martes, 29 de marzo de 2022

La nación ucraniana

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 29-03-2022

 

El 24 de febrero, la Rusia de Putin inició la vesania de una guerra contra Ucrania, una joven democracia que deseaba estar en Occidente a través de su incorporación a la Unión Europea y OTAN (decisiones que por su independencia y soberanía les corresponden solo a los ucranianos, no a los rusos). Indudablemente, para la Rusia de Putin esta justa aspiración ucraniana le generaba recelo porque si la democracia ucraniana funciona entonces los rusos se preguntarían: ¿Por qué debemos seguir soportando al sátrapa Putin por más tiempo?

Muchos, en Occidente, pensaron que Ucrania y sobretodo el presidente Zelensky se rendirían a los 3 o 4 días de la invasión rusa, pero eso no fue así. Además, es de conocimiento global que el régimen autoritario ruso pensaba que los ucranianos saldrían a aplaudir a los soldados rusos porque los estaban liberando del “régimen nazi” del “malvado” Zelensky. Indudablemente, Putin se pegó fuerte contra la realidad que es que la Nación ucraniana resiste valientemente la invasión militar de una potencia nuclear como Rusia. En esta misma línea, soy firmemente convencido que el fiasco que representó la invasión de la Rusia soviética a Afganistán hoy lo representa esta invasión rusa a Ucrania que no será un exitoso por la gesta valerosa de la Nación ucraniana.

A pesar de que el presidente ucraniano fuera un actor y/o comediante, en la actualidad demuestra un enorme temple porque está convencido que su Ucrania debe seguir siendo un Estado independiente y soberano respecto de la matonería del régimen autoritario del Kremlin. En Moscú, podrán decir todo lo que quieran, pero lo cierto es que la Nación ucraniana le para los tanques.

Comparto lo siguiente, apreciados lectores: A mis alumnos de Ciencia Política de la UNFV les hago un ejercicio mental: Si en lugar de los ucranianos fuéramos los peruanos y en lugar de los rusos, cualquier país vecino nos invadirían, ¿ustedes creen que la Nación peruana resistiría al igual que la Nación ucraniana? La respuesta la dejo a cada uno de ustedes, pero lo increíble de esta terrible guerra es que haya personas que se hacen llamar conservadores (supuestamente apoyan que el derecho a la vida es el principal valor, “olvidando” que los soldados rusos han matado a miles de ucranianos) que apoyan a Putin considerándolo casi casi un cruzado cristiano que lucha contra los “nazis” ucranianos. Ellos deben recordar que Putin ha establecido un régimen autoritario (dictadura sostenida por oligarcas) desde 1999 y que el sostén internacional de criminales dictaduras socialistas como la cubana de Diaz Canel, la nicaragüense de Ortega y su esposa Murillo, y la venezolana de Maduro es Putin es decir Putin es un sátrapa liberticida -valga la redundancia- que apoya y financia a dictaduras criminales en nuestro continente. Increíble porque quien apoya a Putin se deslegitima políticamente en la defensa de la civilización occidental.

 

¡Viva Ucrania, libre e independiente de cualquier yugo imperial!

martes, 22 de marzo de 2022

Mitrídates VI, el sempiterno enemigo de Roma

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 22-03-2022


Indudablemente, a lo largo de su historia, la República de Roma tuvo terribles enemigos. El más analizado y estudiado es el general cartaginés Aníbal porque puso en duda la hegemonía de Roma en el Mediterráneo Occidental.

¿Quién se enfrentó a Roma y puso en duda su hegemonía en el Mediterráneo Oriental?  Ese personaje fue el Rey de Ponto, Mitrídates VI. Él enfrento a Roma en tres guerras. Si súmanos sus años de guerra nos dan un total de 16 años no prolongados de guerra.

Mitrídates VI nació en el año132 a.C. y murió en el año 63 a.C. Hijo del rey Mitrídates V. Subió al trono en el año 120 a.C., pero gobernó como titular en el trono desde el año 112 a.C.

Mitrídates VI en su afán de expandir su reino, invadió los territorios romanos en el Asia Menor y se alió con varias ciudades griegas, deseosas de alzarse en rebelión contra Roma. En este contexto, entra en escena un personaje importante en la historia de Roma, Sila, quién fue Dictador en Roma y sempiterno rival de Mario, siete veces Cónsul y tío de Julio César.

