De
la honestidad para hacer la diferencia a las agendas.
Renatto
Bautista Rojas
Licenciado
en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).
Publicado por Estado Internacional, con fecha 04-04-16.
Hace 5 años, el actual
Presidente salía en spots televisivos con la frase “honestidad para hacer la
diferencia.” La mayoría de los peruanos se dejaron convencer por esta frase
electorera; sin pensar, que tan cierta podía ser al llegar al gobierno los
Humala Heredia.
Existe el viejo adagio
“dime de que te jactas y te diré que careces.” Este adagio transmite una
sabiduría popular, que lamentablemente se comprobó en el gobierno de los Humala
Heredia.
Sólo les haré recordar
el ilegal resguardo a Óscar López Meneses, el vil reglaje a los políticos de la
oposición digitada en la DINI, el caso de Martín Belaúnde Lossio, pero el caso
que demuestra que de honestidad no existió en el presente gobierno son las
agendas de señora de Humala.
Las agendas demuestran
el financiamiento de la Venezuela chavista para las campañas presidenciales del
2006 y del 2011. Curioso es ver que un partido “nacionalista” haya recibido
financiamiento de otro país, fue un “nacionalismo” de etiqueta.
Para nada es casualidad
que varias veces aparezca el nombre “Nico” en las agendas, la deducción nos
lleva a pensar que el “Nico” a que se refiere era el entonces Canciller
venezolano, hoy Presidente Nicolás Maduro.
El chavismo desde su
advenimiento del poder en febrero de 1999, estructuró un plan para la
dominación política de la mayoría de países de Latinoamérica. Cuando el precio del
barril del petróleo superaba los 100 dólares, el chavismo no vaciló con estos
mayores recursos en exportar su proyecto político. Recordemos, la manera
grosera y prepotente que en la campaña presidencial del 2006 intervino el
autócrata Hugo Chávez a favor de Humala y en contra del ex Pdte. Alan García.
En las agendas se
demostraría la relación de los Humala Heredia con el sonado caso brasileño de
corrupción “Lava Jato” y su relación con la empresa brasileña Odebrecht.
Finalmente, existe dos
ex dirigentes humalistas (David Quintana y William Chávez) que reiteradas veces
han afirmado que la candidata presidencial Verónika Mendoza escribió en las
referidas agendas. Sumado a las versión del ex Pdte. del Congreso Abugattás que
afirma que la candidata Mendoza era casi casi la secretaria de la señora de
Humala. Eso es obvio, no cualquier señorita de 31 años hubiera sido la cabeza
de lista humalista en la región de Cuzco en el 2011. En política, jamás existen
las coincidencias.
Al ser aspirantes
presidenciales, prometieron que la
honestidad reinaría en su gobierno; lo cual, se demostró que era una falacia
del tamaño del Huascarán. El efecto de las agendas ha desbaratado toda
credibilidad del gobierno de turno.
Sería injusto creer en
los cantos de sirena de la prensa amiga de Palacio de Gobierno, que sólo buscan
la impunidad para los Humala Heredia.
Si este 10 de abril,
pasará a segunda vuelta las dos “bestias negras” del humalismo. Estoy seguro
que desde el 29 de julio del 2016 sabríamos más verdades sobre las agendas como
la posible revelación de la cuarta agenda.
Que nuestro voto del 10
de abril signifique el voto castigo hacia los Humala Heredia y de esta manera
impedir que tengan impunidad por las agendas; sin duda, de la honestidad para
hacer la diferencia hemos pasado a la impunidad de las agendas.
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