Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad
de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero el 14 de junio del 2021
Por respeto a mis
lectores, no diré mi posición sobre la segunda vuelta peruana hasta que la ONPE
entregue los resultados al 100% por consiguiente haré una reflexión de un
suceso histórico como fue la caída de Constantinopla que sucedió el 29 de mayo
de 1453 por las manos de los turcos otomanos comandados por su sultán Mohamed
II.
Brevemente les recuerdo
que Constantinopla fue la capital del Imperio Romano de Oriente, es válido
mencionar que ellos jamás se llamaron Bizantino porque siempre se consideraron
continuadores y herederos del Imperio Romano, desde la división del gran e
insuperable Imperio Romano, en el año 395, tras la muerte del Emperador Teodosio.
Lo cierto es que el Imperio Romano de Occidente no duró ni cien años, su caída
fue en el año 476, mientras el Imperio Romano de Oriente duró mil años y fue
baluarte de la Cristiandad ortodoxa y de la libertad frente al totalitarismo
del Islam que fue creado por el comerciante soberbio de nombre Mahoma, no deseo
desviarme del tema respecto a la expansión del Islam por 3 continentes por ser
un tema amplio, pero considero que ellos siempre han tenido un proyecto de
expansión religiosa, más agresiva, que la que tuvo el cristianismo en la Edad
Media porque no es casualidad que en los países que ellos son mayoría
aplastante no haya libertades mientras que en Occidente, bien o mal, hay
libertades económicas y políticas. Volvamos al tema central del artículo que es
la caída de Constantinopla, lo cierto es que el Imperio Romano de Oriente
afronto cientos de guerras en las cuales perdió sus extensos territorios en
Egipto, Judea, Siria. Asia Menor y los Balcanes, para el año 1450, el otrora
poderoso Imperio Romano de Oriente era la ciudad de Constantinopla y
alrededores como el barrio genovés Pera es decir los herederos de los romanos
ocupaban un pequeño territorio en Europa.
Es importante recordar
quien fue el último Emperador, el valiente Constantino XI que ante la amenaza
de los turcos otomanos decidió convencer a Occidente que lo ayuden cosa que
lamentablemente no sucedió y que siempre ha considerado un grave error porque
el Imperio Romano de Oriente fue baluarte del cristianismo y de la libertad
versus al totalitarismo del Islam. ¡Qué tontos fueron en Occidente!
Lo cierto es que, ante el
inminente asedio por parte de los turcos otomanos, el emperador Constantino XI
recibió alguna ayuda de Occidente. Por ejemplo, el Papa católico mandó tres
navíos genoveses con 300 arqueros mientras Venecia mandó 15 navíos con 800 soldados
de infantería sumado a la valiosa ayuda del capitán genovés Giovanni Giustiniani
que comandó 700 soldados de origen genovés, pero lo también cierto es que los
turcos otomanos asediaron Constantinopla por mar y tierra al grado que
construyeron una fortaleza en el punto más estrecho del Bósforo para impedir
cualquier refuerzo llegado de Occidente.
La ofensiva turca comenzó
el 7 de abril de 1453, pero la enorme ventaja de los turcos era que usaron
pesada artillería para tambalear las históricas murallas que, en una semana, lograron
dicho objetivo, pero los soldados imperiales las reconstruía, en la noche, para
impedir el inminente fin de la ciudad - capital. A pesar de la valentía del
emperador Constantino XI y de sus soldados, Constantinopla cae el 29 de mayo de
1453. Constantino XI muere peleando en las murallas de su ciudad, jamás pensó
en huir para salvar su vida sino morir al lado de sus soldados. ¡Tremendo
ejemplo del último emperador heredero de los romanos!
El sultán otomano Mohamed
II entra a Constantinopla que le cambió de nombre como Estambul que se
convirtió en capital del Imperio Otomano que perduró hasta el fin de la Primera
Guerra Mundial mientras que la Catedral Santa Sofía se convirtió en mezquita.
Indudablemente, fue el símbolo del fin del cristianismo en dicho territorio
europeo.
Finalmente, la caída de
Constantinopla representó el cierre de comercio de Occidente con la India y la
China lo que generó que los reinos de Castilla y Portugal decidieran investigar
nuevas rutas y la mejor fue la que descubrió Cristóbal Colón el 12 de octubre
de 1492 cuando llega a nuestro hermoso continente. Lo también cierto, sobre la
caída de Constantinopla, es que la mayoría de los reinos occidentales, sea
Francia, Inglaterra Portugal y Castilla, no entendieron que la defensa de
Constantinopla no era un tema exclusivo del Emperador Constantino XI sino de todo
Occidente porque el Imperio Romano de Oriente fue baluarte de la cristiandad y
de la libertad versus al totalitarismo del Islam. Por eso, es importante luchar
por la defensa de las libertades a pesar de cualquier adversidad.
P.D.: No me canso en
repetir que un millón de venezolanos que, residen en el Perú, son la prueba del
enorme fiasco de la dictadura socialista de Maduro.
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