Al comienzo de la guerra, Mitrídates derrotó a los romanos en las batallas del río Amnias y la batalla del Monte Scorobas. Cuando Sila lideró al ejército de Roma derrotó a Mitrídates VI en las batallas de Queronea (no confundir con la Batalla del 2 de agosto del 338 a.C. cuando Filipo II y Alejandro Magno vencieron a Tebas) y en la batalla de Orcómeno.

Sila pudo destruir y acabar con la independencia del reino, pero no lo hizo debido a que tenía que regresar de inmediato a Roma y derrotar a Mario El Joven, hijo de su sempiterno rival Mario. Por esta razón, Sila y Mitrídates VI firmaron el Tratado de Dárdanos por el cual Mitrídates devolvía los territorios conquistados a Roma y pagaba los gastos de guerra. Esta situación es similar al Tratado de Lutacio. Dicho tratado fue firmado en el 241 a.C. entre Roma y Cartago al término de la Primera Guerra Púnica.

 

La segunda guerra se inició cuando el general romano Murena invadió los territorios del reino de Ponto, pero sin conseguir una victoria decisiva frente a Mitrídates VI por consiguiente se retiró del territorio de Ponto.

La tercera guerra fue la más larga y dolorosa comparada con las dos anteriores. Mitrídates VI pudo reorganizar su ejército e invadir de nuevo los territorios romanos en Asia Menor. El general romano Lúculo lideró la contraofensiva que llevó al ejército romano a invadir el reino de Armenia, cuyo rey Tigranes II era yerno de Mitrídates VI.

Lúculo nunca permitió a sus tropas el saqueo de las riquezas de los reinos de Ponto y de Armenia. pero él si saqueaba todo lo que podía. Por dicha razón las tropas romanas se amotinaron. Este suceso más las intrigas de Pompeyo en el Senado generaron que le designasen a Pompeyo como nuevo comandante romano en la guerra contra Mitrídates.

En la coyuntura antes mencionada, tanto Mitrídates VI como su yerno Tigranes II reconquistaron sus territorios por el momentáneo vació de poder que dejaron los romanos. Seguidamente, Pompeyo invadió rápidamente la capital de Armenia mientras tanto Mitrídates VI huyó a sus posiciones del mar de Azov con la intención de reunir un nuevo ejército y seguir en su guerra contra Roma. Al ser riesgoso emprender una campaña en aquellos territorios, Pompeyo emprendió la pacificación de Siria y la conquista de Jerusalén.

Mitrídates VI llegó a sus territorios del mar de Azov, su hijo Farnaces decidió tomar como prisionero a su padre en el palacio real. La muerte de Mitrídates VI es bien contada por el destacado historiador sueco Carl Grimberg:

 

“Las súplicas de Mitrídates no hallaron eco en Farnaces. El padre comprendió que ya no había esperanzas, pero no quiso abandonar sólo este valle de lágrimas. Obligó a sus mujeres, a su concubina y a sus hijas a beber la copa de veneno, antes de tomarla él. Pero Mitrídates se había inmunizado contra el veneno, de modo que éste no se hizo efecto; ordenó, pues, a un soldado que le cortara la cabeza. Así murió Mitrídates, a los sesenta y ocho años, en 63 antes de Cristo.”[1]

 

Indudablemente, el rey de Ponto Mitrídates VI fue un sempiterno enemigo de la República de Roma porque todas sus energías fueron por el encumbramiento de Ponto como potencia hegemónica en el Oriente en contraposición del creciente expansionismo de Roma. Si bien es cierto que nunca Mitrídates decidió emprender una campaña en el territorio de la Península Itálica sus campañas en el Asia Menor más su alianza con el reino de Armenia significaron una constante amenaza a la República de Roma en el Mediterráneo Oriental por un período de 16 años no prolongados de guerra. A modo de conclusión, afirmaré que Mitrídates VI fue un enemigo peculiar para Roma, un político frontal hasta que perdió -literalmente- la cabeza.

