sábado, 10 de enero de 2015

Fariseos políticos.

Fariseos políticos.

Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)

Como recordamos varias veces en el Nuevo Testamento se menciona a los Fariseos. Ellos eran una facción religiosa-política del Judaísmo que practicaba “al pie de la letra” las escrituras del Antiguo Testamento, pero dentro de su ser no había ni la fe ni el espíritu religioso que ellos pretendían mostrar  y eso se probó cuando Jesucristo vino al mundo. Jamás los fariseos lo reconocieron como Hijo de Dios. Otra característica de los fariseos es que ellos creían tener la “verdad absoluta.” En conclusión, los fariseos fueron unos hipócritas en el sentido religioso.

En nuestra política, también existen Fariseos políticos. La pregunta es ¿Cómo identificarlos? Sencillo, sólo es cuestión de observarlos y determinar sus características comunes.

Primero, los Fariseos políticos  creen tener la “verdad absoluta” – al igual lo creían los Fariseos en tiempos de Jesucristo – y si encuentran personas que discrepan de la “verdad absoluta”, los insultan de todas las maneras posibles. Su intolerancia es su sudor político. Su táctica es la dicotomía, los Fariseos políticos son los “buenos” mientras que los demás son los “malos.” Dichos conceptos, son manipulados a favor de ellos.

Segundo, los Fariseos políticos creen ser los dueños de la “moral” y de la “decencia.” Para ellos, los demás son los conspicuos representantes de la “corrupción.”

Otra pregunta valedera es ¿Quién determina a los culpables o inocentes en un juicio?

En un Estado de Derecho, lo determina el Poder Judicial no los Medios de Comunicación que representan a intereses empresariales ni los periodistas que tienen su posición política bien definida por más que nos digan: “Somos independientes e imparciales.” Ese es uno de los tantos embustes de los Fariseos políticos. Ni que decir de los políticos que son Fariseos políticos porque ellos creen ser los adalides de la “decencia” y “moral”. Su encanto por denostar que sus adversarios son “corruptos” debería ser su segundo Título Profesional - claro si lo tienen – pero si se demuestra que uno de ellos o uno de sus operadores políticos durante su gestión de gobierno (Presidencial o Municipal)  cometieron actos de  corrupción, jamás lo admiten. Llegan al cinismo político de afirmar que el Poder Judicial es manipulado por la “mafia.” Les recordamos que el Perú es un Estado de Derecho; por lo tanto, si no estás de acuerdo con una Resolución Judicial puedes apelar a la instancia siguiente que sería la Sala Superior o la Sala Suprema; luego de la apelación denegada, existe la posibilidad de apelar al Tribunal Constitucional y en caso final pueden llevar la demanda a fueros internacionales.

Tercero, nos hablan de la “pobreza” y de los “explotados” pero ninguno de los Fariseos políticos viven en pobreza más bien asistieron a Colegios Privados como a Universidades Privadas (donde les forman políticamente) y su situación económica siempre ha sido mejor que la mayoría de la sociedad. Su discurso político es contradictorio con su forma de vida.

Cuarta, los especialistas en clientelismo político son los Fariseos políticos. Para obtener más votos, no escatiman ningún gasto a través de almuerzos, cervezas y “actividades recreativas.” De esta manera, establecen una red de clientelismo político, pero a la vez denuestan que sus adversarios políticos son “corruptos.”

Les pregunto: ¿Es corrupción quién recibe prebendas de toda índole para dar su voto? Dime cuál es tu alarde para decirte de qué pie cojeas.

Además, ¿Cómo sus adversarios políticos pueden demostrar que ellos no son los “corruptos”? Si los benefactores del clientelismo político no les dan ni una oportunidad de escuchar y/o leer sus propuestas.

Quinto, los Fariseos políticos también se muestran como eruditos u “hombres académicos”; por lo cual, han construido eufemismos para asolapar su cinismo político. En nuestra historia reciente, no llaman terroristas a Sendero Luminoso sino el “Partido Comunista del Perú por el Sendero Luminoso.” Afirman que durante el período (1980-1992) el Perú se desarrolló un “conflicto armando interno”; en lugar; de decir que todos los peruanos padecimos miles de asesinatos ocasionados por la insania de Sendero Luminoso. Ni que decir del término “Terrorismo de Estado”, lo más risible que escuché desde mi infancia. Sendero Luminoso perpetro el terrorismo contra todos los peruanos, ellos iniciaron una guerra contra la democracia recién instaurada en 1980 y siguieron perpetrando el terrorismo contra los siguientes gobiernos constitucionales. Si tan “revolucionarios” fueron ¿Por qué no iniciaron su insania y genocidio durante el período  de la dictadura militar (1968-1980)? Respuesta del millón, la dejaremos a sus herederos.

Para identificarlos, hagamos un breve repaso de nuestra actualidad nacional como internacional:

Los Fariseos políticos los encontramos en personas que afirman defender los derechos humanos pero ante la constante violación de dichos derechos en Venezuela; siendo el mejor caso el arresto político de Leopoldo López, ni una palabra. Los Fariseos políticos son unos hipócritas.

Nunca critican a sus pares políticos ni ideológicos; por dicha razón, el gobierno de Maduro no padece sanciones económicas ni políticas que todos los países democráticos deberían imponerles. El silencio cómplice es casi mundial; al grado, que Venezuela ha vuelto a tener un asiento en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (Venezuela tuvo ese asiento en los gobiernos constitucionales de Acción Democrática).

Los Fariseos políticos sí hacen marchas contra la Ley del Régimen Laboral Juvenil (no estoy defiendo la citada Ley) pero no hacen marchas contra los casos de corrupción del actual gobierno como el de Martín Belaúnde Lossio y de Óscar López Meneses. Ni que decir de su gestión municipal saliente de Lima, no hacen marchas contra el alza del Metropolitano. Más de su cinismo.

Hagamos un repaso de la historia mundial para encontrar más Fariseos políticos:

Los Fariseos políticos les encanta hablar de los muertos ocurridos durante las dictaduras de los Somoza en Nicaragua como de los Duvalier en Haití, pero jamás hablan de los millones de muertos ocurridos durante las dictaduras comunistas (dirán no existió el comunismo, pero dichos partidos políticos se autodenominaban comunistas) de Stalin en Rusia, de Mao en China y de Pol Pot en Camboya.

Basta de tantos Fariseos políticos, la verdad como la moral o la decencia no es exclusiva de ningún grupo político ni de ninguna persona. Los Fariseos políticos son los mayores hipócritas en nuestra política, nos tienen acostumbrados “a las rasgaduras de sus vestiduras”, pero jamás reconocerán que ellos tienen errores mayúsculos; por no decir, horrores políticos.

Todos debemos tener la oportunidad de defender nuestras propuestas y/o ideas políticas – tanto oral como escrita- si no de que espíritu democrático hablan ellos. La democracia implica un debate académico y político alturado.

Bienvenido el debate académico y político.



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