Renatto
Bautista Rojas
Licenciado
en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).
Publicado en May Neim Presenta con fecha 04-06-2017.
Inmigración sin
asimilación cultural representa una guerra de conquista.
Los europeos viven en
jaque por los constantes ataques de la horda terrorista Daesh. El día de ayer,
el atentado terrorista en Londres nos vuelve a demostrar la mayúscula amenaza
que representa el Daesh, como la religión de la sumisión.
Europa padece la
terrible oleada de la inmigración, sin control, de miles de miles de creyentes
de Alá, sin duda, también entran a Europa integrantes de la organización
terrorista Daesh.
Todos los ataques
terroristas que sucede en Europa representa un coordinado ataque de células del
Daesh; pensar que son incidentes aislados es pura ilusión.
El Islam como religión
de la sumisión pretende establecer el Califato global a través del Yihad o Guerra
Santa. Nosotros somos los “infieles” es
decir los no creyentes en Alá.
El proyecto político de
ellos no es de corto plazo sino es un proyecto a largo plazo, en estos siglos,
está demostrado cómo el Califato y todos los estados islámicos que se derivaron
del primero, conquistaron territorialmente y convirtieron al Islam, a las
poblaciones del Norte de África, Irán (antes Persia), Tierra Santa, Asia Menor
y hasta llegaron hasta España. En dicho país, se quedaron hasta enero de 1492
cuando los vencieron los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de
Castilla.
Si no fuera por Carlos
Martel que los derrotó en Poitiers, toda Europa hubiera caído bajo la espada
del Islam, en el año 732. Si los musulmanes hubieran ganado en Poitiers, hoy
todos seriamos musulmanes y este artículo jamás hubiera existido.
Permítanme realizar un
salto del año 732 hasta el 29 de mayo de 1453.
En 1299 surge el sultanato
otomano, luego de continuas victorias, lograron el 29 de mayo de 1453
conquistar -a sangre y fuego-
Constantinopla que fue el último reducto y capital del otrora Imperio Romano de
Oriente o Bizantino. El Imperio Bizantino fue la cuna de los cristianos
ortodoxos, por ellos, los búlgaros, los griegos, los rumanos, los rusos y los
serbios son cristianos ortodoxos. Además, los bizantinos impidieron, por más de
800 años, el gran asalto del Islam hacia Europa Oriental.
El Imperio Bizantino
fue el muro de contención del Islam en el Oriente, como lo fue Carlos Martel en
la Europa Occidental como los reinos católicos surgidos en Aragón, Castilla,
Navarra y Portugal.
La caída de
Constantinopla en manos de los otomanos (musulmanes) fue una gran orgía de
sangre. Por tres días, los otomanos asesinaron a los varones mientras las
mujeres fueron raptadas y convertidas en esclavas, además de los saqueos a las
milenarias joyas y riquezas que era de propiedad de los bizantinos como de la
Dinastía de los Paleólogo.
Los otomanos
conquistaron los Balcanes, el Asia Menor, Tierra Santa, Arabia, Egipto, Libia,
el norte de Argelia, Túnez y Crimea; es decir, fue un imperio musulmán poderoso
que fue detenido, tras el célebre Combate de Lepanto del año 1571.
Todo lo escrito en las
anteriores líneas está respaldado por la historia. Esta historia que hoy
pretenden borrar en Europa y América, a través de las mentiras del
multiculturalismo.
La izquierda europea
sabe que la destrucción de los valores de la cultura judeo cristiana (nuestra
cultura) se realizará si permiten que más musulmanes vengan a vivir y a
reproducirse a Europa, pero el cálculo les va a salir pésimo porque ellos
vienen por todos nosotros; es decir, por el establecimiento del Califato
global.
Les hago recordar que
en las elecciones parlamentarias en Holanda, del miércoles 15 de marzo del 2017,
el partido musulmán DENK obtuvo, por primera vez, 3 escaños en la Cámara de
Representantes (equivalente a diputados).
Amigo lector no
caigamos en la falacia llamada multiculturalismo porque ellos no se contentarán
con ser una minoría organizada sino pretenden establecer el Califato global, primero
van por Europa, cuando sean el 50% + 1, irán por todo el Nuevo Continente; es
decir, el Islam tiene un proyecto político de largo plazo.
No olvidemos las
célebres palabras del inmortal politólogo italiano Giovanni Sartori “El
Islam es incompatible con Occidente”.
Recuerda, van por
nosotros.
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