 

 



[1] Historia Universal Tomo 8 Julio César. Autor: Carl Grimberg. Edición: Sociedad Comercial y Editorial Santiago (1987).

martes, 15 de marzo de 2022

Choque de civilizaciones

 Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV

 

Publicado en El Montonero, con fecha 15-03-2022


El destacado catedrático y politólogo estadounidense Samuel Huntington (1927-2008) escribió el libro “El Choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial” (1997) donde -con mucha clarividencia- se nos dice que las guerras serían conflictos entre civilizaciones, ya no la clásica guerra entre potencia por áreas de influencias económicas y políticas. Los sucesos del siglo XXI, lo demuestran entre las constantes guerras entre Israel y sus vecinos árabes (Civilización occidental vs la civilización islámica) y ni que decir la actual guerra entre Rusia contra Ucrania (Civilización ortodoxa vs la civilización occidental) que no es un conflicto bélico entre un “cristiano casi cruzado” de apellido Putin vs el “globalismo” que tiene como “títere” al Presidente Constitucional de Ucrania que es Zelensky. Es una barbaridad creo lo último cuando el dictador ruso viola la independencia como las fronteras de un Estado de pleno derecho como Ucrania. Además, Rusia es una dictadura sostenida por unos oligarcas mercantilistas mientras Ucrania es una joven democracia que desea prosperar económicamente como el resto de Europa.

Volviendo con el catedrático Samuel Huntington en la página 48 de su libro “Choque de civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial” nos define que es una civilización:

“Una civilización es el agrupamiento cultural humano más elevado y el grado más amplio de identidad cultural que tienen las personas, si dejamos aparte lo que distingue a los seres humanos de otras especies. Se define por elementos objetivos comunes, tales como lengua, historia, religión, costumbres, instituciones y por la autoidentificación subjetiva de la gente… La civilización a la que pertenece es el plano más amplio de identificación con el que se identifica profundamente. Las civilizaciones son el nosotros más grande dentro del que nos sentimos culturalmente en casa.”

Evidentemente la civilización Occidental tiene como elementos objetivos comunes: Lenguas que provienen del latín (castellano, francés, portugués, entre otras) y germánicas (el inglés que es el idioma más comercial en el mundo), tenemos una historia común sobretodo desde la venida de los españoles a nuestro continente, ni que decir de las costumbres que la mayoría vienen de los países europeos que se asentaron en América, las instituciones (como el Parlamento y el Poder Judicial) se repiten tanto en el continente americano como el europeo y una columna vertebral que son los valores y tradiciones del judeocristianismo mientras que la civilización ortodoxa es totalmente diferente porque sus idiomas vienen de la rama eslava sumado a su alfabeto que es cirílico más una tradición diferente a la nuestra porque ellos se sienten herederos directos del Imperio Romano de Oriente porque Sofía Paleólogo (sobrina del último emperador Constantino XI) se casó con Iván III de Rusia, ellos fueron abuelos de Iván IV “el Terrible” quien fue el primer gobernante ruso en usar el título Zar (César en ruso) sumado a que la religión que se practica en esta civilización oriental es la cristiana ortodoxa que tiene una cosmovisión diferente al cristianismo niceo o comúnmente llamado católico.

Volviendo con el intelectual Huntington sobre la relación Rusia y Ucrania, en la página 200, escribe lo siguiente que es clarividente si lo vemos hoy, en el 2022:

“Sin embargo, una Ucrania así, irreductiblemente uniata y orientada hacia Occidente, solo sería viable si tuviera un apoyo occidental fuerte y eficaz. A su vez, tal apoyo solo sería probable que se produjera si las relaciones entre Occidente y Rusia se deterioraran gravemente y llegaran a parecerse a la guerra fría.”

En esta misma lógica, crea que Ucrania sería totalmente Occidental si es aceptada inmediatamente en la Unión Europea como en la OTAN ya que la historia del siglo XX demuestra el accionar expansionista y matonesco de Rusia sumado a que las relaciones entre Occidente y Rusia de Putin están deterioradas porque el dictador ruso -desde hace tres lustros- está reconstruyendo el imperialismo ruso con fines demagógicos que le permiten seguir en el poder por un tiempo indefinido por eso el desea impedir que Ucrania sea totalmente Occidental y exitosa porque si la democracia representativa funciona bien en Ucrania, los rusos se preguntarían:¿ Por qué nosotros no? Eso es el gran temor para Putin y los oligarcas que lo sostienen desde el año 1999.

Finalmente considero que la guerra desatada por Rusia es un criminal genocidio contra los ucranianos y el dictador Putin merece acabar como el dictador serbio Milosevic en una fría celda de La Haya, en Holanda. Además, creo que el pueblo ucraniano como su Presidente Constitucional dan una enorme lección de heroísmo que ha movilizado a los gobernantes de la Unión Europea a favor de la Nación ucraniana que resiste ante la matonesca actitud del “oso ruso.”

