Libertad para Leopoldo
López.
Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por
la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)
Soy
peruano no soy venezolano, pero ante todo soy latinoamericano y demócrata por
dichas razones escribo este artículo de solidaridad hacia el pueblo venezolano
que diariamente afronta un gobierno que a todas luces se ha transformado en un
desgobierno.
Venezuela
desde 1999 hasta la actualidad, padece una grave crisis institucional que se ve
reflejada en varios aspectos como la sistemática violación de los derechos
humanos, la derogación de la Constitución de 1961 dio paso a la Constitución de
1999; que se aprobó rápidamente para permitir la inmediata reelección
presidencial que generó una mayor concentración del poder político en manos del
Presidente, la crisis económica se acentúa a pesar de tener las mayores
reservas del petróleo del mundo, la represión a través de grupos civiles
armados chavistas – ejemplo los Tupamaros- contra la Oposición se ha
acrecentado, la inseguridad se ha incrementado en los últimos años; etc. Como
observamos los problemas en Venezuela son constantes y no son afrontados con decisión
desde el ascenso del chavismo.
Esta
situación ha generado el descontento de millones de venezolanos que ven que su
país que alguna vez fue llamada la Venezuela Saudita este paralizada económicamente
más el repudio mayoritario por el resultado fraudulento de la elección
presidencial del 14 de abril del 2013. Todos recordamos que por un estrecho margen Nicolás Maduro se impuso
a Henrique Capriles; sin duda, la Oposición con menos recursos económicos y menos
espacio publicitario tanto en la televisión, la radio y los periódicos fue el
verdadero ganador de la elección. Legalmente el chavismo con Maduro gano pero
perdieron la legitimidad popular. Desde ese momento extraviaron la brújula política.
Craso error.
Toda
esta situación genero que millones de venezolanos protestaran contra el
gobierno de Maduro desde el 04 de febrero del 2014 liderados por Leopoldo López;
quién fuera dos veces Alcalde de Chacao e inhabilitado por el sistema judicial
chavista para postular a cargos públicos en el 2008.
La
inhabilitación política que afronto Leopoldo López y otros dirigentes de la Oposición
fue un cálculo político del chavismo hacia los líderes opositores con mayores
probabilidades de ganarles las elecciones municipales del 2008. Sin duda el
sistema judicial chavista es represor con sus adversarios, al peor estilo de
todas las dictaduras en el orbe mundial. La careta de la democracia se le cayó
al chavismo.
Leopoldo
López como cientos de dirigentes universitarios que visionan una Venezuela donde la inflación, la
inseguridad y la represión política no sean los principales males que padecen los
venezolanos, salieron a las calles a marchar. Por visionar y luchar por una
Venezuela democrática y diferente a la construida por el chavismo desde 1999
están presos. Ellos son presos políticos. Hoy Leopoldo López es la máxima representación
política de la Oposición. El aparato
judicial chavista no tiene ninguna prueba contra López. El debido proceso y la presunción
de inocencia; que son principios universales del Derecho Penal, no han sido
respetados en el caso de Leopoldo López como de los dirigentes universitarios injustamente
presos.
Desde
el 18 de febrero del 2014, Leopoldo López esta injustamente en la cárcel. Ya
serán 8 meses que él viva en una cárcel mientras muchos en Latinoamérica que
dicen ser demócratas guardan un silencio cómplice ante el gobierno venezolano. La
indiferencia no puede ser la característica de los gobiernos ni de las
poblaciones de Latinoamérica.
La
violación de los derechos civiles, políticos y constitucionales de Leopoldo López
y de otros presos políticos demuestran la desesperación del gobierno de Nicolás
Maduro al usar la represión por parte de su sistema judicial para acallar a la Oposición,
pero ellos no se dan cuenta que su legitimidad cada día la están perdiendo y
que la figura de Leopoldo López desde la cárcel se convierte en un
presidenciable de la Oposición.
La
resolución del grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU bien ha
hecho en enmendarle la plana al gobierno de Maduro al pedir la inmediata
libertad de Leopoldo López, como cito en las siguientes líneas:
“La detención del señor Leopoldo López
constituye una detención arbitraria (…) El Gobierno de la República Bolivariana
de Venezuela disponga la inmediata libertad del Sr. Leopoldo López.”
Lástima
que la mayoría de los gobiernos de América Latina; que emanan del sufragio
universal, no hayan dicho ni una sola palabra sobre la represión chavista y el
encarcelamiento político de Leopoldo López y de cientos de dirigentes
universitarios. Que deplorable que la política se haya mercantilizado tanto por
los petrodólares y por la afinidad ideológica que muchos gobernantes tienen por
Nicolás Maduro.
La
historia es paradójica, quienes surgen como “contestatarios” al llegar al poder y sólo para conservar el poder
se convierten en los mayores represores. Sin duda alguna, se han convertido en
los ideólogos de la represión y de la violencia estatal.
Existe
un silencio cómplice, yo no lo tengo porque la libertad es un valor universal
que nos legaron los padres de la Revolución de la Independencia de los Estados
Unidos de América de 17776 como de la Revolución Francesa de 1789. La democracia no debe ser una careta para
mantener el poder a través de constituciones que permiten la reelección inmediata.
Esta es la vieja estofa del autoritarismo que tanto daño hace a los pueblos que
gobiernan.
En
primer lugar, manifiesto mi solidaridad y admiración con Leopoldo López quien
es un preso político. Su lucha por la libertad y la democracia a la larga
tendrá toda la razón de la historia y el respaldo mayoritario de los venezolanos.
La verdad siempre se abre paso, tengámoslo esto presente.
Mi
solidaridad con todos los exiliados políticos; por ejemplo, Manuel Rosales –
candidato presidencial de la Oposición en el 2006 – que está exiliado en el
Perú (mi país) desde el 2009.
Mi
solidaridad con los dirigentes universitarios, que son jóvenes transparentes y
firmes que luchan por una Venezuela diferente en comparación al desastre político,
económico y moral que el chavismo lega desde 1999.
Finalmente,
pero sin ser la menos importante. Mi solidaridad y afecto a Lilian Tintori,
esposa de Leopoldo López, quien es la figura femenina en la lucha por la
libertad y la democracia en Venezuela. Su ejemplo de leal esposa y madre ha
calado en todos nosotros como ejemplo de lucha, tenacidad y perseverancia.
Sin
duda, todos ellos son el nuevo rostro que Venezuela merece tener luego de 15
años de inacción y pérdida de la brújula por culpa de Hugo Chávez y hoy de su
heredero político Nicolás Maduro.
Bien
dice el Himno de Venezuela: “Gloria al bravo
pueblo que el yugo lanzó…”
Como
en otras ocasiones en su historia, el pueblo venezolano y sus líderes lo harán.
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