sábado, 11 de octubre de 2014

Libertad para Leopoldo López.

Libertad para Leopoldo López.

Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV)

Soy peruano no soy venezolano, pero ante todo soy latinoamericano y demócrata por dichas razones escribo este artículo de solidaridad hacia el pueblo venezolano que diariamente afronta un gobierno que a todas luces se ha transformado en un desgobierno.

Venezuela desde 1999 hasta la actualidad, padece una grave crisis institucional que se ve reflejada en varios aspectos como la sistemática violación de los derechos humanos, la derogación de la Constitución de 1961 dio paso a la Constitución de 1999; que se aprobó rápidamente para permitir la inmediata reelección presidencial que generó una mayor concentración del poder político en manos del Presidente, la crisis económica se acentúa a pesar de tener las mayores reservas del petróleo del mundo, la represión a través de grupos civiles armados chavistas – ejemplo los Tupamaros- contra la Oposición se ha acrecentado, la inseguridad se ha incrementado en los últimos años; etc. Como observamos los problemas en Venezuela son constantes y no son afrontados con decisión desde el ascenso del chavismo.

Esta situación ha generado el descontento de millones de venezolanos que ven que su país que alguna vez fue llamada la Venezuela Saudita este paralizada económicamente más el repudio mayoritario por el resultado fraudulento de la elección presidencial del 14 de abril del 2013. Todos recordamos que por un estrecho margen Nicolás Maduro se impuso a Henrique Capriles; sin duda, la Oposición con menos recursos económicos y menos espacio publicitario tanto en la televisión, la radio y los periódicos fue el verdadero ganador de la elección. Legalmente el chavismo con Maduro gano pero perdieron la legitimidad popular. Desde ese momento extraviaron la brújula política. Craso error.

Toda esta situación genero que millones de venezolanos protestaran contra el gobierno de Maduro desde el 04 de febrero del 2014 liderados por Leopoldo López; quién fuera dos veces Alcalde de Chacao e inhabilitado por el sistema judicial chavista para postular a cargos públicos en el 2008.

La inhabilitación política que afronto Leopoldo López y otros dirigentes de la Oposición fue un cálculo político del chavismo hacia los líderes opositores con mayores probabilidades de ganarles las elecciones municipales del 2008. Sin duda el sistema judicial chavista es represor con sus adversarios, al peor estilo de todas las dictaduras en el orbe mundial. La careta de la democracia se le cayó al chavismo.   

Leopoldo López como cientos de dirigentes universitarios que  visionan una Venezuela donde la inflación, la inseguridad y la represión política no sean los principales males que padecen los venezolanos, salieron a las calles a marchar. Por visionar y luchar por una Venezuela democrática y diferente a la construida por el chavismo desde 1999 están presos. Ellos son presos políticos. Hoy Leopoldo López es la máxima representación política de la Oposición.  El aparato judicial chavista no tiene ninguna prueba contra López. El debido proceso y la presunción de inocencia; que son principios universales del Derecho Penal, no han sido respetados en el caso de Leopoldo López como de los dirigentes universitarios injustamente presos.  

Desde el 18 de febrero del 2014, Leopoldo López esta injustamente en la cárcel. Ya serán 8 meses que él viva en una cárcel mientras muchos en Latinoamérica que dicen ser demócratas guardan un silencio cómplice ante el gobierno venezolano. La indiferencia no puede ser la característica de los gobiernos ni de las poblaciones de Latinoamérica.

La violación de los derechos civiles, políticos y constitucionales de Leopoldo López y de otros presos políticos demuestran la desesperación del gobierno de Nicolás Maduro al usar la represión por parte de su sistema judicial para acallar a la Oposición, pero ellos no se dan cuenta que su legitimidad cada día la están perdiendo y que la figura de Leopoldo López desde la cárcel se convierte en un presidenciable de la Oposición.

La resolución del grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU bien ha hecho en enmendarle la plana al gobierno de Maduro al pedir la inmediata libertad de Leopoldo López, como cito en las siguientes líneas:

 “La detención del señor Leopoldo López constituye una detención arbitraria (…) El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela disponga la inmediata libertad del Sr. Leopoldo López.”

Lástima que la mayoría de los gobiernos de América Latina; que emanan del sufragio universal, no hayan dicho ni una sola palabra sobre la represión chavista y el encarcelamiento político de Leopoldo López y de cientos de dirigentes universitarios. Que deplorable que la política se haya mercantilizado tanto por los petrodólares y por la afinidad ideológica que muchos gobernantes tienen por Nicolás Maduro.
La historia es paradójica, quienes surgen como “contestatarios” al llegar al poder y sólo para conservar el poder se convierten en los mayores represores. Sin duda alguna, se han convertido en los ideólogos de la represión y de la violencia estatal.

Existe un silencio cómplice, yo no lo tengo porque la libertad es un valor universal que nos legaron los padres de la Revolución de la Independencia de los Estados Unidos de América de 17776 como de la Revolución Francesa de 1789.  La democracia no debe ser una careta para mantener el poder a través de constituciones que permiten la reelección inmediata. Esta es la vieja estofa del autoritarismo que tanto daño hace a los pueblos que gobiernan.

En primer lugar, manifiesto mi solidaridad y admiración con Leopoldo López quien es un preso político. Su lucha por la libertad y la democracia a la larga tendrá toda la razón de la historia y el respaldo mayoritario de los venezolanos. La verdad siempre se abre paso, tengámoslo esto presente.

Mi solidaridad con todos los exiliados políticos; por ejemplo, Manuel Rosales – candidato presidencial de la Oposición en el 2006 – que está exiliado en el Perú (mi país) desde el 2009.

Mi solidaridad con los dirigentes universitarios, que son jóvenes transparentes y firmes que luchan por una Venezuela diferente en comparación al desastre político, económico y moral que el chavismo lega desde 1999.

Finalmente, pero sin ser la menos importante. Mi solidaridad y afecto a Lilian Tintori, esposa de Leopoldo López, quien es la figura femenina en la lucha por la libertad y la democracia en Venezuela. Su ejemplo de leal esposa y madre ha calado en todos nosotros como ejemplo de lucha, tenacidad y perseverancia.

Sin duda, todos ellos son el nuevo rostro que Venezuela merece tener luego de 15 años de inacción y pérdida de la brújula por culpa de Hugo Chávez y hoy de su heredero político Nicolás Maduro.

Bien dice el Himno de Venezuela: “Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó…”

Como en otras ocasiones en su historia, el pueblo venezolano y sus líderes lo harán. 

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