P.D.: Mi solidaridad con todos los políticos peruanos que afrontan esa absurda investigación fiscal por “insurrección” al exigir el reconteo de votos en esta tan cuestionada segunda vuelta presidencial. 

martes, 8 de marzo de 2022

Dánzig y Ucrania

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política en la UNFV

Publicado en El Montonero, con fecha 8-03-2022

 

El 01 de setiembre de 1939 es una fecha fatídica en la historia mundial debido a que ese día la Alemania Nazi inició la invasión hacia Polonia. De esta manera se inició la Segunda Guerra Mundial. ¡Años oscuros para la humanidad!

Es válido mencionar que la Primera Guerra Mundial se desató tras el Asesinato en Sarajevo ocurrido el 28 de junio de 1914, donde el Archiduque de Austria – Hungría Francisco Fernando de Habsburgo y su esposa Sofía Chotek fueron asesinados por el terrorista Gavrilo Princip.  En cambio, la Segunda Guerra Mundial se desató tras la invasión alemana de Polonia, pero las disputas centrales entre Alemania y Polonia fueron por la soberanía de la Ciudad Libre de Dánzig y el denominado Corredor polaco.

En esta lógica es importante recordar que el Tratado de Versalles fue firmado el 28 de junio de 1919 en el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles, dicho tratado fue firmado entre Alemania y las potencias vencedoras de la Primera Guerra Mundial.

Los artículos del 100º al 108º del Tratado de Versalles permitieron el establecimiento de la Ciudad Libre de Dánzig, pero bajo la protección exterior de Polonia. Cuando se estableció el Segundo Imperio Alemán bajo el gobierno del káiser Guillermo I en el año 1871, Dánzig perteneció al territorio alemán además su población era mayoritariamente alemana. También es válido resaltar que el Corredor polaco fue creado por las Potencias aliadas tras la firma del Tratado de Versalles. Los artículos del 87º al 93º fijaron las fronteras entre Alemania y la República de Polonia. De esta manera, Polonia consiguió un acceso al Mar Báltico, pero la región alemana de Prusia Oriental quedó aislada por vía terrestre del resto de Alemania.

Con la llegada al poder del dictador Adolf Hitler en el año 1933, Alemania reclamo a Polonia la devolución de los territorios de Dánzig y del Corredor polaco, aduciendo que la mayoría de la población era alemana y que ésta sufría el maltrato de la administración polaca tanto en términos políticos como comerciales.

Lógicamente, Polonia no pensaba ceder ni Dánzig ni el Corredor polaco porque tenía el apoyo de Francia e Inglaterra si Alemania iniciará una invasión. Mientras que Alemania a través del Pacto Ribbentrop – Molotov (convenientemente olvidado hoy por los comunistas y socialistas en todo el mundo), firmado en Moscú el 23 de agosto de 1939, tenía el compromiso de la Unión Soviética de dividirse a Polonia además la Unión Soviética se comprometía a no conformar ninguna alianza militar con terceras potencias en contra de la Alemania Nazi.

De esta manera ya todo estaba previsto para el inicio de la mayor confrontación militar y política que el mundo haya padecido. La Alemania Nazi se aseguró la neutralidad de la Unión Soviética frente al ataque a Polonia como el posterior ataque a Francia e Inglaterra. Provisionalmente, Hitler evitó tener que lidiar en dos frentes militares como si lo enfrentó el káiser Guillermo II desde el inicio de la Primera Guerra Mundial.

Para todo conflicto militar siempre los gobernantes de los países agresores articulan cualquier motivo para desatar la guerra. El dictador Adolf Hitler siempre supo que el nacionalismo alemán seria su mejor aliado dentro de Alemania, pero el nazismo como ideología genocida y perversa acabó en el basurero de la historia.

Hace más 100 años se desató la Primera Guerra Mundial, hace casi 83 años se desató la Segunda Guerra Mundial, pero en el Siglo XXI, algunos creen que la confrontación y la violencia son las principales herramientas para construir su “modelo” de sociedad cuando debe imperar en la política el consenso y el dialogo permanente. Específicamente, me refiero a la guerra desatada por Putin, gobernante de Rusia, contra Ucrania, Estado soberano que es la nueva victima del imperialismo ruso.

