Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad
de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Federico Villarreal
(UNFV)
Publicado en El Montonero, con fecha 3-05-2021
Para
que la ultraizquierda tome el poder en Venezuela fue un proceso que demoró
décadas. Sería tonto pensar que Chávez apareció políticamente, ganó la elección
de diciembre de 1998 y listo, ellos tomaron el poder.
¿Por
qué fue un proceso de décadas?
Es
importante explicar que, a diferencia de nuestras naciones, Venezuela fue un
ejemplo de democracia en la América del Sur donde regentaban crueles dictaduras
militares. La democracia venezolana se recuperó en 1958 donde un golpe de
Estado cívico-militar derrocó al dictador Marcos Pérez Jiménez. En diciembre de
1958, ganó la elección presidencial Don Rómulo Betancourt (líder fundador de
Acción Democrática) con el 49% de los votos válidos para el período constitucional
(1959-1964), pero hay un suceso político que cambió el rumbo de las Américas:
La toma del poder realizada por Fidel Castro el 01 de enero de 1959 en Cuba.
No
dudo que Castro generó esperanza a algunos jóvenes que pensaron que ese era el
camino correcto, pero 62 años después demostraron el enorme fiasco de la
dictadura socialista que genera hambre, miseria, muerte y totalitarismo. Lo
cierto es que el dictador Castro necesitaba una cabeza de playa en la América
del Sur y éso debía ser Venezuela por su posición estratégica y por la enorme
riqueza del petróleo, paradojas del socialismo es que un país rico en petróleo
ahora tenga una pobreza del 92%. ¡Hecho en socialismo e innegable hasta para el
más adulador del dictador Maduro!
Volviendo
con la Venezuela de febrero de 1959, el recién juramentado Presidente
Constitucional Rómulo Betancourt soporta estoicamente intentos de golpe de
Estado perpetrados por ultraizquierdistas con el financiamiento del dictador
Castro por lo cual el 11 de noviembre de 1961 rompe relaciones diplomáticas con
Cuba por ser un país regentado por una dictadura socialista, recordar que para
ese momento el dictador Castro se entregó a los brazos de la dictadura
soviética. A pesar de esta decisión, el Partido Comunista de Venezuela (PCV)
organizó la guerrilla conocida como Fuerzas Armadas de Liberación Nacional
(FALN) que contó con la logística de la dictadura de Castro. Las FALN inició
una guerra de guerrillas contra la joven democracia venezolana. Ante tal amenaza,
el 18 de febrero de 1963, el entonces ministro de Interior, el joven Carlos
Andrés Pérez asume la Presidencia interina de Venezuela, debido a que el
Presidente Betancourt estaba en Washington, y debeló con mano constitucional y
fuerte la intentona golpista del castro comunismo. Era lógico que la democracia
venezolana sofocara cualquier intentona venida de la dictadura de Castro.
La
enérgica mano dura del entonces Ministro Pérez hizo que la ultraizquierda
venezolana construya la leyenda negra que Carlos Andrés era un “asesino
represor.” Esas son las leyendas negras que se debe combatir porque las
nuevas generaciones, que no les gusta leer libros, se la cree fácilmente.
Luego
del gobierno de Betancourt, le sucedió su compañero de partido, Raúl Leoni para
el quinquenio constitucional (1964-1969), pero la amenaza del castro comunismo
siguió vigente porque el dictador Castro, el 10 de mayo de 1967, mandó a 4
comunistas cubanos y 8 comunistas venezolanos que iniciarán un levantamiento
contra la joven democracia venezolana. Estas doce personas desembarcaron en la
playa Machurucuto, pero el gobierno constitucional debeló esta intentona
golpista. Luego del gobierno de Leoni, le sucedió el socialcristiano Rafael
Caldera, entonces líder del COPEI, para el período constitucional (1969-1974).
De esa manera, sen estableció un bipartidismo adeco copeyano que fue el soporte
de la democracia venezolana por 40 años hasta la llegada al poder de la
ultraizquierda de manos del finado dictador Chávez.
A
Caldera, le sucedió el adeco Carlos Andrés Pérez, ex ministro del Interior de
Betancourt. El primer gobierno de Pérez (1974-1979) fue la etapa de mayor
bonanza económica de Venezuela al grado que se le llamaba Venezuela Saudita y
la clase media venezolana veraneaba en Miami y compraba dos televisores porque
estaba “barato”.
¿Quién
se hubiera imaginado que Venezuela, en el siglo XXI, tendría una pobreza del
92%? Pero ese infierno es por absoluta culpa de la ultraizquierda venezolana
llamada chavismo.
