martes, 12 de diciembre de 2017

La Biblia Políglota Complutense y Jesucristo

Jesucristo en el Sermón de la Montaña.

Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).
Publicado en Mundiario con fecha 12-12-2017.

Una de las mayores mentiras que se nos afirma es que Martín Lutero fue la primera persona en traducir, del latín, la Biblia a otros idiomas.
El cardenal español y asesor político de los Reyes Católicos, Francisco Jiménez de Cisneros (1436-1517) fue la primera persona en traducir la Biblia a otros idiomas. Esta Biblia se denominó la Biblia Políglota Complutense. Los idiomas escritos en dicho texto son el arameo, el hebreo, el griego y el latín.
La Biblia Políglota Complutense fue terminada en el año 1517, pero el fallecimiento del Cardenal Cisneros retrasó la venta. Recién en el año 1521, el Papa León X aprobó la publicación de la Biblia Políglota Complutense y su venta se inició en el año 1521. Fue vendido a seis ducados y medio de oro.
Estamos muy cerca de la Navidad y me permito hacer una reflexión sobre Jesucristo:
Como todos sabemos Jesucristo es el Hijo de Dios, profetizado en el Antiguo Testamento como el Mesías e Hijo de Dios.
Jesucristo, al iniciar su predicación religiosa, chocó con dos grandes poderes: El primero fue el romano que pensaba que Jesucristo era un líder político que lideraría una rebelión contra el Imperio Romano. El segundo poder era el establishment religioso judío, comandado por los sacerdotes Caifás y Anás.
Estoy convencido que dentro de sus corazones, Caifás y Anás sabían que Jesucristo era el Hijo de Dios, profetizado en el Antiguo Testamento, pero ellos sabían que sí lo reconocían como Hijo de Dios no lo podrían manipular porque Jesucristo es Dios y los mortales no podemos manipular a Dios. ¡Lógico! Además, sí Caifás y Anás lo reconocían a Jesucristo como Dios, ellos, como toda la casta sacerdotal judía, perderían todo su poder sobre la comunidad judía.
Está reflexión es muy personal que no sea tomado como un insulto a nadie por sus respectivos credos confesionales y, como reitero, lo escribo porque estamos muy cerca de la Navidad que es la conmemoración del nacimiento de Jesucristo.

¡Feliz Navidad a todos mis amigos lectores! 

viernes, 8 de diciembre de 2017

La historia del Emperador Beato que no conocías

Emperador Carlos I de Austría - Hungria y su esposa Zita de Borbón - Parma

Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).
Publicado en Estado Internacional con fecha 08-12-2017

Al Emperador y Beato (para la Iglesia Católica) que me refiero es al Emperador Carlos I de Austria - Hungría (1887-1922), miembro de la Dinastía de los Habsburgo que reinó en muchos países y/o regiones europeas como Alemania, España, los Países Bajos españoles, Toscana, Lombardía, entre otros. Esta Dinastía también reinó en el Perú cuando fuimos parte del Imperio de Ultramar español.
Volviendo al tema central de mi artículo, el hoy conocido Beato Carlos de Austria nació el 17 de agosto de 1887.
Cuando él nació, no estaba en línea directa en la sucesión del trono austrohúngaro. El Emperador era, su tío abuelo, Francisco José I. Su hijo el Archiduque Rodolfo había muerto en un suceso, hasta hoy, muy controvertido, el siguiente sucesor fue el Archiduque Francisco Fernando quien fuera asesinado, al de su esposa Sofía, en Sarajevo, el fatídico 28 de junio de 1914. Dicho magnicidio fue el pretexto para el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). En esta terrible situación, entró en escena el Beato Carlos de Austria como Archiduque (heredero al trono) de Austria – Hungría.
Es válido mencionar que se casó por el rito religioso católico con Doña Zita de Borbón – Parma, en el año 1911. El matrimonio Habsburgo Borbón – Parma siempre fue un ejemplar matrimonio católico, tanto en las buenas situaciones (en el trono de Austria – Hungría) como en las malas (exilio) este matrimonio se mantuvo unido con sus hijos.
El 21 de noviembre de 1916, tras el deceso del Emperador Francisco José I, Carlos se convierte en Emperador de Austria – Hungría, desde el inicio de su reinado intentó llegar a la paz durante la fatídica Primera Guerra Mundial. El Emperador Carlos intentó la paz con Francia a través de conversaciones “secretas” dirigidas por su cuñado Sixto de Borbón – Parma. Dichas conversaciones fueron un fracaso por la intransigencia del Presidente de Estados Unidos y por la presión de Alemania en continuar en la guerra.
El final de la Primera Guerra Mundial originó la disolución y caída de la Dinastía de los Habsburgo en Austria – Hungría.
El Emperador Carlos se exilió en Suiza y en dos ocasiones intentó su restauración en el trono de Hungría, pero al ver que esto hubiera originado una guerra civil, desistió de toda pretensión política.
Murió de neumonía, el 1 de abril de 1922, en la isla portuguesa Madeira, tan solo tenía 34 años, al lado de su esposa y de sus hijos.
Fue Beatificado el 3 de octubre del 2004 por el Papa Juan Pablo II por ser un devoto católico, ejemplar esposo y padre, y sobretodo, por intentar llegar a la paz en la Primera Guerra Mundial.