Renatto
Bautista Rojas
Magíster
en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático
nombrado en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 22-07-2024
Mi
colega y amigo Martín Bernabé Rivera publicó el domingo 30 de junio el
siguiente tuit:
“La sociedad del siglo XXI tiene tres grandes taras: la ignorancia, el clasismo y el resentimiento”.
Coincido
plenamente con él por lo que el artículo de hoy versa sobre las tres taras de
la sociedad que son la ignorancia, el clasismo y el resentimiento. Comencemos
por el orden dado por mi dilecto colega Bernabé Rivera:
La
ignorancia, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia de la Lengua
Española tiene la siguiente definición:
“1.
Cualidad de ignorante. 2. Falta de conocimiento.”
Obviamente,
como sostuvo, el padre de la filosofía en Occidente, Sócrates, todos los
hombres somos ignorantes, pero siempre he sido de la idea que hay dos clases de
ignorantes: El ignorante que sabe que es ignorante, pero quiere quedarse en ese
estado (mayoría), mientras existimos otros ignorantes que sabemos que siempre
ignoraremos muchos conocimientos, pero entendemos que la vida es un largo
caminar en búsqueda de nuevos conocimientos. En esta lógica, considero que los
primeros ignorantes hacen un enorme daño a nuestra sociedad sobre todo cuando
hay elecciones generales porque se dejan fácilmente convencer por maniqueísmos
como “no más pobres, en un país de ricos.” Públicamente, preguntó a los
electores del golpista preso:
¿La
riqueza se genera por decreto presidencial? Como ellos creen que es de esa
manera, entonces hay que repartir títulos profesionales para acabar con la
ignorancia de la sociedad. ¿No, lo creen?
El
segundo concepto es el clasismo, de acuerdo con el Diccionario de la Real
Academia de la Lengua Española tiene la siguiente definición:
“Actitud
o tendencia de quien defiende las diferencias de clase y la discriminación por
ese motivo.”
Sobre todo,
me baso en la discriminación que se hace por motivos económicos, en la medida
que hay personas que mal creen que por tener dinero -algunas veces por
obtención ilícita- se sienten superiores a los demás al decir esta frase
maniquea: “Tengo mucho dinero, por eso valgo mucho.” Indudablemente, el clasismo hace mucho daño en
nuestra sociedad porque monetiza a los ciudadanos además eleva a una “categoría
superior” solo por tener dinero, aquí no importa los conocimientos académicos
ni la cultura por esta razón un señor preso por narcotráfico en el Perú tiene
muchos seguidores en sus redes sociales porque mal se cree que ese señor es
“superior” cuando tuvo una sentencia por un delito que lo llevó a estar preso.
Finalmente,
a mi entender el peor de todos, es el resentimiento social, de acuerdo con el
Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española tiene la siguiente
definición:
“Acción
y efecto de resentirse.”
Indudablemente,
el resentimiento es sinónimo de amargura y odio. No niego que en el Perú hubo
abusos, pero yo sí creo que hay una leyenda negra que los exagera a la enésima
también creo que hay familias -que lamentablemente deforman a sus hijos en el
resentimiento- respecto al tema del abuso en las haciendas a mediados del siglo
XX, como repito no niego que hayan existido abusos, pero los seres humanos
inteligentes miramos del presente hacia el futuro, en cambio los seres humanos
que tienen menor coeficiente inteligencia, siempre se quedan en el pasado en
base a un terrible resentimiento que lo heredan a sus hijos por lo cual hoy
podemos ver a jóvenes, que tienen acceso universitario, que se mantienen en el
resentimiento social porque así fuero deformados en sus hogares,
lamentablemente. Es cierto, no se puede olvidar el pasado, pero lo malo es
quedarse en el pasado cuando nadie puede borrar el pasado, como repito, los
seres humanos inteligentes miramos del presente hacia el futuro para resolver
los problemas de nuestra actual sociedad.
A modo
de conclusión, considero que el resentimiento social es la madre de las otras
dos taras analizadas en el presente artículo porque el odio como rencor generan
al mediano plazo una ignorancia en historia peruana como en la política
contemporánea sumado a que alguno de estos seres humanos adquiere dinero y se
vuelven totalmente clasistas porque mal creen que eso es su pequeña venganza.
Por eso, somos una sociedad tercermundista porque abunda la ignorancia, el
clasismo y el resentimiento.
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