Renatto
Bautista Rojas
Magíster
en Gestión de Políticas Públicas y Licenciado en Ciencia Política por la
Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)
Publicado en Estado Internacional con fecha 06/ 03/ 2020
Hace 3 días hemos
pasado por el súper martes en las elecciones primarias del Partido Social
progresista, disculpen su nombre oficial es Demócrata, para elegir un candidato
presidencial que, muy probablemente, será derrotado por Donald Trump.
¿Por qué ganaría Trump?
Porque cumple su
palabra con su elector de derechas (la mejora de la economía, el muro
fronterizo, el apoyo con su presencia en la Marcha por la vida, etc.), su
estilo directo y frontal coincide con millones de electores estadounidenses y
su palabra con acabar con dos terribles pesadillas que son las dictaduras
socialistas en Cuba y Venezuela.
Mientras que la guerra
fratricida se mantiene en el Partido Social progresista (Demócrata) con un Joe
Biden que es el candidato del establishment del partido, pero que representa
todas las políticas progres de Obama versus Bernie Sanders un socialista que
añora dos criminales y totalitarias dictaduras como la soviética en Rusia y la castro
comunista en Cuba sumado a su nulo apoyo a Juan Guaidó el Presidente legítimo
de Venezuela. No dudo para Sanders el dictador Fidel Castro es equivalente a
San Pedro que el dictador Chávez sea comparable con el Papa y el dictador
Maduro sea casi un santo para el socialismo mundial; es decir, los demócratas
tienen que elegir entre un progre tibio y un socialista a ultranza. Éso es la
actual deriva del otrora referente mundial que era el Partido Demócrata.
Anécdotas son las
frustradas candidaturas de la también socialista Elizabeth “Pocahontas” Warren
que reúne un voto residual de izquierda sumado al millonario Michael Bloomberg
que, al estilo del candidato derrotado en la elección presidencial peruana del
lejano año 1990 Mario Vargas, gastó una fortuna solo para reunir 53 electores
demócratas; es decir, casi nada para terminar endosando a Biden.
Para Trump sería más
fácil vencer a Sanders porque un socialista siempre generará muchas
resistencias por representar a una ideología que lleva a muchos países a la
pobreza como Venezuela mientras que vencer a Biden sería más difícil porque él
se presenta como el clásico centrista o moderado, pero su error es representar
la continuidad política de Obama, un presidente polémico para millones de
electores estadounidenses. Ése mismo error representó Hillary Clinton, hace 4
años, cuando la soberbia le hizo creer que sería Presidente.
Trump las tiene de
ganar, sobretodo, luego de la actual guerra fratricida del Partido Demócrata.
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