Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la
Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 29-07-2024
En el libro El Espíritu de las
Leyes (1748) de autoría del destacado filosofo Montesquieu (1689-1755), argumentó
la teoría de la separación de poderes por lo cual existen tres poderes del
Estado, claramente delimitados en funciones por la Carta Magna, que son los
poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, sumado que estos tres poderes del
Estado son contrapesos constitucionales donde cada poder equilibra el poder de
los otros dos. Indudablemente, la teoría de separación de poderes no ha sido
superada por ningún otro intelectual de Occidente, pero hay algunos jueces que
parece que en sus estudios de pregrado -me refiero en el curso de filosofía- no
han leído el Espíritu de las Leyes debido a que los magistrados de la Primera
Sala Constitucional de la Corte de Lima declararon fundada la acción de amparo
presentado por los magistrados de la Junta Nacional de Justicia.
Como ciudadano peruano
preguntó en voz alta a esos magistrados: ¿Entienden la teoría de separación de
poderes? ¿Entienden que el Poder Legislativo tiene facultades exclusivas de
ellos? ¿Entienden que solo la Comisión Permanente del Congreso puede aprobar
denuncias constitucionales? ¿Entienden que el Parlamento puede hacer juicios
políticos que terminen en inhabilitación de la función pública por un período
determinado?
A veces pienso que ellos no lo
saben, pero como hablamos de temas políticos, creo más bien que la admisión de ese
amparo que viola flagrantemente la separación de poderes del Estado tiene un
trasfondo político: Si todo resulta bien respecto a estos dos señores
inhabilitados por una década de la función pública (Tello y Vásquez), después
podemos darle una ayuda “jurídica” al también inhabilitado Martín Vizcarra.
Debemos recordar que el vacado por corrupción, Vizcarra tiene el apoyo de lo
que llamamos “caviares” sumado a que el poder mediático siempre ha respaldado a
Vizcarra además querrán presentarlo -en el caso que “oportunamente” unos
magistrados violadores de la teoría de la separación de poderes le permitan por
un amparo ser candidato presidencial- como el “centro” entre los dos extremos
que representarían el compulsivo golpista Humala y los Fujimori.
Indudablemente, el Perú todo puede pasar.