Como conclusión diré que Danzig fue el pretexto para el inicio de la Segunda Guerra Mundial, craso error que Inglaterra y Francia no detuvieron a Hitler en Múnich. Lo mismo está pasado con Putin porque debieron parar al imperialismo ruso cuando los rusos invadieron Crimea en el año 2014. ¡Craso error porque la historia es cíclica! Son años oscuros para la humanidad.

 

miércoles, 2 de marzo de 2022

El imperialismo ruso

 

Renatto Bautista Rojas

Magíster en Gestión de Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV


Publicado en El Montonero, con fecha 01-03-2022

 

Para el momento que escribo este artículo: El Presidente Constitucional de Ucrania, sus Fuerzas Armadas y su valiente pueblo resisten la terrible arremetida militar del dictador ruso Vladimir Putin en Kiev, capital de Ucrania. Indudablemente, el gobierno constitucional y el pueblo ucraniano están dando una tremenda demostración de coraje, valentía y virilidad porque fácil sería rendirse, pero ellos han optado por el camino que las grandes personalidades de la historia mundial toman que es pelear hasta derramar la última gota de sangre.

Hay dos preguntas valederas que mis alumnos de la Escuela Profesional de Ciencia Política de la UNFV me formulan: ¿Por qué llamar dictador a Putin? Y ¿por qué también llamar imperialismo ruso?

Para responder la primera pregunta es válido decir que Putin es Presidente de Rusia desde 1999 hasta la actualidad, salvo los cuatro años de gobierno de Demetrio Medvédev (2008-2012) en los cuales Putin fue el Primer Ministro ergo el poder tras bambalinas. Es decir, Putin es quien gobierna - con mano autoritaria- Rusia por 23 años y tiene chance de seguir en el poder hasta el año 2030 porque la Duma (parlamento ruso) le permite otro período de gobierno. Lo que algunas personas olvidan intencionalmente es que Putin no es “buen cristiano” más bien es todo lo contrario porque es el sostén de tres criminales dictaduras socialistas en nuestro continente que son la cubana de Diaz Canel, la nicaragüense de Ortega y la venezolana de Maduro es decir Putin es el respaldo internacional para tres crueles dictaduras que todo demócrata debe aborrecer y condenar con firmeza.

La respuesta a la segunda pregunta también es interesante porque Putin hace todo para construir una esfera de influencia rusa en todo el mundo desde el apoyo que siempre ha dado a la dictadura chavista en Venezuela hasta sus intervenciones militares en Europa como la ilegal ocupación de la Península de Crimea, en el año 2014, que el entonces Presidente estadounidense Obama y los mandatarios europeos no hicieron nada para contrarrestar el primer zarpazo militar de Putin contra Ucrania porque aplicaron la caduca política del “apaciguamiento” que de nada le sirvió al británico Chamberlain y al francés Daladier para detener la expansión de la Alemania Nazi del dictador Hitler. Es decir, hace 8 años Putin pulseo y se dio cuenta que mientras en Occidente haya gobernantes débiles, él podía actuar militarmente en Europa porque mientras Donald Trump fue Presidente de los Estados Unidos, Putin no intentó ninguna guerra expansionista en Europa ahora sí porque sabe que Biden es un Jimmy Carter dos y que no daría severas medidas contra el régimen ruso.

Evidentemente, no se cual será el final de la guerra desatada por Rusia contra Ucrania, pero lo cierto es que los ucranianos están dando una lección de coraje para toda la civilización Occidental.

Deseo acabar con un breve colofón es terrible que algunas personas conservadoras, por su tirria hacia la ideología de género y el progresismo, justifiquen la guerra desatada por Putin porque él desea implementar la Gran Rusia que es similar al espacio vital llamado por el dictador nazi Hitler. Además, estos conservadores se olvidan de que Putin viola uno de los principios fundamentales que supuestamente ellos creen que es la soberanía de los Estados como su independencia (al fin y al cabo si Ucrania desea unirse a la OTAN o a la Unión Europea, sería su decisión soberana) sumado a que no puede haber conservador que apoye a un dictador que sostiene tres dictaduras bolcheviques. Indudablemente, vivimos días oscuros porque el imperialismo ruso muestra su faceta más violenta en vivo y directo.