Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad
de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
El miércoles 28 de julio hemos
sido testigos de la juramentación de Pedro Castillo como Presidente
Constitucional del Perú. Ante cualquier posición ideológica y/o política,
tenemos que desearle el éxito en su gestión porque primero está la nación
peruana que cualquier interés partidario o subalterno. Lo también cierto es que
todos los mensajes de asunción presidencial, por lo menos los que he visto
desde que tengo uso de la razón, son muy emocionales o románticos que pecan
hasta de un entusiasta idealismo, pero hay dos aspectos que el Presidente debe
rectificar porque él gobierna para todos los peruanos, incluyendo para quienes
no votaron por él en las dos vueltas presidenciales. Antes de entrar a estos
aspectos, Castillo comenzó con un error histórico a repetir los tópicos de la
leyenda negra contra España construido, por el viejo rival de España, el otrora
imperio inglés. Además, fue un desaire diplomático teniendo como invitado al
rey español Felipe VI. ¡Por sentido común, si invitas a alguien a tu casa,
jamás te pondrás hablar mal de sus ascendentes! ¡Lógico! ¿No?
Brevemente diré sobre el
asunto español que es absurdo culpar a España de los males de la República
cuando el último ejército español capituló el 9 de diciembre de 1824. Además,
si España fue tan perversa en América, ¿por qué en tantos territorios por más
de tres siglos se soportó tanta “maldad”? Obviamente, porque no existió una
maldad ordenada en la corte de Madrid sino se dio un mestizaje, en todos los
términos, entre España y los reinos precolombinos de América. Si desean saber
la absoluta verdad, les recomiendo leer el inmenso libro “Imperiofobia y
Leyenda Negra” de la historiadora María Elvira Roca Barea. Recuerden que la
verdad los hará libres.
Entrando a los dos aspectos
que debe rectificar el nuevo gobierno:
Como catedrático universitario
manifiesto mi discrepancia con su propuesta de ingreso libre para estudiar en
las Universidades públicas. ¿Por qué?
Primero porque ninguna
Universidad pública tiene un enorme presupuesto para tener 300, 000 estudiantes
como la UNAM en México. ¡Ni San Marcos ni la Villarreal ni la Agraria ni la UNI
tienen tantas aulas para albergar a una inmensa cantidad de alumnos además no
existen tantos catedráticos para enseñar a esta supuesta inmensa cantidad de
estudiantes!
Segundo, y lo escribo con
total convicción porque di un examen de admisión para ingresar a mi pregrado y
posgrado en la Universidad Nacional Federico Villarreal, los exámenes de
admisión son filtros de calidad porque el ingresante debe demostrar que domina
conocimientos básicos sobre las materias relacionadas a la carrera profesional
que anhela estudiar.
Tercero, la competencia
académica siempre es buena y necesaria, no es mala porque se desea tener a lo
mejor de la juventud, valga la redundancia en un sentido académico y humanista,
como estudiantes en las aulas universitarias.
Otro punto que me preocupa
demasiado es la pretendida reforma del artículo N° 206 de la Carta Magna que
permitiría una convocatoria a una Asamblea Constituyente que redactaría una
nueva Carta Magna. Considero que el nuevo gobierno comete un error porque
primero debemos vencer a la pandemia del COVID 19 que sigue siendo una amenaza
real contra nuestras vidas como acelerar la vacunación porque hasta el 28 de
julio solo el 14% (4’676,417 de peruanos) de nuestra población han recibido 2
dos dosis de la vacuna.
Nadie niega que hay que hacer
reformas porque toda obra humana es perfectible, pero llegar a una décima
cuarta constitución es una inmensa barbaridad que generaría que las inversiones
extranjeras se retraigan o (algo peor) se retiren del Perú al ver que no hay
estabilidad jurídica. Además, soy ferviente convencido que el modelo económico
liberal es el mejor modelo porque genera movilidad social y permite que se crea
riqueza en cambio volver a un modelo económico autárquico cepalista sería
nefasto porque generaría igualdad en miseria. Sin olvidar que una nueva
Constitución podría acabar en una reelección presidencial (¿acaso no hemos
aprendido en 200 años de república lo nefasto de la reelección presidencial?)
es decir en una senda de autoritarismo que es inaceptable para todo amante de
las libertades políticas y del espíritu republicano del equilibro de poderes
como de los pesos y contrapesos constitucionales. En esta lógica, rotundamente
me opongo a una convocatoria a una Asamblea Constituyente, como a la redacción
de otra Constitución, porque sería el camino a la tentación del autoritarismo
como a la senda del hambre y miseria del modelo caduco autárquico desfasado
tras la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989.
Considero que aún hay tiempo
que el nuevo Poder Ejecutivo rectifique por el bien de todos los peruanos. ¡Acabemos
con tanta confrontación política y generemos consensos para vencer a la
pandemia del COVID 19 y así se podrá reactivar la economía nacional!
Acabaré este artículo con tres
breves reflexiones:
La primera es que el actual
Poder Legislativo, en usos de sus atribuciones constitucionales, debe continuar
con el proceso de elección de magistrados del Tribunal Constitucional suspendido
por una absurda cautelar, firmada por una jueza supernumeraria, que viola el
principio -venido desde la Ilustración- de equilibrio como separación de
poderes. El Poder Legislativo no debe abdicar de su prerrogativa constitucional
de elegir seis magistrados del Tribunal Constitucional.
Segundo, he prologado el libro
titulado “En búsqueda de la verdad” de autoría del joven egresado de la carrera
profesional de Historia, Aleixis Payba Benites. Este interesante libro fue
presentado el sábado 31 de julio en la Feria del Libro de Miraflores organizado
por la Cámara Peruana del Libro. ¡Felicitaciones Aleixis por tu nuevo libro y
continua con la senda intelectual de tu pluma!
Tercero, el 02 de agosto se
conmemora 42 años de la partida hacia la eternidad de la historia del peruano, del
más egregio y genio político del siglo XX, quien fue Víctor Raúl Haya de la
Torre que toda su vida la dedicó al servicio por el pueblo peruano. Haya de la
Torre siempre será un inmortal en la historia por haber sido un político
demasiado culto, autor de una treintena de libros, y ser fundador de una
ideología y del partido político más longevo de la historia republicana. Indudablemente,
su legado de consenso político se mantiene vigente en estos dos lustros de
fuerte crispación y polarización política.
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