Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario de la
Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 11-07-2022
Soy respetuoso de la intimidad
de todos los seres humanos, en la medida que no se legalice ni se acepte como
normal la pedofilia ni la zoofilia. Creo que una persona adulta es libre para
tomar la decisión de ser heterosexual u homosexual, pero lo negativo es lo que
muchos, en Occidente, llamamos el lobby LGTB.
¿Qué es el lobby LGTB?
Obviamente, un conjunto de intereses fácticos que dicen defender los derechos
de los ciudadanos homosexuales (se presentan románticamente como casi
luchadores sociales), pero en el fondo lo único que les importa son dos
aspectos: Primero, defender los fueros de su ideología que es el socialismo
(curiosidades históricas que en dictaduras socialistas se haya perseguido y
asesinado a homosexuales como Ernesto Guevara que despreciaba y mataba a gais,
pero ahora en unas marchas salen gais con polos donde vemos el rostro del
asesino Guevara ) y segundo la construcción como la manutención de los
chiringuitos (como se dice en España) a organismos que existen en el Estado
obviamente con presupuesto estatal, pero que en el fondo no tienen utilidad ya
que solo contratan a los militantes o movilizadores políticos o simpatizantes
del partido político gobernante. Lamentablemente, esta terrible realidad
también pasa en el Estado peruano que es un botín de comunistas y socialistas
corruptos y mediocres como los prófugos de la justicia de apellidos Pacheco y
Silva.
Muy relacionado al tristemente
celebre lobby LGTB, está la ideología de género que es una conceptualización
política (valga la redundancia) totalmente a científica porque cree que
superior a la existencia de los dos sexos (mujeres y varones) que se demuestra
bilógica y genéticamente, está la “autopercepción” de las personas es decir si
un varón se “auto percibe” como mujer, todos debemos tratarlo así a pesar que
biológica y genéticamente sigue siendo varón sumado a que, en los países donde
se implementa la ideología de genero como Argentina, el Estado coacciona a todo
ciudadano que “entienda” como otros ciudadanos se “auto perciben”. ¡Qué tal sin
sentido común! Para la ideología de género, lo vital es que la construcción de
una sexualidad no es un tema de la naturaleza humana (que ninguna operación ni
mil inyecciones harán cambiar la genética) sino cultural o psicológico en base
del maniqueísmo de la auto percepción.
Confió que este breve artículo nos lleve a un mayor debate académico
como político por eso invito a leer el libro titulado “El libro negro de la
nueva izquierda. Ideología de género o subversión cultural” de autoría de los
intelectuales argentinos Agustín Laje y Nicolas Márquez.
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