Volviendo
con el primer gobierno de Pérez, los comunistas venezolanos usaron el caso del
barco Sierra Nevada como un acto de corrupción del gobierno adeco. Hay que
detenernos en este punto porque, desde los 60´s, la ultraizquierda presentaba a
Pérez como un sanguinario, por sofocar las guerrillas financiadas por el
dictador Castro, ahora lo presentaban como corrupto. Lo cierto es que Pérez no
estuvo metido en ninguna corruptela al grado que el Senado lo exculpó de
cualquier responsabilidad política y no solo con votos adecos sino de algunos
senadores de MAS como José Vicente Rangel que luego sería vicepresidente del
dictador Chávez.
Pérez
fue sucedido por el copeyano Luis Herrera Campíns (1979-1984) que afrontó una
grave crisis económica que originó deslegitimidad del partido socialcristiano
COPEI, pero aún quedaba Acción Democrática como un partido fuerte de la clase
media por eso fueron el Partido del Pueblo por décadas. El copeyano Herrera fue
sucedido por el adeco Jaime Lusinchi (1984-1989) gracias a que Acción
Democrática aún era un partido hegemónico y se tenía el recuerdo de los buenos
gobiernos de Betancourt, Leoni y Pérez, pero lamentablemente la crisis por el
pago de la deuda externa se recrudeció más los mentados casos de corrupción
aumentados por la prensa que malvadamente los relacionó con Lusinchi.
Ante
una situación delicada aún los dos partidos políticos principales (Acción
Democrática y COPEI) mantenían respaldo electoral importante. Para el proceso
electoral de diciembre de 1988, volvió a postular Carlos Andrés Pérez que ganó
el 52% de los votos, así fue el primer venezolano en ser elegido dos veces
Presidente de Venezuela. El segundo lugar fue Eduardo Fernández del COPEI que
obtuvo 40%. Es decir, el bipartidismo adeco copeyano llegó al 92%, 4 años antes
de la primera intentona golpista de Hugo Chávez. Lo cierto es que Pérez ganó
por el recuerdo de la bonanza económica por su primer gobierno, pero el precio
de petróleo estaba bajo para febrero de 1989, no era el precio de febrero de
1975.
Un
error de Pérez fue ser amigo del dictador Castro e invitarlo a su juramentación
porque es altamente probable que los agentes de inteligencia del G2 se hayan
infiltrado en la población ya que a fines de febrero de 1989 sucedió el
Caracazo que parece que detrás estuvo la inteligencia cubana (formada por la
KGB soviética) porque de edificios se disparaba contra el ejército venezolano. Imposible
que la población civil tenga armas para combatir a un ejército profesional, Es
válido recordar que las valijas diplomáticas son inviolables por el derecho
internacional público y el dictador Castro, para la toma de poder de Pérez,
llegó con bastante “personal de seguridad.” Lo también cierto es que el
Caracazo fue un punto de inflexión en el segundo gobierno de Pérez sumado a un
evento que casi nadie se dio cuenta: La infiltración socialista en las Fuerzas
Armadas a través del cantinflesco Hugo Chávez que adoctrinó a sus compañeros de
armas.
No
olvidar que el entonces joven militar Chávez fundó el Movimiento Bolivariano
Revolucionario (MBR) – 200, en el año 1983 en la conmemoración del natalicio
número 200 del dictador Simón Bolívar. Y
les diré otro dato histórico olvidado: Chávez fue formado por José Esteban Ruiz
Guevara (1928-2006), guerrillero bajo las órdenes del comunista Douglas Bravo
(1932, aún vive este miserable), agente político del dictador Castro. El plan
era muy terrible y largo. Era infiltrar a socialistas en el Ejército, para
esperar una grave crisis económica y dar un golpe de Estado para tomar el poder
y destruir el poderío electoral de Acción Democrática y del COPEI por ser los partidos
que sostenían a la democracia venezolana.
Lamentablemente, los agentes del dictador Castro lograron el objetivo a
través del dictador Chávez.
Por
primera vez, escribo estos datos históricos porque algunos creen que la
ultraizquierda no es organizada y que son un grupo de pocos radicales de
extrema izquierda. ¡Por favor, aquí hubo y hay dinero de la dictadura comunista
de los Castro!
Al
parecer, el copeyano Herrera y los adecos Lusinchi y Pérez no se dieron cuenta
de la infiltración socialista en el ejército cubano, pero estos golpistas rojos
se rebelaron en febrero (comandada por Hugo Chávez) y noviembre (comandada por
Diosdado Cabello) de 1992. Estas dos viles intentonas golpistas se pretendió
matar al Presidente Pérez y a su familia como llevar al poder (Junta de
Gobierno decían) al longevo expresidente Caldera que siempre fue funcional con
la ultraizquierda porque (otro dato histórico) él -en su primer
gobierno-estableció relaciones diplomáticas con las dictaduras socialista
soviética, la China de Mao y la Cuba de Castro.
