Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas y Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional
Federico Villarreal (UNFV)
En el Perú, país donde no se
enseña historia. ¡Tremendo crimen! Tampoco se analiza mucho sobre la política
internacional. ¡Otro horrible crimen! Ha pasado desapercibido el histórico
acuerdo entre las repúblicas europeas Serbia y Kosovo gracias a la política del
presidente estadounidense Donald Trump. Dicho acuerdo se firmó el pasado
viernes 4 de agosto, en la Casa Blanca.
Hace 4 años, en la pasada
campaña presidencial estadounidense, decían que, si Trump ganaba,
irremediablemente el mundo acabaría con una guerra nuclear, pero todo ha sido
lo contrario porque el Presidente Trump concretó dos cumbre con el dictador
norcoreano sumado al apretón de manos entre el norcoreano con el Presidente de
la Corea de Sur en la frontera entre ambas naciones que data de la Guerra de
las Coreas.
Otro acuerdo histórico, de la
administración Trump, es el establecimiento de relaciones diplomáticas entre la
república de Israel con los Emiratos Árabes Unidos que es un país musulmán. Lo
concreto es que es un gol de media cancha para Trump ya que logra que Israel
tenga un entendimiento oficial con un país musulmán.
Este histórico acuerdo entre
Kosovo, país de mayoría musulmana, y Serbia, país de mayoría cristiano-ortodoxa,
permite el entendimiento entre estas dos repúblicas europeas sumada a que
Israel reconozca a Kosovo como un Estado soberano, sumado a que la futura
embajada de Kosovo estará en Jerusalén, y Serbia trasladará su embajada a la
capital de Israel que fue, es y será Jerusalén porque históricamente los judíos
fueron los primeros en llegar a lo que llamamos la Tierra Santa. No me detendré
mucho en la historia, pero recuerden que Moisés salió con los hebreos, de
Egipto, hacia la llamada Tierra Prometida y tras la muerte de Moisés, su
sucesor Josué, luego de algunas guerras, se asentó en lo que llamamos Israel,
aproximadamente en el 1200 a.C.
Volviendo al tema central del
presente artículo, Trump construye la paz en el Medio Oriente, lo que le debe
valer un Nobel de la Paz, pero vamos, siendo sincero, tendría que ser Obama
para que le otorguen un Nobel de la Paz.
Lo concreto es que el histórico
acuerdo entre Israel y los Emiratos Árabes Unidos como el de Kosovo con Serbia
son poderosas armas políticas de movilización de los más de 60 millones de
electores republicanos que el 3 de noviembre irán a votar por Trump. Veremos,
si Biden llega a movilizar a 60 millones de electores, tal vez movilice menos
como es la tendencia a la baja para los Demócratas desde la reelección de Obama
en el año 2012.
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