Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático ordinario en
la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado el 19/07/2022 en El Montonero
El lunes 11 de julio se conmemoró
el día del docente universitario, celebración que ha pasado desapercibida por
los actuales inquilinos del Poder Ejecutivo peruano como por la sociedad. ¿Por
qué? Indudablemente quienes tenemos el honor de ser catedráticos universitarios
sabemos la importancia de nuestra labor académica que es formar
intelectualmente a los jóvenes peruanos en base a los valores y tradiciones de
la civilización Occidental que se respalda en dos valores importantes como la
libertad y la verdad, pero reina la mezquindad y el ostracismo hacia la cátedra
universitaria.
El docente universitario
merece respeto por su labor académica que hace a pesar de los sueldos exiguos
que deben ser homologados con los jueces y fiscales (supremos, superiores y
especializados) tal como siempre luchó el siempre inmortal Luis Alberto Sánchez
porque el catedrático se dedica, en muchos casos, a una exclusividad
profesional cuando podría estar laborando en un Ministerio o Municipalidad,
pero elige la cátedra universitaria por su vocación de servicio. Sinceramente,
en mi caso lo hago por devolver mucho de lo que me dio mi Universidad (UNFV) en
7 años de estudio, tanto 5 años de ciencia política como los 2 años que estudié
la maestría en Gestión de Políticas Públicas. ¡Hay que ser gratos en la vida!
Ya que en este artículo me
enfoco sobre el catedrático universitario, menciono que hace pocos días el
Parlamento aprobó, por 104 votos, el proyecto de Ley N° 00784/2021-CR por el
cual se elimina el limite de edad para ser catedrático en las Universidades
Públicas (75 años) y que permite que los catedráticos cesados por la actual Ley
Universitaria vuelvan a la catedra con todos los derechos que la ley les
asiste.
Por dicha razón, señor Pedro
Castillo hágase una buena y firme esta ley porque siempre muy discriminador que
se ponga un límite de edad para ser catedrático en las Universidades públicas.
¿Por qué nunca se puso ese límite para ser catedrático en las Universidades
privadas? Eso se llama discriminación por eso hay que decirlo en voz alta.
Sumado a que ser catedrático universitario es una función académica es decir un
catedrático puede tener 85 años, pero seguir siendo lúcido y de esa manera
transmitir sus conocimientos a los jóvenes peruanos, pero aquí lamentablemente
reina la mezquindad de pigmeos que, en todas las Universidades públicas,
cesaron a los catedrático cuando el artículo 84 de la Ley N° 30220 solo debió
afectar a los catedráticos que se nombraron por la actual ley, no por quienes
se nombraron por la anterior Ley Universitaria N° 23733. Además, creo que mis
colegas injustamente cesados deberían demandar al Estado porque en ningún
trabajo te cesan para luego reincorporarte por ley dada por el Parlamento.
Alzo mi voz de respeto hacia
el docente universitario peruano que bregar por una mejor Universidad pública a
pesar de las enormes deficiencias administrativas y presupuestales de nuestras
Universidades.
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