Renatto
Bautista Rojas
Licenciado
en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).
Publicado en Mundiario con fecha 08-05-17
A estas alturas del
día, todos sabemos que Emmanuel Macron es el Presidente Electo de Francia. Con
sus 39 años, se ha convertido en el Presidente más joven en la historia
francesa.
En estos meses, la
crítica “más aguda” contra Macron era que él tiene 39 años y no tiene la
experiencia para ser Presidente de una potencia, como Francia. Dicho argumento
es absurdo porque responde a la frustración de esos autoproclamados sabios que
creen que sus arrugas y canas, son sinónimo de superior inteligencia.
¡Totalmente falso!
El triunfo de Macron,
reafirma mi teoría que un joven profesional y carismático (aunque sea
construido por la mediocracia) puede llegar a ser Presidente.
Esos autoproclamados
sabios –hace un año- no percibieron que Macron entraba a la mayor lid a ganar,
no entraba para ser segundón o tercerón o para aprender como es el “juego” político.
No es novedad que en un
país emblemático de la Unión Europea un joven llegue a ejercer la primera
magistratura, en Italia, Mateo Renzi, también con 39 años, fue Primer Ministro
italiano, hasta diciembre del año pasado.
Luego del Brexit, el
triunfo de Donald Trump y de las elecciones legislativas en Holanda, donde el
derechista y anti islámico Wilders quedó en 2do lugar, venía la elección
presidencial en Francia.
¿Qué nos deja la elección francesa?
En primer lugar, la
mediocracia adicta a la izquierda francesa (a nivel mundial), dice que el
comunista Mélenchon fue la gran revelación, al quedar en 4to lugar, con el
19.5%, lo cual, es totalmente falso. ¿Por qué?
El espectro del centro hacia la izquierda francesa se ha reducido. En la
1ra vuelta del año 2012, el actual Presidente Hollande (Partido Socialista
Francés) obtuvo 28% y Mélenchon obtuvo 11%; es decir, los dos sumaban 39%. La
1ra vuelta del 2017, redujo al Partido Socialista al 6%, sumado con los votos
del camarada Mélenchon, ese espectro político obtuvo 25.5%
¿Dónde está el triunfo
de Mélenchon? ¿En ser 4to en una
elección y quedar a más de 4% de Macron? ¡Increíble hazaña de quién está en
política francesa desde el año 1983!
En segundo lugar,
Fillon (derecha) de Los Republicanos quedó en el tercer lugar. Él quedo un poco
más de 1 punto porcentual, respecto a Le Pen. Sí los electores del también
derechista Nicolás Dupont- Aignan (él obtuvo 4% del electorado francés)
hubieran votado por Fillon, hoy la
historia sería distinta. ¡Nicolás, cuántos dolores de cabeza le originaste a
Fillon!
En tercer lugar, la
debacle electoral del Partido Socialista Francés (PSF) confirma la pérdida
electoral de los partidos socialdemócratas europeos. Salvo Eslovaquia, Italia
Portugal, Rumania y Suecia, los socialdemócratas europeos no gobiernas en más
países del viejo continente. ¿Por qué? Han perdido espacios por los populismos
y por su mano blanda contra la inmigración musulmana y el terrorismo del Daesh.
Hamon fue el peor
candidato del PSF, en toda su historia. Nada carismático y sin la fuerza que
transmite Macron y Le Pen. El ex premier Valls hubiera sido mejor candidato que
Hamon. Esto demuestra que los militantes se pueden equivocar al elegir a sus
candidatos.
La gran reforma
electoral que el Perú debe tener, es que las primarias de todos los partidos
políticos deben ser abiertas a todos los ciudadanos (inscritos y sobretodo no
inscritos).
El PSF demuestra que
sólo se ha quedado con sus militantes.
En cuarto lugar, la
candidata Le Pen. Ella ha peleado como una gladiadora porque tuvo en su contra,
no sólo a la mediocracia francesa sino la de todo el planeta, al establishment
francés y sobre todo al establishment europeo. Es meritorio, haber obtenido
21.3% en la 1ra vuelta y llegar a la 2da vuelta con un 37.5%. El Frente
Nacional, a lo largo de las décadas, se ha consolidado como un proyecto
político, sin duda alguna, Le Pen será una fuerte candidata en la elección
presidencial del 2022. Decir que el Frente Nacional está derrotado, es una
falsedad que la mediocracia puede repetir. El error del Frente Nacional es
tener un programa económico del paleolítico socialista; es decir, negar que la
globalización sea una realidad. ¡Increíble! Porque guste o no, la
globalización, es una realidad que debemos afrontar, obteniendo lo más positivo
que es el comercio y la tecnología.
Macron es el Presidente
electo de Francia y le toca renovar las instituciones francesas, lo cual, no es
fácil y más teniendo como opositora tenaz a Marine Le Pen. Veremos si lo logra,
a través de los resultados de la elección presidencial del año 2022. ¡Corren
las apuestas!