Renatto Bautista Rojas
Magíster en Gestión de
Políticas Públicas, Licenciado en Ciencia Política y catedrático nombrado en la
Facultad de Derecho y Ciencia Política de la UNFV
Publicado en El Montonero, con fecha 13-05-2024
El 13 de mayo es un día muy relacionado
con el Papa Juan Pablo II (1920-2005), en primer lugar, el 13 de mayo de 1917
fue el día donde tres niños pastores tuvieron una revelación con la Virgen
María (suceso relacionado con el magnicidio al Papa Juan Pablo II) mientras un
13 de mayo de 1981, un terrorista turco, contratado por la KGB, disparó a
quemarropa contra el Papa Juan Pablo II que estaba recorriendo la Plaza de San
Pedro. Por consiguiente, estas fechas, me permiten puntualmente reflexionar
sobre el legado del Papa Juan Pablo II que lo resumo en un valor fundamental en
Occidente que es la libertad. ¿Por qué la libertad?
Polonia es un país que admiro
mucho por dos razones, la primera es su inmensa mayoría católica y la segunda
es que soportó estoicamente a dos dictaduras totalitarias (la nazi y la
soviética) desde 1939 hasta finales de 1989 es decir por medio siglo los
polacos vivieron sin libertad, por culpa primero del nacionalsocialismo y la
segunda por el socialismo internacional, lo cierto es que la nación polaca
resistió gallardamente, el mejor ejemplo es el Papa Juan Pablo II quien siendo
un joven seminarista se enfrentó de cientos de maneras contra la ocupación nazi
de Polonia luego como sacerdote y Arzobispo de Cracovia se enfrentó
gallardamente contra el régimen títere venido de la Unión Soviética. Un
paréntesis para esos “católicos” de la llamada Teología de la Liberación, el
pensamiento marxista es contrario a la Doctrina Social de la Iglesia porque el
primero propugna una lucha de clases para la toma del poder mientras el segundo
propone un justo medio en base a las enseñanzas escritas en la Biblia es decir
la primera es un dogma de la violencia mientras el segundo es un dogma del amor
y perdón. Volviendo con Juan Pablo II, siempre he creído que la Iglesia
Católica tuvo demasiada inteligencia para hacer Papa a un nacido en un país
sometido por el imperialismo soviético como claramente lo definió Haya de la
Torre. El Santo Padre fue decisivo para dar batalla cultural al imperialismo
soviético cuando muchos, en el planeta, mal pensaron que la URSS sería eterna.
A modo de conclusión, el
legado de Juan Pablo II sigue vivo porque es la lucha por la libertad, con
tanto amor, como la lucha de la verdad. Hoy más que nunca se necesita un Papa
con el carácter político de Juan Pablo II porque hay países de mayoría católica
que soportan cruentas dictaduras, sí me refiero a Nicaragua y Venezuela.
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