estado como lo vislumbró el intelectual Montesquieu- designó al entonces Presidente del Parlamento, Manuel Merino como Presidente de la República en base a la sucesión constitucional señalada por la Carta Magna de 1993. No fue un golpe de Estado porque Vizcarra fue bien vacado por corrupción, esto es una verdad que hay que repetirla para que ciudadanos desinformados y que se dejan manipular por los medios de comunicación privados lo entiendan. Lo también cierto es que los poderes fácticos hicieron un terrible Yihad (“guerra santa” para el Islam) contra Merino a pesar de tomar el poder en base a la legal sucesión presidencial. Miles de ciudadanos marcharon contra Merino, a pesar de que él no robó nada, les pregunto a estos cándidos ciudadanos:

¿Por qué no marchan contra las pillerías de Castillo y Perú Libre? ¿No decían que con una marcha iban a sacar del poder Castillo si cometía un acto de corrupción? ¿Qué esperan? ¿Viven en Narnia?

Indudablemente aquí vemos otra muestra más de cobardía y de doble rasero de una sociedad donde pones el dedo, brotas la pus como dijo Don Manuel Gonzales Prada.

Lo también cierto, a modo de conclusión, es que las izquierdas socialistas usaron la muerte de dos ciudadanos (una situación muy extraña) para derrocar a Merino que era el Presidente Constitucional en base a una sucesión totalmente legal para el ordenamiento jurídico del Perú. Realizo las siguientes preguntas que hago en voz alta:

¿Por qué se permite que en marchas se usen bombas molotov contra la policía? ¿Qué clases de padres de familia permiten que sus hijos participen en marchas donde sus hijos tiren bombas molotov? ¿Estos padres estuvieron presos por terrorismo? ¿Quién dio la orden a esos ciudadanos para que hagan la formación tortuga de las legiones romanas para atacar con violentamente a la policía en la intersección de las avenidas Abancay y Colmena en el Centro de Lima? ¿Qué intereses económicos hubo para derrocar a Merino? ¿Quiénes marcharon sabían que defendían a un corrupto como Vizcarra?

Estas preguntas solo tienen respuestas verdaderas de peruanos que no aceptan la hegemonía cultural y mediática venida de la izquierda socialista.

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