martes, 22 de agosto de 2017

El Choque de civilizaciones es una realidad


Renatto Bautista Rojas
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV).

Publicado en Estado Internacional, con fecha 22-08-2017

El Choque de las Civilizaciones y la reconfiguración del orden mundial fue una de las grandes obras de Samuel Huntington (1927-2008) donde escribe que los conflictos mundiales ya no serán por la economía ni por la ideología, como lo fueron las dos Guerras Mundiales ni la Guerra Fría, sino por la confrontación de civilizaciones y éstas se cimentan en religiones. Todas las civilizaciones que han existido y existen se respaldan en credos confesionales.
Hace 20 años (cuando se publicó el libro), algunos miopes criticaron a Huntington por escribir la cruda verdad. ¿Acaso fue irreal la guerra desatada en Bosnia y Herzegovina, entre los bosnios musulmanes, croatas católicos y serbios croatas? ¿Es irreal la existencia de un grupo terrorista islámico en el sur de Filipinas que mata a católicos y quema iglesias? ¿Fue irreal la guerra civil sudanesa entre islámicos del norte y cristianos del sur que duró décadas y que terminó en la independencia de Sudán del Sur en el año 2011?
Lo concreto es que la civilización islámica está en guerra contra todos los que no creemos en las enseñanzas de Mahoma. Mil cuatrocientos años de historia lo demuestran y esto no me convierte en islamofóbico, sino en conocedor de la verdad histórica. Esa verdad que todos deben saber.
Los jóvenes peruanos deben leer este libro porque el choque de civilizaciones es una realidad que se confirma con los continuos atentados del grupo terrorista islámico Daesh, en Europa.
¿Cuáles son las razones para leer este libro?
Primero, en la página 76 el autor nos dice: “A la larga, sin embargo, Mahoma tiene las de ganar. El Cristianismo se difunde principalmente por conversión, el islam por conversión y reproducción. […]. Como resultado de sus tasas de crecimiento demográfico extremadamente altas, la proporción de musulmanes en el mundo continuará aumentando espectacularmente.”
Lo escrito por Huntington puede acontencer porque es una realidad que las tasas de crecimiento de los países musulmanes son más elevadas que en los países cristianos americanos y europeos. En la actualidad, los cristianos somos un tercio de la población mundial, mientras que los musulmanes (dentro de un par de décadas) pueden ser otro tercio de la población mundial.
Segundo, en la página 131 el autor nos escribe: “En su manifestación política, el Resurgimiento islámico guarda cierta semejanza con el marxismo: textos escritos sagrados, una visión de la sociedad perfecta, interés en un cambio fundamental, rechazo de las potencias que existen y del Estado nacional, y una diversidad doctrinal que va del reformista moderado al revolucionario violento.”
Lo concreto y verídico es que existe un resurgimiento islámico sobretodo en sus tradiciones y valores que son muy distintos de nuestra civilización, basada en los valores judeo cristianos. Además, la religión de Mahoma genera un fanatismo con esa utopía de sociedad perfecta (claro, para ellos) y nadie puede negar la existencia de terroristas islámicos.
Tercero, en la página 136 el autor nos escribe: “En un esfuerzo por adelantarse al auge de las tendencias islamistas, los gobiernos difundieron en las escuelas controladas por el Estado la educación religiosa, que a menudo, pasaba a estar dominada por maestros e ideas islamitas, e incrementaron su apoyo a la religión y a las instituciones educativas. Estas acciones eran en parte prueba de la adhesión del gobierno al Islam.”
Mientras la izquierda gatopardista y los hipócritas en nuestra civilización gritan “Estado laico”, en los países musulmanes el Estado no es laico porque fomenta su religión que para ellos no es nociva. ¿Por qué es importante difundir la religión en cada civilización? Sencillamente porque toda civilización se respalda en una religión y ésta construye las tradiciones y valores que toda sociedad tienen para su desarrollo como tal.
Cuarto, en la página 249 el autor nos escribe: “Algunos occidentales, entre ellos el presidente Bill Clinton, han afirmado que Occidente no tiene problemas con el Islam, sino sólo con los extremistas islamistas violentos. Mil cuatrocientos años de historia demuestran lo contrario. Las relaciones entre el Islam y el Cristianismo, tanto ortodoxo como occidental, han sido con frecuencia tempestuosas.”
El gran problema de Occidente es que existen ingenuos (como el conspicuo infiel Clinton) que creen que los terroristas islámicos son la única amenaza para Occidente, lo cual es falso. Mahoma no fue un terrorista ni sus sucesores en el Califato, pero ellos emprendieron guerras donde obligaron a millones de personas, en el norte de África, en la Península Ibérica, en Medio Oriente, en Persia y en Anatolia, en convertirse al Islam. Casi todas esas regiones, con excepción de la zoroastrista Persia, eran mayoritariamente cristianas y quienes no se convirtieron fueron asesinados cruelmente y sus esposas como hijas fueron convertidas en esclavas sexuales de los mamelucos en El Cairo y de los imanes de la Arabia. A todo esto, debemos sumar el surgimiento del Imperio Turco Otomano que facilitó la conversión al Islam de millones de personas más. No debemos olvidar la destrucción de Constantinopla, otrora capital del Imperio Bizantino, por las hordas musulmanas de Mohamed II que un aciago 29 de mayo de 1453 conquistó la capital bizantina que representó, por casi mil años, el muro de contención del cristianismo oriental respecto al Islam. Por la existencia del otrora Imperio Otomano, existen millones de musulmanes en países “europeos” (mucho antes de los refugiados musulmanes de Ángela Merkel) como en Bosnia, Kosovo y el otrora “paraíso socialista” Albania, sin olvidar que Turquía tiene un territorio europeo alrededor de lo que era la Constantinopla cristiana y hoy es el Estambul musulmana.
Históricamente he demostrado que el Islam avanzó mucho en feligresía y territorio.
¿Podrán decir que todos estos datos históricos son falsos? Claro que no porque es sólo leer buenos libros de historia mundial para darse cuenta que escribo la verdad.
El Choque de civilizaciones es un gran libro de 423 páginas donde pueden encontrar más valederas razones para leerlo.
Invito a mis contemporáneos en edad, en leer este libro que dice la verdad y que el establishment gatopardista no le conviene que lo sepamos porque ellos pretenden la destrucción de la tradición y los valores de nuestra civilización que descansan en las religiones judías y cristianas.
Me niego a creer que nuestra civilización que cree en la democracia y la libertad sucumba por una civilización que cree en una religión de la sumisión y donde las mujeres no son ciudadanas sino cualquier cosa, hasta esclavas sexuales, como las miles de mujeres capturadas por las hordas terroristas del DAESH.
Abramos los ojos, nuestra civilización está en asedio como Constantinopla en el lejano año 1453, no permitamos tener el mismo fin de la capital del Imperio Bizantino. Estamos a tiempos para ganar y preservar nuestra milenaria civilización. Nuestra civilización es mejor porque se basa en la democracia, en la libertad y en una religión que nos dice que el hombre (nosotros) está hecho a la imagen y semejanza de Dios, mientras la otra civilización (la musulmana) se respalda en el autoritarismo, en la esclavitud y sobretodo en la sumisión religiosa. La libertad debe ganar.

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