Lo
cierto es que las dos intentonas golpistas mellaron mucho la imagen política de
Pérez sumado al inefable discurso de Caldera, en el Senado, donde dijo que el
pueblo no podía dar la vida por una democracia que no le daba de comer (¡qué
falsedad mayúscula!) sumado a la inefable campaña mediática de RCTV (cerrada
por el dictador Chávez) y el diario Nacional, hoy asediado judicialmente por el
dictador Maduro. ¡Vean como estos dos poderosos medios de comunicación
venezolanos cometieron harakiri al aupar a Chávez! Si toda esta ofensiva
mediática – política les parece poco, no hay que olvidar que los llamados “intelectuales o notables” pedían a
gritos la renuncia del Presidente Pérez. Éstos estaban comandados por un
frustrado político como Arturo Uslar Prieti que, desde 1959, fue un confeso
anti – adeco. ¡Era su venganza personal contra Acción Democrática!
Lo
cierto es que Carlos Andrés Pérez resistió el Caracazo y dos intentonas
golpistas de la ultraizquierda hasta el terrible cargamontón mediático, pero no
una vil acusación de peculado que terminó en su destitución como Presidente el
21 de mayo de 1993, a solo 9 meses que dejará el poder. Lo también cierto es
que, en el proceso judicial, se demostró que la transferencia de dinero no fue
a una cuenta bancaria de Pérez sino para la protección de la entonces
Presidente Constitucional de Nicaragua Violeta Chamorro que estaba siendo
acosado por los socialistas sandinistas. En base a la normativa jurídica
venezolana esa partida era secreta por corresponder al Ministerio de Defensa y
jamás debió ser revelada por el Fiscal General ni servir de pretexto para
destituir a un Presidente elegido mayoritariamente en dos ocasiones.
Lo
irónico de la vida es que el golpista Chávez estuvo preso como su pretendida
víctima que fue Carlos Andrés Pérez que, lamentablemente, perdió el respaldo de
su partido como de la mayoría de los electores.
Toda
esta terrible crisis política llevó al poder, tras las elecciones generales de
febrero de 1993, al longevo Rafael Caldera que no volvió postular por COPEI
sino formó otro partido llamado Convergencia en alianza con comunistas y
socialistas como el MAS. Caldera, viejo enemigo de Carlos Andrés Pérez, cumplió
su venganza política.
Caldera,
como tonto útil de la ultraizquierda, dio amnistía a los golpistas de febrero y
noviembre de 1992, entre ellos obviamente, Hugo Chávez mientras que Pérez
afrontó dos años y cuatro meses de arresto domiciliario (1996-1998). Con toda
esta situación política, por fin se dieron las condiciones para que la
ultraizquierda tome el poder. Primero, derrumbaron a los dos muros de
contención del comunismo que era Acción Democrática y COPEI. Segundo,
destruyeron la figura de estadista de Carlos Andrés Pérez que fue el único que,
desde un inicio, por obvia razón, denunció la tentación autoritaria de Chávez
que lamentablemente se cumplió y si no fuera por su muerte, el dictador Chávez
seguiría sentado en Miraflores y tercero que los medios de comunicación levantaron
la figura de un asesino y golpista como Chávez como si se tratará de un apóstol
por la paz, hasta lo “moderaron” para que no pasará, como lo que era, un
calco y copia del dictador cubano Fidel Castro.
Desgraciadamente,
el 6 de diciembre de 1998, la ultraizquierda venezolana ganó la presidencia de
manos del golpista Hugo Chávez que con el 56% de votos instauró un régimen
dictatorial conocido como el chavismo que lamentablemente genera simpatías en
varios países sudamericanos, entre ellos el Perú. Indudablemente, el socialista
modelo es quien amaba la Unión Soviética, la Europa del Este -sometida
militarmente por Rusia- y la Cuba castrista, pero que no podrían soportar 24
horas sin vivir en libertad como millones vivieron toda su vida en esos países.
¡El Muro de Berlín es una terrible demostración de la perversidad humana venida
de la ultraizquierda!
En
conclusión, el chavismo llegó al poder, cambio de Constitución por una de corte
autoritaria, reeleccionista y socialista, coparon todos los poderes del Estado
y dominaron a las Fuerzas Armadas es decir establecieron una dictadura
socialista que, desgraciadamente, goza de buena salud ahora bajo el comando del
narco dictador Nicolás Maduro que es la excrecencia del finado dictador Chávez.
¡Miles de marchas le han realizado contra Chávez y Maduro, pero ellos siguen en
el poder!
Indudablemente,
a los socialistas jamás se les saca del poder por la vía electoral, sería iluso
(y contra histórico) pensar eso en el caso peruano, además, jamás me cansaré en
decirlo, un millón de venezolanos -residentes en el Perú- son la mejor
demostración del fiasco del socialismo en Venezuela. El socialismo es sinónimo
de hambre, miseria, muerte y totalitarismo sino lo cree, le pago el viaje de
ida a Cuba y Venezuela para que viva el real socialismo.
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